7 ago 2010
Credo de La Palabra
Creo en el silencio
de los hombres anónimos y sin condición,
Creo en el destino
caprichoso dueño del corazón.
Creo en la justicia
de ojos abiertos y manos calmadas.
Creo en las razas
cual oscura y transparente balada.
Creo en el viento
pues aunque amargo, me llena de aire el corazón.
Creo en el grito de un sordo
es el único marcado a sangre y valor.
Creo en los niños y ancianos
son lo que seré y lo que soy.
Creo en las palabras mudas
esas que sueltas marcan el alma y la razón.
Creo en los besos
si saben a cielo y almendra.
Creo en mil abrazos
amarrados a sueños dorados.
Creo en los recuerdos de ayer
tiempos de almas locas, mil suspiros y un querer.
Creo en mis versos
son de mano y corazón.
Creo en mis manos abiertas...
pues para eso soy el ladrón.
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