Pajarillo,
un día apareciste
suave y delicada
en los pétalos de mi vida,
llenando de alegría
este viejo corazón:
Tu canto de alondra
es dulce, sensible y tierno,
y deja un rastro
lleno de nostalgias
que se agitan por el jardín
cuando no estás.
Traes contigo la frescura
de tus jóvenes años
y un ansia extraña
que deja prendidos
sentimientos de afecto
por donde quiera que vas.
Hoy, pajarillo amigo,
quiero desearte
que siempre vibre
libre tu acento,
que no existan
rejas de oro para atarte,
y que tus alas sean
las galas más bellas
cuando del viento se trate...
Publicado por Pacogor y Patty
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