El ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex secretario general de los socialistas madrileños Joaquín Leguina ha levantado la voz para criticar con dureza al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al "sectarismo de corral y rebaño" que, en su opinión, se ha instalado en el PSOE desde que impera lo que él califica como "nuevo socialismo".
En su último libro, 'El duelo y la revancha. Los itinerarios del antifranquismo sobrevenido' (La Esfera de los Libros), el histórico dirigente socialista descarga una contundente crítica hacia Zapatero por su forma de hacer política tanto "hacia el interior del partido" como "hacia la sociedad" y expresa su confianza en que en breve el PSOE abrirá los ojos para desmarcarse de su actual líder.
A diferencia de otras críticas vertidas por distintas personalidades socialistas en los últimos tiempos contra Zapatero, el aldabonazo de Leguina es directo, rotundo y no admite dobles lecturas: "Pienso que su elección como secretario general en el congreso celebrado por el PSOE en el año 2000 fue un error y lo acabarán viendo así quienes lo apoyaron entonces [...] Y espero que pronto escucharé a muchos de los que ahora me critican de buena fe venir a decirme: 'Qué razón tenías'".
'La foto es lo único relevante, eso cree el presidente del Gobierno'A lo largo de las 222 páginas del ensayo político dedicado a criticar la Ley de la Memoria Histórica, Leguina aprovecha para abordar otros asuntos con los que, en su opinión, el proyecto político abanderado por Zapatero está perjudicando al PSOE y a toda España. "El nuevo socialismo ha metido al país en problemas que no se merecía", afirma con convicción.
"Tras seis años de gobierno y sus múltiples bandazos, es difícil aclarase acerca de dónde está el norte dentro de una brújula tan errática como la que usa Rodríguez Zapatero", afirma Leguina quien añade que "visto lo visto, no es de extrañar que los españoles tengan la creciente sensación de que en la 'cúpula' del PSOE cada uno campa por sus respetos o que más del 70% [de los ciudadanos] opine que [Zapatero] improvisa".
Leguina vincula el "progresismo ilimitado" de Zapatero con su "paquete genético" y asegura que su objetivo es "sobre todo, marcar diferencias ideológicas con la derecha, ya que no lo puede hacer en el campo de la política económica", que según puntualiza, "es el que más importa".
Según Leguina, "en su afán por 'marcar la diferencia' el 'nuevo socialismo' que lidera Rodríguez Zapatero se ha metido en otros jardines y ha alimentado movimientos sociales sobre cuyo alcance y control existen muchas dudas". En este punto, el histórico dirigente socialista se refiere al "nuevo feminismo que coloniza al PSOE" y al "movimiento ecologista que ha parasitado a las organizaciones de izquierda".
'Las intervenciones laudatorias con el mando producen vergüenza ajena'En su ensayo político, Leguina desliza multitud de críticas hacia ciertas iniciativas emprendidas por Zapatero. Por ejemplo, califica de "ocurrencia" la ayuda de 2.500 euros por bebé, una medida que, según destaca, "ha desaparecido a impulsos del 'realismo europeo' que le han metido en la cabeza -casi a martillazos- al presidente del Gobierno".
'Guirigay soberanista'
Especialmente crítico se muestra el ex presidente de la Comunidad de Madrid con el proceso de revisión de los estatutos de autonomía promovido por Zapatero. "En la reciente historia de España no se había producido antes un guirigay soberanista de envergadura igual al que se ha visto durante este periodo", opina. "El resultado ha sido desastroso", concluye tras destacar que en este camino el presidente del Gobierno actuó "irresponsablemente".
Asimismo, censura que se han abordado asuntos tales como la dependencia, la natalidad o la vivienda con el único objetivo de obtener "titulares llamativos". En opinión de Leguina, la imagen se ha convertido en una "obsesión" de Zapatero. "La foto es lo único relevante, eso cree el presidente del Gobierno", apostilla.
'No se había producido antes un guirigay soberanista de envergadura igual'Pero si dura es la crítica de Leguina hacia Zapatero, más lo es hacia el entorno del presidente y hacia el ambiente reinante en el PSOE. Según afirma, "las prácticas actuales, donde las intervenciones laudatorias con el mando no sólo son masivas, también producen, a menudo, vergüenza ajena". Asimismo, lamenta que en las filas socialistas se haya impuesto "un silencio producto de la censura que tanto les gusta ejercer a quienes administran los arcanos de lo 'políticamente correcto'".
Y consciente de la repercusión que pueden traer sus reflexiones críticas, Leguina se anticipa a la réplica: "Estoy oyendo ya las palabras que me dedicará el sectarismo de corral y rebaño, que desgraciadamente abunda en todo el espectro político español, también en la parcela que yo considero la mía, la socialista".
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