El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, pidió ayer al cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, que la Iglesia se implique en la denuncia de las consecuencias sociales de la recesión y de la desregulación de los mercados financieros.
Jáuregui pidió a Rouco, al que acompañaba el Nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, que se oyera más de lo que se oye la voz de la Iglesia en su vertiente social y ética.
El encuentro, el segundo entre Rouco y Jáuregui desde que este sucedió a María Teresa Fernández de la Vega, en octubre, como interlocutor principal de los obispos, estaba programado para preparar el viaje del Papa Benedicto XVI a España, en agosto, por lo que acudió también el coordinador de los viajes del Papa, Alberto Gasbarri. Pero se abordaron otras cuestiones candentes en las relaciones entre Gobierno e Iglesia.
Jáuregui sondeó a Rouco sobre una propuesta del proyecto de Ley de Igualdad de Trato que puede ser polémica para la Iglesia, como es la retirada de la subvención a los centros concertados que discriminan en sus aulas por sexo, 67 en toda España.
Rouco contraargumentó que en países como Alemania e Inglaterra había vuelto a prodigarse la división de la aulas por sexo por razones de eficiencia. Fue un asunto que quedó sobre la mesa y que abordarán más adelante.
Ayer adquirió mucho más relieve el debate sobre el papel de la Iglesia y el Estado ante la recesión. Jáuregui defendió el papel interventor de los Estados frente a la desregulación de los mercados financieros.
En ese contexto, tras alabar el "papel encomiable" de Cáritas, en su acción social, sugirió que la Iglesia puede jugar un papel en la vertebración social con un discurso más potente en la vertiente ética de la crisis, en la denuncia de las injusticias ocasionadas por la desregulación de los mercados financieros.
Aludió a la encíclica Cáritas in veritate, publicada en junio por el Papa Benedicto XVI, en la que se pronuncia sobre el papel de las instituciones internacionales en la crisis y sobre la regulación de los mercados.
El ministro de la Presidencia sostiene que mientras la Iglesia prodiga sus pronunciamientos sobre la sexualidad o la familia, apenas lo hace con los asuntos socioeconómicos.
Rouco defendió el papel de la familia en la sostenibilidad del Estado del bienestar, tras expresar su preocupación por el problema demográfico en Europa.
Jáuregui y Rouco coincidieron en su preocupación por la proliferación de la "banalidad" en los medios de comunicación.
El ministro garantizó, también, el respaldo de España a la propuesta que debatirá el Consejo de Europa para proteger a las minorías cristianas perseguidas en países musulmanes.
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