Buenos, bonitos y baratos. Así son los mejores cosméticos del súper que hemos seleccionado para ti. ¡No te lo pierdas!
Por Magdalena Fraj |
Los mejores cosméticos del super
Ya sabemos que para encontrar productos de calidad no es necesario desembolsar grandes cantidades de dinero. De hecho, el maquillaje que más triunfa en Youtube es barato y ¡FUNCIONA! Así que esta vez hemos seleccionado los mejores cosméticos que podrás encontrar en el súper. ¿Ya los has probado todos?
Paleta de maquillaje
Una de las paletas de maquillaje que triunfan en YouTube.
Contiene una prebase que prepara el párpado, 4 sombras de ojos, un
iluminador con purpurina y un cepillo con dos puntas para que saques la
artista que llevas dentro. Eye Artist Luxury Palette de Astor, 10€
Base de maquillaje
Reduce el aspecto de las
imperfecciones y de los poros con esta base de maquillaje que iguala el
cutis mientras imita el tono y la textura de la piel. No reseca la piel y
le proporciona un acabado luminoso y natural. Match Perfection Foundation de Rimmel London, 5,75€
Crema anti-edad
Esta crema de día contiene
vitaminas, ceramidas, extracto de té verde e ingredientes antioxidantes y
nutritivos. Ayudará a reducir el aspecto de líneas de expresión y
arrugas para reafirmar tu piel. Anti-Edad Firmeza & Efecto Lifting Crema reafirmante de día de Olay, 11,35€
Mascarilla facial
Esta mascarilla facial purificará tu piel atrapando impurezas y absorbiendo el exceso de sebo. Perfecta para pieles con brillos e imperfecciones. Mascarilla con arcillas puras de L'Oréal Paris, 6,95€
Agua micelar
Desmaquillador para rostro, ojos y
labios. Elimina todos los restos de maquillaje e impurezas y revela una
mejor calidad de la piel. El producto ideal para pieles sensibles
normales a secas. Agua Micelar de L'Oréal Paris, 4,85€
Limpiador facial
Gel limpiador facial refrescante
para pieles normales, secas y mixtas. Elimina la suciedad con suavidad y
purifica la piel sin resecarla gracias al extracto de aloe vera y
pepino. Gel de limpieza facial de Olay, 2,95€
La Ertzaintza ha detenido a la madre de la niña de nueve años que
falleció intoxicada por medicamentos el miércoles por la noche en Bilbao
por su presunta implicación en el crimen. La menor y su progenitora fueron halladas ese día
por otra hermana de la pequeña. Estaban juntas y abrazadas en la cama
de su domicilio de la calle George Steer, en el barrio de Atxuri. Los
servicios de emergencia pudieron reanimar a la madre, pero no a la
menor. Desde entonces, la mujer ha estado en la Unidad de Cuidados
Intensivos del Hospital bilbaíno de Basurto hasta que el viernes por la
noche fue trasladada a planta. La Ertzaintza le va a tomar declaración
en las próximas horas. La policía vasca no ha cerrado ninguna hipótesis. Junto a la cama en
la que se encontraban madre e hijo se halló una nota manuscrita en la
que daba la impresión de que una tercera persona explicaba los hechos a
la hija mayor. Sin embargo, los investigadores creen que todo fue ideado
por la mujer, lo que ha motivado su detención a las once y media de la
mañana de este sábado. La policía vasca está convencida, a falta de los resultados de la
autopsia de la niña, de que la menor murió tras la ingestión de alguno
de los medicamentos que tomaba su madre para superar los dolores de
alguna lesión ósea y para la depresión que sufría tras una intervención
para reducir su estómago que le había hecho perder muchos kilos.
