El ex-madridista, ahora en el Besiktas, es también un hombre anuncio .
. ."Me he comido un barquillo "golaseado" repleto de azúcar".
Así empieza el anuncio de las chocolatinas Bolero, en el que el ex-madridista enseña sus dotes con la pelota y con el turco.
El Guti del anuncio, entiende con a la perfección la reprimenda de su entrenador que se desespera porque "la tormenta amarilla", como le conocen en Turquía, no es capaz de pronunciar correctamente la marca de la chocolatina.
Guti: ¡Qué va!. Este es un "gol" para Bolero (marca del barquillo de chocolate)
La voz en off, del final anuncia que Guti adora esas chocolatinas, "finas y repletas de sabor".
En apenas medio año la cara de Guti se ha convertido en una de las más conocidas de Turquía.
Todo en él encaja a la perfección con lo que se espera de un famoso en Turquía.
Un look extravagante y ligeramente macarra, altas dosis de desdén y mucha habilidad para entretener a las masas.
Por eso los turcos le han adoptado ya en su elenco de famosos y la prensa del corazón, como en España, se disputa una frase o una fotografía suya.
Su mal genio ante las cámaras, se ha convertido también en legendario y le asegura también el corazón de la hinchada del Besiktas, la más violenta de los tres equipos de fútbol de Estambul.
Porque a José María Gutiérrez Fernández no solo le gusta las chocolatinas.
Le gusta la noche. Un secreto a voces que los turcos descubrieron el pasado diciembre cuando, Guti empotró su lujoso Ranger Rober blanco (valorado en más 100.000 euros) contra un autobús urbano a la salida de una fiesta en el exclusivo club Reina de Estambul.
La prensa no tardó en difundir la noticia, pero también la actitud violenta del centrocampista hacia los cámaras que acudieron al lugar.
Los ejecutivos del Besiktas, el club dónde actualmente juega, cerraron filas alrededor del ex-madridista.
Según el entrenador del club, Bernd Schuster, se trató de una maniobra de chantaje. "Se está siendo injusto con Guti.
Lo que pasó fue mucho menos de lo que salió y se quisieron aprovechar de él.
Querían cobrarle dinero por esto y llamaron a los periodistas". Sin embargo, un video publicado en Youtube en el que se puede apreciar como un Guti, visiblemente borracho, intenta agredir a un cámara de televisión hacen dudar de la versión del mister.
Eso y que quintuplicaba la tasa de alcohol permitida en Turquía con 2.71.
Pero a Guti se le perdona todo mientras siga marcando goles.
547 euros de multa y un par de chistes por parte de una afición, que le sigue adorando.
Y no es para menos.
El centrocampista se ha convertido en el nuevo líder del Besiktas con 11 tantos anotados desde que empezó la liga turca.
Los turcos ya se han acostumbrado a su camiseta negra, su número 14 y su gol semanal.
"No me gusta levantar la mano y que toda Turquía lo sepa" se defendió Guti, tras el incidente del autobús, cuando la prensa turca le recriminó su actitud frente al acoso de los paparazis.
Parece que ahora la chocolatina le ha dado una oportunidad para endulzar su imagen.
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