No está. Nada supe de ella.
Esperaré hasta que, con las lluvias,
aparezcan las primeras goteras.
¿Sabe alguien de ella?
¿Está, por las nubes, volandera
o la ha apresado alguna araña?
Mariposa, abréme tus labios,
que con ellos tú te abres,
y ofréceme las dulces mieles
de los besos que no trasiegas
en las grises semipenumbras
por las que tú vuelas suave.
No te hagas silencio esta tarde.
Llega como el aire también llega.
Rompe con tu luz tanta ausencia
y los momentos de transparencia.
¿Por qué niegas tu presencia?
¿Está alguien esta tarde contigo,
y hueles, acaricias y suspiras?
Nadie respondió. Nada supe de ella.
Esperaré hasta que, con las lluvias,
aparezcan las primeras goteras.
¿Sabe alguien de ella?
¿Está, por las nubes, volandera
o la ha apresado alguna araña?
Mariposa, abréme tus labios,
que con ellos tú te abres,
y ofréceme las dulces mieles
de los besos que no trasiegas
en las grises semipenumbras
por las que tú vuelas suave.
No te hagas silencio esta tarde.
Llega como el aire también llega.
Rompe con tu luz tanta ausencia
y los momentos de transparencia.
¿Por qué niegas tu presencia?
¿Está alguien esta tarde contigo,
y hueles, acaricias y suspiras?
Nadie respondió. Nada supe de ella.
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