Así como la crísalida se hace refugio en su capullo...
Convirtíendose en una bella Mariposa.
Yo también de igual manera, me evado del mundo,
y pasado un tiempo de incubación postrera...
rompo con increible violencia...
Desgarrando la frágil tela, me estiro y me desperezo,
cogiendo fuerza...
Bajo el SOL ardiente de la inspiración que vuelve...
E igual que un fauno, en medio del mundo, desnudo, persigo
con ansia a las musas, retorno la pluma y escribo..
lo que ante mis ojos me presenta...
como un recién nacido que pide su alimento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario