Gaultier: "Hay más ropa que gente para llevarla"

El diseñador Jean Paul Gaultier quiere cambiar el mundo hasta cuando saluda al recepcionista del hotel. Y sigue demostrando que la vitalidad no es una cuestión de edad (58 años) o de vaivenes laborales. Uno de los más reputados creadores de alta costura, fuerza de la naturaleza de la moda de los ochenta, se acaba de despedir de la firma Hermès. Ahora, dice, se dedicará a sus proyectos, sin prisa pero sin pausa.

"Ha sido una relación amorosa y de igualdad: yo daba y ellos me daban"


Aterriza en Barcelona, una ciudad que adora, con camisa de rayas y pantalón oscuro, para presidir el jurado del Botón Mango Fashion Awards, dotado con 300.000 euros: el galardón internacional más importante de la moda. La diseñadora belga Lena Lumelsky se alzó ayer con el premio entre los 10 finalistas, cuyas colecciones se pueden ver en el paseo de Gracia de Barcelona.






Pregunta. Abandona Hermès tras 7 años y 13 temporadas. ¿Cuáles son sus razones?






Respuesta. Las mismas que rigen una historia de amor. Cuando empecé no existían obligaciones con la firma. Conocía al señor Dumas, una persona excepcional. No era una cuestión de dinero, sino que quería ver qué podía hacer Jean Paul Gaultier por Hermès. Suponía un reto. En la vida amorosa, hay diferentes etapas, los 3 años, los 7 y los 13, si superas los 13 años... Ahora es un buen momento para centrarme en mi colección y en mis proyectos personales.






P. Hermès posee el 45% de su su empresa. La relación ha de ser forzosamente buena...






R. La relación va muy bien. Pero ya son siete años, las colecciones que he hecho se han vendido bien, se ha hablado mucho y estoy contento. Ha sido una relación amorosa y de igualdad: yo daba y ellos me daban.






P. ¿En qué proyectos empleará su tiempo?






R. He diseñado muebles, quiero seguir con las colecciones de prêt-à-porter y desarrollar la alta costura. También tengo proyectos en el cine y en la música. He diseñado algunos trajes para la nueva de Almodóvar.






P. Se aparta de la primera línea en un momento ciertamente convulso para la moda...






R. Seguro que ya nada será como antes. Hay que pensar cómo evoluciona la sociedad. En este momento, hay demasiado de todo: de tiendas, de revistas... más ropa que gente para llevarla.






P. ¿La alta costura deberá bajar los precios?






R. Estamos reflexionando en estos momentos. Ver cómo se puede realizar una parte de la costura de forma más accesible. También ofrecer otras líneas para el público de la calle.


P. ¿Qué le ha parecido el nivel de lo presentado al premio de Mango?






R. El nivel es interesante, internacional. Algunas propuestas me han sorprendido, unos son más creativos, otros están más influenciados.






P. ¿Los jóvenes lo tienen peor en el mundo de la moda que cuando usted aterrizó en él?






R. Siempre hay futuro, más en un momento de crisis; pero el futuro ya no es igual que antes. En un momento de crisis mundial hay que pensarlo todo, no solo la moda. El cambio debe llevar a buscar soluciones, ideas para hacer cosas nuevas. La crisis puede suponer adrenalina para traer ideas. No hay que pensar de forma pasiva. Es el momento de encontrar soluciones, de pensar qué necesita la gente, qué quieren.






P. Usted nunca fue a una escuela de moda, pero contó con el apoyo de su abuela. ¿La moda se puede enseñar o solo aprender?






R. No hay una ley. Algunos han pasado por la escuela y son geniales, otros son terribles. Un concurso como este también puede ser un elemento muy positivo. El ganador es alguien que trabaja mucho y le gusta. Empleará el dinero para hacer otra colección.