La madre tenía cortes en los brazos, lo que avala la tesis de que
después de intoxicar a la niña se intentó suicidar. De hecho, cuando los
servicios de emergencia lograron entrar en la vivienda comprobaron que
tenía en su mano fármacos, opiáceos y parches de morfina, con los que
intentaría superar los dolores. Algunos vecinos explicaron tras conocerse los hechos que "daba la
impresión" de que la madre de la niña estaba "deprimida" porque los
medicamentos que tomaba para alguna dolencia que sufría no le quitaban
los dolores. "Pero quería muchísimo a sus hijas, jugaba todo el rato con
la pequeña, y todos los días la llevaba al colegio", ha dicho una
vecina de su mismo portal. Otro vecino apuntó que fue intervenida de
obesidad mórbida hace algunos meses y desde entonces sufría altibajos. De hecho, esa ha sido la primera y la más sólida de las tesis que
manejó la policía vasca. "La Ertzaintza investiga la muerte de la niña
como un homicidio", aseguraron 12 horas después del homicidio. El
testimonio de la madre será determinante para esclarecer los hechos. La alerta saltó minutos antes de las diez de la noche del pasado
miércoles cuando la hermana mayor alertó a la policía. Tanto la niña
como la madre fueron atendidas por sanitarios de Sos-Deiak. Los
servicios sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento de la
menor.
Ha
cambiado el placer visual y nos aburre ir a un museo o una sala de
exposición y encontrar solo obras expuestas, no estaría mal volver a la
fisicidad de un cuadro.
Me pregunto por qué está mal visto mirar un cuadro sin más y tantos
insisten en que el “arte” debe presentarse rodeado de documentos o en
formatos inesperados. Ha dejado de ser chic mostrar una pintura, un
dibujo o un vídeo sin los gadgets que los conviertan en una
rocambolesca fórmula de consumo. Se diría incluso que la moda de
presentar “obras de arte” de maneras insólitas ha llegado a los museos
clásicos. También allí se rompe el hechizo pretérito con profusión de
documentos —a veces, sin venir al caso—, fragmentos de películas
—mutilación del cine que se convierte en relleno para un discurso— o
cualquier otra estrategia que se pueda imaginar, con el único fin de
satisfacer el horror vacui visual al que nos tienen acostumbrados los excesos de Instagram.
Quizás es lo que el público demanda: entretenimiento, tuits que
asedian tiempo y silencio sin sustancia; que gobiernan los gustos sin
sorpresas; que dirimen la política mundial en 280 caracteres —no en vano
un político “verde” ha decidido darse de baja en las redes sociales
para escuchar el mundo—. No basta con mirar una obra: han cambiado las
maneras del placer visual y nos aburre ir a un museo o una sala de
exposición y encontrar solo obras expuestas. Lo vaticinaba Benjamin en Dirección única,
su libro de 1928: “La expresión de quienes se pasean en las pinacotecas
revela una mal disimulada decepción por el hecho de que en ellas solo
haya cuadros colgados”.
Parece que hemos tomado al pie de la letra esta frase irónica y nos
hemos puesto la tarea de construir —y vender— un arte supuestamente para
todos los públicos que sustituye a las populares exposiciones blockbuster —Leonardo,
Picasso, Van Gogh, Dalí, Warhol y algunos pocos más …—, caras y
difíciles, con el fin de crear una especie de premio de consolación
—desde la realidad aumentada a todo lo que se pueda imaginar— que se
convierte en sustituto de la obra física. Nada en contra, por cierto. Lo
malo es que estas propuestas sin mucha sustancia se publicitan como la
estrategia para hacer el arte accesible, divertido. O sea, pura retórica
demagógica. A veces, hasta sirven para blanquear alguna obra de dudosa
autoría. Decir que el arte es hoy un lugar del consumo por excelencia es decir lo
obvio, pero en medio de tanto premio de consolación igual no estaría
mal volver a la fisicidad de un cuadro de vez en cuando, pues la
divulgación no tiene por qué ser banal. Y no digo que no deban hacerse experimentos como el de Van Gogh
—allá cada uno—, pero que no se venda como el medio más eficaz de
conocer a este artista y su obra sin aburrirse. ¿Quién dice que es
aburrido mirar un cuadro? Qué anticuados, por favor. Recuerdo cuando fui al Museo del Prado y vi TODAS las pinturas expuestas, desde La Gioconda porque me llevé un chasco al ver multitud de Japoneses observando y yo me dije:!!! Anda pero que pequeñito es."" No sé, fue un atracón desde Velázquez ,Goya o Murillo y ver a una Mona Lisa pequeñita, sabía que no era la auténtica, así que me dije en el Luvre estará mejor.....pero es otra historia. Fui, en Milán ,a la restauración de la ültima Cena de Leonardo y tb me pareció muy pequeñita....no es lo mismo la Historia del Arte como ver una representación artística ahora. Puedes ver el Fusilamiento del 3 de Mayo de Goya, y la Balsa de la Medusa y sentir que en la pintura hay sentimientos que te traspasan.O La Libertad Guiando a un pueblo, pero ver a Sorolla te produce alegria con tanta luz y su buen manejo o ver cualquier Velázquez que te transmite toda la Historia de aquel momento .Aunque me guste mucho la Rendición de Breda ,me maravilla las Hilanderas y no tanto Las Meninas. pero es una forma muy personal de ver la Historia en el Arte. Ver las Meninas de Picasso fue un desecanto absoluto, un amigo me decía bajito , Están mejor en las Diapositivas verdad?? y yo muerta de la risa le mandé a callar para que no se notara que no las habíamos visto nunca al natural. Con los años aprendí que se puede decir que no me gusta el Guernika, y que no creo que Picasso dijera que lo trajeran a España cuando Franco hubiera muerto.
