27 may 2010
Dias de Playa
Día de playa... Cuando es día de playa, pocas cosas más caben. En los charcos hay peces listados, camarones trasparentes, cangrejos negros y burbujas que sueltan los musgos en la superficie. Sería enloquecedor continuar atendiendo a la vida que ocurre en un charco.
Día de playa, pues, y poco que hacer con la correspondencia entre Strauss y Scholem. Nada que poder decir. Poco que decir también, en otro plano más accesible, a las páginas de Unamuno que suelo traerme en esta clase de viajes, pequeños libros de piel y papel de cebolla, como el Leopardi, el Dante y el Nuevo Testamento que él se trajo a Fuerteventura.
Anoto, de paso, cómo Unamuno se pasaba aquí las horas jugando al solitario, y despelotándose en la azotea para tomar el sol. También él tenía sus días de playa.
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