La literatura española tampoco tiene remedio.
Al menos en lo que se refiere a la literatura visible, que con mayor propiedad podríamos llamar la restregada por los medios.
El Citador saca su novela anual. Los medios acuden en tropel a sacarle las enjundias, que cada vez son más delicuescentes y magras, el pobre, que hasta me está despertando ternura su empanada. Pero lo novedoso, al menos en el caso que leo en El País, es que al Citador lo rebasa en citas el Entrevistador, Marcos Ordóñez, el "sobrino" de Joan de Sagarra, a su vez "primo" de adopción del Citador.
Qué bueno. Todo en familia. Qué gusto. Todos arropados. Como en la política ibérica y aledaña. Casa nostra.
Qué bueno. Todo en familia. Qué gusto. Todos arropados. Como en la política ibérica y aledaña. Casa nostra.
Yo creo que todos estos conversadores, críticos, entrevistadores, toda esta tropa a sueldo de la industria cultural, acaban por contagiarse de lo que alaban. O es que los alabados ingresan en el nivel cutre, asfixiante y paleolítico de los suministradores de opinión literaria, primos, sobrinos, tietas. Tampoco es extraño, si tomamos el paradigma de que con motivo de la nueva novela de la Galdós reencarnada, una tropa venida de los cuatro confines de Iberia se ha subido a un tren andaluz, invitada al menos por la editorial, para visitar el escenario de la historia del libro.
Por lo demás, la sección heterodoxa de la literatura restregada española también recibe premio. Bueno faltaría. Un jurado con Carlos Fuentes en la cabecera, le da el Formentor a Juan Goytisolo, "por la renovación estilística y por la maestría en su dominio expresivo", que ya son ganas de hallar un argumento.
No consta que Sealtiel Alatriste estuviera en la mesa, a la que sí se han sentado Basilio Baltasar, Sergio Ramírez, Jorge Volpi, Bárbara Jacobs, Julián Ríos y Patricio Pron. Lumbreras, casi todos ellos y casi todas ellas.
Lo del Alatriste viene a cuento porque, semanas atrás, me he enterado de toda la polvacera que ha levantado a propósito de plagios indesmayables para consumo propio y de otros, Saramago y Fuentes entre los servidos, según parece.
Ahora, para completar el cuadro de honor, estamos contando los días que faltan para que a Enrrigorris lo calcen con los coturnos del Premio Canarias de Literatura 2012. Tan riguroso que era, tan radical y ajeno a las pompas que era.
(Y luego me extraña que El País vuelva a pasar por alto un nuevo libro, De rastros y encantes esta vez. Con los aprecios que figuran en sus páginas de los Goytisolo, de las Grandes. Con las observaciones acerca de cómo editores y otros utensilios de la industria del libro han vaciado los fondos de editoriales como Alfaguara.
(Y luego me extraña que El País vuelva a pasar por alto un nuevo libro, De rastros y encantes esta vez. Con los aprecios que figuran en sus páginas de los Goytisolo, de las Grandes. Con las observaciones acerca de cómo editores y otros utensilios de la industria del libro han vaciado los fondos de editoriales como Alfaguara.
Y como Seix Barral).
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