15 ago 2009
Soy solo tuya
Lejos.
Aún más lejos.
Más lejos aún de este mar,
en un océano,
he conocido al Hada Tejedora de Sueños
cuando desesperaba de amor por no tenerte.
Y me consoló con sus palabras
y tejió en mi mente un mundo, una vida de sueños,
contigo, Ulises, que tanto noto la ausencia
que me desborda en llanto incontenido.
Y me consolé en ellos
y retorné a Ítaca, a nuestro lecho,
sabiendo que aquel olor que desprendía
era tuyo y era mío.
Y un suspiro profundo nació de mi pecho
y arranco al silencio la más sublime melodía
y creció el amor entre arpegios de inusual armonía.
Soy tuya. Solo tuya.
Que mi alma no se consuela con nada en esta espera.
Que mi alma se rinde cuando tu imagen se desborda de mi memoria
y todo lo trasciende y todo lo inunda.
Soy tuya. Solo tuya.
que mi corazón late solo por sentirte.
Que ya no me veo más que por tus ojos
y estoy deseando verte para verlos.
Y la Tejedora de Sueños formó una estela
y su brillo me dio la paz y la tranquilidad requerida
y la fuerza que me alimenta en esta ausencia,
esperando que llegues a llenar mi alma y mi cuerpo.
Hambrienta estoy por sentirte
y que quites la vaciedad que me consume,
pero la fortaleza ha vuelto a mandar en la tragedia
y ya solo el amor me toma entre sus brazos.
Tu amor, Ulises, que me hace grande
y hace,
que no me importe nada.
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