No ha quedado ni una mariposa.
Ni la de dorada sonrisa.
Se han ido
sin mirar atrás con tristeza.
Vivían en mis sueños.
Con ellas, las rosas,
se han diluido deprisa.
Van hablando se sus cosas
y apagando el amor
del que se quedó solo
recogiendo sus besos
tirados por el suelo.
No vuelven.
Se han marchado.
Se ha ido hasta la mariposa
de la dorada sonrisa.
Ni la de dorada sonrisa.
Se han ido
sin mirar atrás con tristeza.
Vivían en mis sueños.
Con ellas, las rosas,
se han diluido deprisa.
Van hablando se sus cosas
y apagando el amor
del que se quedó solo
recogiendo sus besos
tirados por el suelo.
No vuelven.
Se han marchado.
Se ha ido hasta la mariposa
de la dorada sonrisa.
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