Por eso, aunque parezca increíble, los actores George Clooney, Daniel Craig y Matt Damon cambiarían bastantes cosas de sí mismos si les dieran la oportunidad. Esa es una de las conclusiones a las que se puede llegar tras leer el cuestionario al que les somete la edición americana de la revista Vanity Fair en su número del próximo mes de febrero.
Clooney es el protagonista de The descendants, además del director de The ides of march. Craig acaba de estrenar la versión estadounidense de The girl with the dragon tattoo, dirigida por David Fincher y Matt Damon es un viudo por partida doble: en la película We bought a zoo, de Cameron Crowe, y en el thriller Contagion, que se vio hace ya unos meses.
Precisamente Damon es el que parece más feliz de los tres. Al igual que en sus últimas películas el centro de su vida, según dice, es su familia y, es más, asegura que su matrimonio es el mayor éxito de su existencia, aunque subraya que los momentos más felices han sido la "concepción" de sus cuatro hijos y sus partos.
Por si esta declaración de amor familiar no bastara, Damon también asegura que los héroes que más admira son sus padres. Sin duda declaraciones sorprendentes para una sociedad que valora el éxito profesional por encima de cualquier otra cosa y del que este actor es la viva imagen: ganó su primer Oscar (como guionista) a los 28 años y ahora, con 41, tiene uno de los mejores currículos (y salarios) de Hollywood pero para él, sin duda, eso es un tema secundario.
George Clooney, en cambio, haciendo gala de su sentido del humor, responde al cuestionario (titulado El test de Proust) proclamando, por ejemplo, que si pudiera volver a nacer regresaría a la Tierra en forma de perro, su perro, "porque vive muy bien". Además Clooney confiesa no sentirse a gusto con su postura corporal (habrá quien discrepe) y se atreve a desafiar una de las virtudes que el mundo suele alabar: la paciencia, que Clooney considera "está sobrevalorada".
Curiosamente su amigo Daniel Craig aprecia con fuerza esa virtud, sobre todo entre sus amigos, y de su cuerpo, si pudiera, cambiaría las rodillas.
Los tres actores aparecen radiantes en la portada de la revista y en una serie de fotos interiores realizadas por la fotógrafa favorita de los actores de Hollywood Annie Leibovitz que siempre logra de ellos una imagen distinta.
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