Algunos medios, como The Hollywood Reporter, apuntaban a que la persona que logró llevarse el Oscar fue el ilusionista estadounidense David Copperield, un extremo que él mismo se encargó de desmentir en la red social Twitter.
Welles fue quien produjo la primera aparición televisiva de Copperfield, quien ya posee otros objetos relacionados con Ciudadano Kane, considerada por algunos expertos como una de las mejores películas de la historia.
La cinta cuenta la vida del magnate de la prensa Charles Foster Kane, basada en la de la figura real de William Randolph Hearst, encarnado por el propio Welles en la película.
Copperfield fue una de las personas que trató de hacerse con el Oscar, según aseguró Nate D. Sanders, el propietario de la casa de subastas, quien explicó que esta estatuilla es una de las pocas que ha logrado venderse por un precio cercano al millón de dólares.
Durante años esta estatuilla estuvo perdida y la Academia de Hollywood concedió un reemplazo a la hija del cineasta, Beatrice Welles. El original había estado en manos del cineasta Gary Graver, director de fotografía de Welles, que trató de venderlo en 1994.
Al enterarse, Beatrice presentó una demanda en California para detener la venta y que el Oscar volviera al patrimonio de la familia, aunque posteriormente lo vendió en 2003 a la Fundación Dax, una entidad caritativa sin ánimo de lucro de Los Angeles.
En 2007 la Fundación Dax lo puso a la venta en Nueva York en la casa de subastas Sotherby para fines benéficos, pero no se pudo adjudicar, ya que la puja más alta no llegó al mínimo secretamente pactado con sus dueños para acceder a su venta.
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