Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 feb 2012

UN ELEFANTE EN EL MINISTERIO

Un elefante en el ministerio


Si el peor enemigo de Rajoy le hubiese hecho una recomendación para ocupar el ministerio de Educación, Cultura y Deportes, seguramente le habría dado el nombre de José Ignacio Wert
. No se puede hacer más ruido y con mayor chirrido y estridencia en mes y medio.
 Seguramente la idea de volver a reformar el sistema educativo por enésima vez estaba en la idea general del PP, pero los detalles y el modo en que el nuevo ministro lo ha anunciado lo han puesto en los titulares de la prensa, y no siempre para bien.
 Da argumentos para liarla con Educación para la Ciudadanía, con las becas o con esa historia de la pedagogía del esfuerzo, que no se sabe muy bien qué es, lo mismo que todavía nadie ha podido decirme en qué consiste la productividad de un policía, un bombero o un médico. Ahora, encima, aplica la cortadora de césped y se lleva por delante el Campus Excelencia que tantas perspectivas esperanzadoras tenía para Canarias desde sus dos universidades.
zeleg.JPGComo responsable de Cultura, Wert se embarulla con el reglamento de la Ley Sinde, y en su calidad de ministro de Deportes sale a la palestra porque los muñecos del Canal + francés han hecho chanza de los triunfos españoles. Ha propiciado que el Gobierno envíe una nota de protesta al ejecutivo francés; es como si el gobierno de Berlín pusiera a funcionar la vía diplomática si Wyoming se mete con el Bayer de Munich, o París llamase a consultas a su embajadoren Madrid cada vez que Buenafuente hace chistes sobre la escasa talla de Sarkozy. En un alarde de complejo de inferioridad endémica (la superioridad de los deportistas ha quedado clara) el ministro entra al trapo de los guiñoles franceses y, claro, estos arremeten contra él, y encima casi les da la razón porque se ha apresurado a decir que va a impulsar urgentemente una ley anti-doping, como si aquí no hubiese ninguna.
 Vamos, que ha hecho exactamente todo lo que no debe hacer un ministro si quiere tener credibilidad pública, asunto básico en un cargo de ese nivel. 
Por otra parte, está claro que en esto de la Educación se sabe la música (la suya) pero no la letra, porque sube el pan cada vez que abre la boca para hablar de obligatoriedad, itinerarios o cualquier otro asunto. Seguramente sabe de lo que habla -qué menos-, pero lo que trasmite es que es la primera vez que maneja esos conceptos. Pues nada menos que las reformas de la Educación, el Deporte y la Cultura están en sus manos. Yo ya tengo billete para La Antártida.

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