Nieto del primer ministro Antonio Maura, creció en una familia de la
alta burguesía antes de emprender en la adolescencia el camino al
exilio. Se unió a la Resistencia francesa contra las fuerzas de
ocupación alemanas, acabó detenido en el campo de concentración de
Buchenwald hasta abril de 1945, actuó como agente encubierto del Partido
Comunista en la España franquista, pegó un sonado portazo en los
sesenta a la formación política dirigida con mano de hierro por Santiago
Carrillo, y se volcó en la literatura y el cine, aunque regresó a la
política española como ministro de Cultura en el Gobierno de Felipe
González a finales de los ochenta. Tuvo al menos tres nombres (Jorge;
Georges como era conocido entre la intelligentsia parisina; y
Federico Sánchez, su alias en la clandestinidad), y el magnetismo que
rodeó su figura nunca estuvo exento ni de glamur, ni de un aura de
misterio.
La intensa vida de Jorge Semprún
(Madrid, 1923-París 2011) bien podría parecer una apasionante trama de
ficción sobre el siglo XX europeo. Él fue el primero en comprenderlo y
tiró de su historia en la docena larga de novelas y ensayos que publicó,
y en los 15 guiones que escribió, uno de los cuales le valió la
nominación a un Oscar. Ahora un nuevo capítulo póstumo se añade a esta
existencia ficticia del autor de La escritura o la vida, con una miniserie televisiva de entre seis y ocho capítulos. Una vez más, el punto de partida es la realidad: en este caso la biografía Ida y vuelta. La vida de Jorge Semprún,
de la catedrática de Williams College Soledad Fox Maura. “Cuando
escribía imaginaba hasta la banda sonora, pero me parecía inconcebible
que una biografía de investigación acabara convertida en una serie”,
dice la autora que invirtió más de cinco años en la escritura del libro,
en el que recoge cerca de 50 entrevistas con amigos y colaboradores del
intelectual español.
No será esta la primera incursión televisiva, las apariciones de Semprún en el legendario programa literario Apostrophe
de Bernard Pivot le colocaron en la sala de estar de millones de
hogares en Francia. Su nueva reencarnación le convertira en héroe de
ficción.
Nieto del primer ministro Antonio Maura, creció en una familia de la
alta burguesía antes de emprender en la adolescencia el camino al
exilio. Se unió a la Resistencia francesa contra las fuerzas de
ocupación alemanas, acabó detenido en el campo de concentración de
Buchenwald hasta abril de 1945, actuó como agente encubierto del Partido
Comunista en la España franquista, pegó un sonado portazo en los
sesenta a la formación política dirigida con mano de hierro por Santiago
Carrillo, y se volcó en la literatura y el cine, aunque regresó a la
política española como ministro de Cultura en el Gobierno de Felipe
González a finales de los ochenta.
