Glenn Gould fue un pianista canadiense atípico como sólo él. Un genial interprete del piano donde parecería que éste se acoplaba a él y viceversa, una vez se sentaba en su (también) atípica silla. Ésta, era tan vetusta como los grandes pianos de cola que utilizaba el mismo Beethoven. Una silla de la que él, había ordenado que se recortasen las patas, para así quedar más bajo y cerca del piano. Parece ser que fue su padre quién le hizo el apaño, siguiendo las instrucciones del pianista. Un asiento que parecería quebrarse al soportar el peso de Gould y tan desvencijada que habría que preguntarse tal vez, cuando sería la última vez que la utilizase en sus pocos conciertos que llegó a ofrecer ante un público (quizás) dividido por sus extravagancias. Nunca, en ningún concierto, tomó otra silla que no fuese la que él llevaba. Gould, tardó muy poco en abandonar sus conciertos ante ese mismo público y lo hizo para dedicarse a sus grabaciones que tanto tiempo y mimo dedicó.
Cuando Gould interpretaba algún tema (generalmente las obras de Bach, que pese a no haber sido compuestas para este instrumento, pues lo fueron para clave, ya que al mismísimo Bach no le agradó demasiado el gran piano de cola inventado por Cristofori en el año 1700, Gould las interpretaba al piano con una clase y sensibilidad sólo a su alcance) se colocaba lo más próximo al piano, con su silla "adaptada" y se aislaba del entorno; también era frecuente verlo con su abrigo, bufanda y mitones, hiciese el tiempo que hiciese: comenzaba entonces su comunión entre la música del compositor alemán, el piano y su asombroso tarareo al tiempo que percutía las teclas blancas y negras del monstruo donde brotaba la música. Con su peculiar forma de interpretar las "Variaciones Goldberg" donde su canturreo y el sonido celestial de la partitura de Bach, no dejaban indiferente a ninguno de los presentes en la sala, renacía Gould una y otra vez. Creo que a Gould, le era indiferente pues tal vez pensaba que una vez en la ejecución de la obra, no sólo no sobraban los sonidos emitidos por él, sino que lo creía oportuno pues era la forma de concentrarse y no restaba calidad a su interpretación. Posiblemente a Bach, no le habría importado en absoluto...
Es fácil comprobar en un gran número de sus grabaciones éste detalle; y creo que en la historia de la música interpretativa más reciente, es caso único.
Años después de su muerte, exámenes científicos llegaron a la conclusión de que Gould, tenía el síndrome de Asperger. Falleció con sólo 50 años, un 4 de octubre de 1982, de un derrame cerebral.
Sacado del Blog de Utopazzo http://utopazzo.blogspot.com/
2 comentarios:
Muy interesante; me gustan las variaciones Goldberg con Gould pero no sabía que era Asperger. También el gran ajedrecista Bobby Fischer fue Asperger. Parece que estar semi-autista es un requisito para ser puntero en cosas artísticas y cientificas.
Gracias por tu Comentario, Saludos.
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