Mariposa de nubes en el cielo,
alas para un mediodía,
un soplo de melodía en el aire:
Tú, siempre.
Alma de serena belleza
que en mis aristas abre tus ojos.
Sueño de la luna transfigurada
reflejada en la sonrisa de tu cara
que viaja a través de la nostalgia
de mis versos secretos y lastimados
y que, a mis pituitarias, marea
con tu desconocida fragancia.
Mariposa que, con tu transparencia,
en un instante infinito te derramas
sobre las sombras de mis besos
con esas alas de dulces gestos,
con los que buscas acomodo apresta
en la conjugación de un verbo
atado a tus oídos casi susurrado.
Mariposa emergida del Atlántico
émula de anémona tránsida,
que descompones tu luz en colores,
ven a posarte al cristal en el veo
en la penumbra de la inocente noche
el gran misterio de tus labios
vibrando entre silencios furtivos
enervando todos los rincones.
alas para un mediodía,
un soplo de melodía en el aire:
Tú, siempre.
Alma de serena belleza
que en mis aristas abre tus ojos.
Sueño de la luna transfigurada
reflejada en la sonrisa de tu cara
que viaja a través de la nostalgia
de mis versos secretos y lastimados
y que, a mis pituitarias, marea
con tu desconocida fragancia.
Mariposa que, con tu transparencia,
en un instante infinito te derramas
sobre las sombras de mis besos
con esas alas de dulces gestos,
con los que buscas acomodo apresta
en la conjugación de un verbo
atado a tus oídos casi susurrado.
Mariposa emergida del Atlántico
émula de anémona tránsida,
que descompones tu luz en colores,
ven a posarte al cristal en el veo
en la penumbra de la inocente noche
el gran misterio de tus labios
vibrando entre silencios furtivos
enervando todos los rincones.
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