Tuvo al menos tres nombres (Jorge;
Georges como era conocido entre la intelligentsia parisina; y
Federico Sánchez, su alias en la clandestinidad), y el magnetismo que
rodeó su figura nunca estuvo exento ni de glamur, ni de un aura de
misterio. La intensa vida de Jorge Semprún
(Madrid, 1923-París 2011) bien podría parecer una apasionante trama de
ficción sobre el siglo XX europeo. Él fue el primero en comprenderlo y
tiró de su historia en la docena larga de novelas y ensayos que publicó,
y en los 15 guiones que escribió, uno de los cuales le valió la
nominación a un Oscar. Ahora un nuevo capítulo póstumo se añade a esta
existencia ficticia del autor de La escritura o la vida, con una miniserie televisiva de entre seis y ocho capítulos. Una vez más, el punto de partida es la realidad: en este caso la biografía Ida y vuelta. La vida de Jorge Semprún,
de la catedrática de Williams College Soledad Fox Maura. “Cuando
escribía imaginaba hasta la banda sonora, pero me parecía inconcebible
que una biografía de investigación acabara convertida en una serie”,
dice la autora que invirtió más de cinco años en la escritura del libro,
en el que recoge cerca de 50 entrevistas con amigos y colaboradores del
intelectual español. No será esta la primera incursión televisiva, las apariciones de Semprún en el legendario programa literario Apostrophe
de Bernard Pivot le colocaron en la sala de estar de millones de
hogares en Francia. Su nueva reencarnación le convertira en héroe de
ficción. La productora Telespan del grupo Vértigo 360 anunció el miércoles el
proyecto, que aún está en fase embrionaria. “Con esto abrimos una línea
de trabajo nueva, con series de alto presupuesto que sean coproducciones
internacionales. Estamos en conversaciones con posibles socios en
Francia. La dimensión de Semprún fuera de España y el momento tan
convulso que vivimos en Europa, hacen que sea particularmente apropiado
recuperar su historia”, apuntaba el productor Alberto Rull. “No será una
hagiografía, pero tampoco un documental, como el que hizo RTVE. Usaremos sus películas y escritos para reconstruir la época”. En 2019
seleccionarán el casting internacional, en el que habrá que
buscar a actores que interpreten desde a Yves Montand hasta a Javier
Pradera. El guion, la producción ejecutiva y, posiblemente, también la
dirección de la serie correrán a cargo de Agustín Díaz Yanes. “Si trataras de inventar un personaje como Semprún no te saldría”,
explica el director y guionista. “En España siempre ha estado rodeado de
polémica, porque somos muy raros. Fue recibido como un afrancesado,
aunque él se definía como un rojo español”, comenta Díaz Yanes, y
enmarca en este contexto la dura batalla que tuvo como ministro de
Cultura con la ley del cine. Lo primero que el director español leyó de
él, cuando aún era un veinteañero y estaba afiliado al PC, fue también
el primer libro que el intelectual publicó, ese que empezó a escribir en
la clandestinidad, El largo viaje. Años después coincidieron
en el jurado de un premio literario, pero fue a través de las historias
que le contaron dos buenos amigos comunes, Domingo Dominguín y Javier Pradera,
como conoció mejor a Semprún. En la biografía de Fox Maura donde dice
haber descubierto multitud de historias desconocidas sobre su infancia,
juventud y vida parisina. Intelectual y hombre de acción, “lo excepcional de la vida de Semprún no
es que coincidiera en el tiempo con las convulsiones políticas que
marcaron su tiempo, sino que él se involucrara tan a menudo en tantas de
ellas”, escribe Fox Maura. Sostiene que en los informes diarios que
escribió para el PC como agente clandestino se encuentra el germen de su
pulsión novelística: "Ahí encontró la disciplina de escribir cada día,
como en un diario personal que presenta al público. Esto fue lo que hizo
con sus libros más adelante. Jorge era consciente de su propio
personaje. También estaba obsesionado con dejar un archivo visual. Pudo
haber ido a Hollywood, pero decidió seguir adelante con su compromiso
personal y político. Su influencia en Costa Gavras o Alain Resnais es
evidente; y en Yves Montand encontró a su álter ego de ficción". A pesar
de la fama y reconocimiento que Semprún tuvo en vida, "hay una
generación que apenas le conoce y la nueva serie permitirá cambiar esto,
será una forma de difundir su figura y educar". Las fascinación que
acusaba Semprún perdura.