Sigue lo más próximo. No sueñes. No esperes. Ve en busca de lo que te corresponda o deja que te envuelva la niebla. Que te pasen los días como el reboso del agua.
Ahora son las hojas amarillas, el viento alto y solitario, como mañana volverán a ser las nubes de luz y los horizontes anchos.
No sueñes, no esperes, conténtate con lo que ves, con lo que tienes al alcance. Nada se perdió, porque perdido se encuentra todo frente a lo futuro.
Publicado por José Carlos Cataño
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