Había dos claros favoritos anoche.
Uno era José Coronado, que se ha llevado su ansiado cabezón por un Santos Trinidad sucio, vengador y perdedor
. Un tipo que por salvar su culo salvó a la humanidad.
“Quiero a Enrique, profundamente. Es un sueño cumplido, inexplicable.
Amo esta profesión por encima de todo y esta noche la estatuilla dormirá conmigo para que mañana al despertarme vea que es real”.
La otra favorita, Elena Anaya, mejor actriz, lo tuvo claro y calificó numerosas veces a Almodóvar de valiente. “He tenido el mejor director a mi lado. Nos empujó a crear la identidad de un ser humano en dos cuerpos, y que dos intérpretes nos hayamos fusionado así”.
Ambos parecen casi unos recién llegados ante secundarios tan de lujo como Lluís Homar y Ana Wagener, que ganaron en esa categoría.
“Siento el cariño de la Academia, de un público que mira de manera muy exigente las películas”, decía la carcelera de La voz dormida, y muy parecido discurso aportaba Lluís Homar, que como primer premiado de la noche pagó la novatada con el discurso más largo.
El hombre de la noche, Urbizu, agradeció a todos aquellos que han apostado por su criterio en el thriller, porque muchas veces ha rechazado proyectos más comerciales en pos de su integridad. “Ahora llega la recompensa”.
Casi todos los ganadores recordaron en sus discursos a sus contrincantes.
Por ejemplo, Alberto Iglesias, el hombre goya: diez estatuillas: “Pues yo sigo igual, ni con este premio en la mano siento calma. Sigo trabajando todos los días.
Cada vez son mayores los nervios. No sé si es una adicción. Pedro siempre me ha empujado, y agradezco que no me haya dejado acomodarme.
Espero que sea eso lo que me premian: mi huída de un estilo y de la repetición”.
Otro hombre récord era Ricardo Darín, por argentino: en 26 ediciones de Goyas, en 14 Argentina se ha llevado el gato al agua en mejor película iberoamericana. “Sorpresa. Pero demuestra que por debajo del Atlántico hay muchísimos lazos y estos dos países están estrictamente relacionados”.
Por cierto, la alfombra roja sirvió para que Jota Bayona declarara su satisfacción porque ya ha acabado Lo imposible, “cien por cien por española”, una recreación de la catástrofe del tsunami en Asia, que se estrenará el próximo 12 de octubre y que podría ser una de las grandes favoritas en la gala de 2013.
Y para que Carlos Saura sacara pecho por tener un gran actor protagonista para sus 33 días, el tiempo que dedicó Pablo Picasso en pintar el Guernica: “Banderas leyó el guion, en 24 horas respondió , y me parece el mejor.
Porque es malagueño, porque tiene sus ojos y porque es un actor extraordinario”.
Uno era José Coronado, que se ha llevado su ansiado cabezón por un Santos Trinidad sucio, vengador y perdedor
. Un tipo que por salvar su culo salvó a la humanidad.
“Quiero a Enrique, profundamente. Es un sueño cumplido, inexplicable.
Amo esta profesión por encima de todo y esta noche la estatuilla dormirá conmigo para que mañana al despertarme vea que es real”.
La otra favorita, Elena Anaya, mejor actriz, lo tuvo claro y calificó numerosas veces a Almodóvar de valiente. “He tenido el mejor director a mi lado. Nos empujó a crear la identidad de un ser humano en dos cuerpos, y que dos intérpretes nos hayamos fusionado así”.
Ambos parecen casi unos recién llegados ante secundarios tan de lujo como Lluís Homar y Ana Wagener, que ganaron en esa categoría.
“Siento el cariño de la Academia, de un público que mira de manera muy exigente las películas”, decía la carcelera de La voz dormida, y muy parecido discurso aportaba Lluís Homar, que como primer premiado de la noche pagó la novatada con el discurso más largo.
El hombre de la noche, Urbizu, agradeció a todos aquellos que han apostado por su criterio en el thriller, porque muchas veces ha rechazado proyectos más comerciales en pos de su integridad. “Ahora llega la recompensa”.
Casi todos los ganadores recordaron en sus discursos a sus contrincantes.
Por ejemplo, Alberto Iglesias, el hombre goya: diez estatuillas: “Pues yo sigo igual, ni con este premio en la mano siento calma. Sigo trabajando todos los días.
Cada vez son mayores los nervios. No sé si es una adicción. Pedro siempre me ha empujado, y agradezco que no me haya dejado acomodarme.
Espero que sea eso lo que me premian: mi huída de un estilo y de la repetición”.
Otro hombre récord era Ricardo Darín, por argentino: en 26 ediciones de Goyas, en 14 Argentina se ha llevado el gato al agua en mejor película iberoamericana. “Sorpresa. Pero demuestra que por debajo del Atlántico hay muchísimos lazos y estos dos países están estrictamente relacionados”.
Por cierto, la alfombra roja sirvió para que Jota Bayona declarara su satisfacción porque ya ha acabado Lo imposible, “cien por cien por española”, una recreación de la catástrofe del tsunami en Asia, que se estrenará el próximo 12 de octubre y que podría ser una de las grandes favoritas en la gala de 2013.
Y para que Carlos Saura sacara pecho por tener un gran actor protagonista para sus 33 días, el tiempo que dedicó Pablo Picasso en pintar el Guernica: “Banderas leyó el guion, en 24 horas respondió , y me parece el mejor.
Porque es malagueño, porque tiene sus ojos y porque es un actor extraordinario”.
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