de José Miguel Junco Ezquerra, el Martes, 27 de marzo de 2012 a la(s) 10:08 ·
RESISTIR
En días laborables
con todo en contra y viento
se pone el uniforme
y armado de latidos
enérgico el poema
se va por esos mundos,
se quita la camisa,
se adueña de la sombra,
y busca por la bruma
el círculo invisible
del abuso y el odio
frotándose las manos.
El poema se pone
en medio de los otros
y canta las verdades
y suda y se revuelve
y avanza con los dedos
cerrados en un puño.
Y canta, canta, canta,
un canto de la sangre,
y queda embarazado
de gritos que reflejan
que en día laborables
no todo está perdido.
En día laborables
con todo en contra y viento
el verso reivindica
su condición humana.
En días laborables
con todo en contra y viento
se pone el uniforme
y armado de latidos
enérgico el poema
se va por esos mundos,
se quita la camisa,
se adueña de la sombra,
y busca por la bruma
el círculo invisible
del abuso y el odio
frotándose las manos.
El poema se pone
en medio de los otros
y canta las verdades
y suda y se revuelve
y avanza con los dedos
cerrados en un puño.
Y canta, canta, canta,
un canto de la sangre,
y queda embarazado
de gritos que reflejan
que en día laborables
no todo está perdido.
En día laborables
con todo en contra y viento
el verso reivindica
su condición humana.
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