El responsable de Delincuencia Especializada y Drogas de la UCO de la Guardia Civil, teniente coronel Manuel Llamas, durante la rueda de prensa ofrecida en Madrid sobre el 'caso Yéremi Vargas'. / EMILIO NARANJO (EFE)
La investigación del caso de Yéremi Vargas, el niño que desapareció en la localidad canaria de Vecindario el 10 de marzo de 2007, ha entrado en una nueva fase cinco años después.
La Guardia Civil ha hecho públicas hoy, en una rueda de prensa en Madrid, algunas de las principales vías de investigación que ha mantenido desde la desaparición del menor y ha llamado a la colaboración ciudadana.
El instituto armado ha informado de que un Opel Corsa blanco conducido por un hombre joven con una gorra y un Renault Clio negro con los cristales tintados y una pegatina son dos pistas claves.
También otro Opel Corsa, modelo GSI, con faldón y parte trasera negra.
Además de estos vehículos, que varios testigos sitúan en el barrio en el que desapareció Yéremi, de siete años, la Guardia Civil ha detallado por primera vez la ropa que llevaba el niño cuando fue visto por última vez.
Vestía un pantalón tipo pirata de color beige caqui, un jersey color teja con la inscripción Skhuaban en color naranja, zapatillas deportivas de color blanco y dorado, y unas gafas graduadas de color azul.
Los datos sobre su indumentaria, en poder de los investigadores desde el principio, se habían ocultado hasta ahora para evitar llamadas falsas.
El teniente coronel Llamas ha asegurado que, en estos cinco años, han barajado como principal hipótesis que el móvil de la desaparición sea sexual, aunque nunca se ha descartado un accidente, un secuestro, el tráfico de órganos o incluso una venganza familiar.
La Guardia Civil ha creado una web, una cuenta de correo específica -ucojeremivargas@guardiacivil.org- y un número de teléfono gratuito (900 30 00 62) para que los ciudadanos puedan aportar alguna pista o información.
El rastro de Yéremi se perdió en la tarde del sábado 10 de marzo de 2007, cuando jugaba con dos primos en un solar próximo a las viviendas de su abuela y su tía, en la barriada de Llanos de Polvo, en el municipio de Vecindario.
En el momento en el que la abuela avisó a los familiares para que acudiesen a comer, todos entraron en la casa, menos Yéremi.
Durante estos cinco años se han desplegado varios dispositivos de búsqueda con cientos de voluntarios alrededor de la isla de Gran Canaria para localizar al menor, que hoy tendría 12 años.
La Guardia Civil ha hecho públicas hoy, en una rueda de prensa en Madrid, algunas de las principales vías de investigación que ha mantenido desde la desaparición del menor y ha llamado a la colaboración ciudadana.
El instituto armado ha informado de que un Opel Corsa blanco conducido por un hombre joven con una gorra y un Renault Clio negro con los cristales tintados y una pegatina son dos pistas claves.
También otro Opel Corsa, modelo GSI, con faldón y parte trasera negra.
Además de estos vehículos, que varios testigos sitúan en el barrio en el que desapareció Yéremi, de siete años, la Guardia Civil ha detallado por primera vez la ropa que llevaba el niño cuando fue visto por última vez.
Vestía un pantalón tipo pirata de color beige caqui, un jersey color teja con la inscripción Skhuaban en color naranja, zapatillas deportivas de color blanco y dorado, y unas gafas graduadas de color azul.
Los datos sobre su indumentaria, en poder de los investigadores desde el principio, se habían ocultado hasta ahora para evitar llamadas falsas.
El teniente coronel Llamas ha asegurado que, en estos cinco años, han barajado como principal hipótesis que el móvil de la desaparición sea sexual, aunque nunca se ha descartado un accidente, un secuestro, el tráfico de órganos o incluso una venganza familiar.
La Guardia Civil ha creado una web, una cuenta de correo específica -ucojeremivargas@guardiacivil.org- y un número de teléfono gratuito (900 30 00 62) para que los ciudadanos puedan aportar alguna pista o información.
El rastro de Yéremi se perdió en la tarde del sábado 10 de marzo de 2007, cuando jugaba con dos primos en un solar próximo a las viviendas de su abuela y su tía, en la barriada de Llanos de Polvo, en el municipio de Vecindario.
En el momento en el que la abuela avisó a los familiares para que acudiesen a comer, todos entraron en la casa, menos Yéremi.
Durante estos cinco años se han desplegado varios dispositivos de búsqueda con cientos de voluntarios alrededor de la isla de Gran Canaria para localizar al menor, que hoy tendría 12 años.
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