ALGUIEN
Tú sabes porque escribo,
tu, la de los ojos transparentes,
de la sonrisa linda,
de la mujer hecha dulzura.
Aquella de la figura amiga,
del gesto aniñado y atrayente,
de la presencia calma,
la del ángel hecho imágen.
Seguro podrás crear
en quien tu quieras,
la ilusión y la esperanza,
el sueño del que espera.
Asir tus manos tibias
será un regalo tan deseado
que el que las tenga entre las suyas
creerá que está tocando el cielo.
Tu... ya sabes de quien hablo,
tu... que con solo el comienzo
de un poema leído quedamente,
has inspirado una poesía permanente.
Carlos Baena
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