'Partir', un amor contra todas las convenciones
Kristin Scott Thomas y Sergi López interpretan una relación salvaje
Suzanne (Kristin Scott Thomas), una mujer acomodada de unos 40 años que vive con su marido y sus hijos, se enamora de Iván (Sergi López), un obrero que ha pasado por la cárcel. Ambos se embarcan en un amour fou que pone patas arriba todas las convenciones sociales y que origina una espiral de dolor en Partir, escrita y dirigida por la francesa Catherine Corsini, que se estrena hoy en las salas españolas.
La burguesa y el proletario
"La película es casi clásica en el sentido de que es una historia de amor imposible y de que todo el mundo impide que esa relación se haga realidad. Para que Partir fuera original me pregunté qué hace hoy que una historia de amor sea imposible. Me di cuenta de que son los problemas económicos los que impiden que una persona se vaya de casa para vivir una historia de amor", explica Corsini, cuyo filme participa en la sección oficial de Sevilla Festival de Cine Europeo.
Los dos personajes se aferran al amor como a un tren que sólo se detiene una vez en una estación perdida. "Suzanne dice que si deja pasar esa oportunidad, no le volverá a ocurrir algo parecido en la vida. Con el paso del tiempo y con la edad, es difícil conocer a alguien con el que puedas vivir una pasión así. Iván irá hasta el fondo de su pasión sabiendo que será un fracaso. La acompaña hasta el final, pero en su interior sabe que salir de su clase social para ascender va a resultar un fracaso", comenta Corsini, entre cuyas películas figuran Les ambitieux (2006) y La répétition (2001).
El argumento y la música del filme evocan el universo de François Truffaut, un clásico de las historias de amor. "Cuando vi las películas de Truffaut, me dieron ganas de hacer cine", concluye la realizadora.
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