7 ago 2010
Margullando
Lo que tenga que ser, será
Fue lo que nos trajo
el aire de aquella primavera.
No pregunte al destino
sus razones, los motivos,
sólo respiré.
Fue la luz que nos trajo
aquel primer amanecer.
Quise detener las horas
en tú instante, para siempre,
sólo te miré.
Fue la esperanza
recién nacida, aquel atardecer,
la que me dijo
que todo era posible
sólo necesitábamos creer.
Es haber convertido
todo aire en primavera
los días grises, en luz al fondo
los instantes, en eternidad
el dolor en esperanzas;
los que hacen
que te vea
te respire
te crea.
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