

“Phillip Morris ¡Te quiero!” comienza con la historia de Russell (Jim Carrey) evocando, en su lecho de muerte, los eventos de su vida que lo han llevado a esa situación.
Los primeros recuerdos lo llevan a su vida en Texas, en la que era un oficial de policía felizmente casado que tocaba el órgano en la iglesia, rezaba cada noche junto a su mujer (Leslie Mann), e invertía su tiempo libre investigando sobre la madre biológica que lo había entregado en adopción cuando era bebé.
Tras hallar a su madre y ser rápidamente rechazado otra vez por ella, Steven deja su vida y familia atrás para explorar un nuevo mundo en el que se permite ser abiertamente gay.
Decide mudarse a Miami, encuentra novio (Rodrigo Santoro) y comienza a vivir una vida desbordante de lujos. No obstante, pronto descubre que la vida sofisticada es costosa, y apela a su experiencia policial para hacer dinero como estafador.
Aunque en un principio todo parece marchar bien, finalmente sus estafas no resultan ser tan efectivas, y Steven es enviado a prisión, donde conoce, y casi de inmediato se enamora, a Phillip Morris (Ewan McGregor).
A partir de ese momento la historia pasa a ser la de un amante desesperado que no soporta verse separado de su alma gemela.
Llegará a cualquier extremo por estar con Phillip, incluyendo escapar en múltiples oportunidades de prisión, hacerse pasar por el abogado de Phillip y convertirse fraudulentamente en el director de una millonaria corporación.
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