6 jul 2010
EMPRENDER
EMPRENDEDOR: deriva de la voz francesa "entrepreneur" y ésta, a su vez, del latín "inprendere" con el significado de acometer. Al parecer comenzó a ser utilizada hacia el siglo XVI para designar a los aventureros que viajaban al "Nuevo Mundo" buscando nuevas oportunidades de vida sin saber si las iban a encontrar. También, tal vez debido a su significado, se usó para designar a gentes relacionadas con el ámbito militar. Los franceses extendieron el significado de la palabra hasta el trabajo de los arquitectos o constructores de puentes y caminos. Todo ello señala que existe un determinado riesgo si uno es emprendedor. Igualmente, un francés la utilizó, por vez primera, en economía como proceso de hacer frente a la incertidumbre y, más tarde, se extendió en las empresas para designar a los innovadores. El emprendedor es aquel que toma un camino con resolución para lograr destinos.
Pero no queda ahí la cosa, en ocasiones, va ligada al término espíritu transformándose en "espíritu emprendedor", lo que hace que no sólo vaya unida al riesgo sino también al sueño y al misterio. Y todo ello a que se crea que puede tratarse de un don innato, que unos tienen y otros no, aunque son muchos los que no están de acuerdo con ello y aseguran que, como casi todo, es una tarea que puede llegar a aprenderse sabiendo observar los cambios que se producen en el mundo que nos rodea.
Se trata,en conclusión, de echar mano al catalejo, prender aquello que se aviste y renovarse o morir, diría yo.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Kónstantinos Kaváfis "Ítaca"
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1 comentario:
me gusta la forma en la que eñl blog ha sido elaborado, muy interezante.
http://blog.negocius.com/
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