El escritor presenta 'Caligrafía de los sueños' en Barcelona .
. ."Sí, quizá sea la más autobiográfica de mis novelas".
Así ha definido hoy en Barcelona el escritor Juan Marsé (Barcelona, 1933) su nuevo libro, Caligrafía de los sueños (Lumen).
Un joven que ve acabar su adolescencia que trabaja de aprendiz en una joyería, que es adoptado tras la muerte de la esposa de un taxista fallecida en el parto y el escenario norte del barrio barcelonés de Gràcia son las coordenadas que facilitan esa identificación entre realidad y ficción.
"En todas mis novelas había retazos autobiográficos, lo que ocurre es que quizás aquí están menos enmascarados; entre lo inventado y lo real... no sé.
Si consigues un interés estrictamente literario vale, si no, hubiera eliminado todas las referencias personales; en realidad, en una novela sólo es real aquello que el lector se crea", reflexiona el autor.
"Es una iniciación a la escritura, una buena metáfora sobre el significado de crecer y una espléndida historia de amor entre la señora Mir y el señor Alfonso", definió la editora Sílvia Querini una obra en la que Marsé ha invertido casi cuatro años y cuyo hilo conductor es la historia de un joven que extravía la carta de amor que un hombre maduro escribe a una mujer y que él debía entregar.
Caligrafía de los sueños es la primera obra que Marsé publica tras la concesión del Cervantes en 2009. ¿Estimuló el premio? "El Cervantes fue una pérdida de tiempo... en relación a escribir la novela -juega con el suspense el autor-; estaba el discurso del Rey y toda la parafernalia... ¿Un estímulo?
A estas alturas, o lo encuentro en mi propio trabajo o ya no lo encuentro".
Y volvió a negar que, a pesar de que esta sea una novela que "en parte han escrito mis demonios familiares", esa misma expresión es "una licencia poética" y que él ha trabajado siempre "con imágenes y recuerdos; nunca con ideas; me interesan las emociones y los sentimientos, trabajo con ellos y no con ideas porque éstas son los primero que se pudren de una novela".
Caligrafía de los sueños no tiene pinta de pudrirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario