Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 jul 2018

La ministra de Defensa, sobre las grabaciones a Corinna: “Al Estado no se le chantajea”

La comparecencia en el Congreso del director del CNI ha sido promovida por Robles con la conformidad del general.

 

Sanz Roldán y Margarita Robles en la sede del CNI. VÍDEO: ATLAS
La filtración de unas grabaciones realizadas supuestamente por el excomisario José Manuel Villarejo en las que Corinna zu Sayn-Wittgenstein afirma que Juan Carlos I la usó como testaferro y en la que acusa a los servicios secretos españoles de amenazarla han provocado la primera reacción por parte del Gobierno con el anuncio del director del CNI, Félix Sanz Roldán, de que tiene la intención de comparecer en el Congreso para dar su versión sobre la relación de los servicios secretos con la amiga del Rey emérito.
No sé por qué tenemos un Rey Emerito con fortuna particular y con muchos petrodoláres y una sencilla Reina que no vivirá en el aire. Encima pagamos a las amantes del Emerito y por rencillas amorosas hacen
 una vendetta. En muchas monarquias hay conflictos por amantes despechadas y este no iba a ser menos. 

Este anuncio se produce porque en este asunto en particular y siempre en general, el Gobierno no puede admitir chantajes. 
Esta es la aseveración de la ministra de Defensa, Margarita Robles. “El Estado no puede someterse al chantaje de nadie y cualquier vulneración de la legalidad lleva consigo la asunción de responsabilidades que se diluciden en un procedimiento judicial”, declara a EL PAÍS la titular de Defensa, de quien depende el CNI. Tras invocar estos principios, la ministra confiere a la comparecencia del director de los servicios secretos“la máxima normalidad”, ya que por ley debe producirse cada seis meses, como ella misma pedía cuando era portavoz parlamentaria del grupo socialista.
Y todo controlado por un Comisario en apuros, "Villarejo" que grabó a diestro y siniestro y está en la cárcel, no por grabar a Corina precisamente porque hay muchas señoras y a Juan Carlos de Borbón le gustan las mujeres y el dinero, el vino no lo sé.
Estas nuevas cintas y otras grabadas por Villarejo fueron incautadas hace meses a un colaborador del comisario y están siendo analizadas por la policía para remitirlas al juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea.
 El magistrado deberá decidir si abre una pieza separada en función de ese futuro informe policial. Villarejo está encarcelado desde el año pasado, cuando fue detenido por los presuntos delitos de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.
 

Un niñato con un curriculum falso

Pablo Casado: “No gastaría un euro en desenterrar a Franco”.Pues mira por donde tu no te vas a gastar nada, todavía no se ha dicho si todo tu curriculum es falso como el de aquela señora pretenciosa. Salen de la misma Universidad.

No me gusta nada pero nada ese imbecil de Casado y más si va de la mano de esa otra imbecil como lo es Cospedal. Harta estoy de ese PP mentiroso y embacaudor.

Pablo Casado, esta mañana en un desayuno informativo.
Pablo Casado, esta mañana en un desayuno informativo.

 Miren esa carita de pijo pero pijo venido a más.


La Dichosa RAE............................. Iker Seisdedos

Darío Villanueva: “El problema está en confundir la gramática con el machismo”.

Darío Villanueva, director de la RAE, reflexiona sobre la petición del Gobierno a la Academia para que realice un informe sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución.

Los Diálogos entre adolescentes son sonidos con significado :Que Guay, es muy Heavi. son unos signos que ellos conocen perfectamente y saben de que hablan o a que se refieren

Reducen el Lenguaje casi a el origen de él qn plena Prehistoria que se comunicaban con signos y señales y se comprendian muy bien, a medida que su inteligencia aumentaba se utilizaban más sonidos con significado, así que en estos momentos estamos más cerca del principio antes incluso que la Torre de Babel.

Un sin pa por ejemplo....como forma de decir "irse sin pagar"....

 

El director de la RAE, Darío Villanueva, en la sede de la institución en Madrid, el pasado martes. En video, declaraciones de la Vicepresidenta Carmen Calvo.
El director de la Real Academia Española (RAE) Darío Villanueva (Villalba, Lugo, 1950) empezó la semana pasada inmerso en una polémica sobre las decepcionantes ventas en papel de la 23ª edición del Diccionario y la terminó en mitad de una tormenta por la renuencia de la RAE a abrazar el lenguaje inclusivo en la Constitución. 
Tras ambas controversias laten dos problemas de una institución de 305 años. Por un lado, están las estrecheces económicas, derivadas de una prolongada crisis y de una drástica reducción de la aportación del Estado.
 Por el otro, la imagen de sus académicos.
La RAE salta a menudo a los titulares por encontronazos lexicográficos, deslices ante periodistas y otras salidas de tono de una entidad acusada de demasiado conservadora y de poco inclinada a adaptar el idioma a las realidades de la igualdad y el género. 

Villanueva concedió esta entrevista el martes, mientras la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunciaba en el Congreso que iba a pedirle un informe para adaptar el texto de la Constitución a un lenguaje inclusivo.
 El director, en el cargo desde 2014, advirtió durante la charla que “el problema está en confundir la gramática con el machismo”. “Las lenguas se rigen por un principio de economía; el uso sistemático de los dobletes, como miembro y miembra, acaba destruyendo esa esencia económica. 
Las falsas soluciones, como las que proponen poner en lugar del ‘o’ y el ‘a’, el ‘e’, me parecen absurdas, ridículas y totalmente inoperativas”.
 Ayer Villanueva lamentó en conversación telefónica que Calvo hubiera echado “toda la artillería” en público y que aún no se hubiese puesto en contacto con él. “Como comprenderá, no voy a ser yo el que ande buscándola”.
 Y se reiteró en sus convicciones. “Ya hemos iniciado el trámite [que acabará con un pronunciamiento del pleno en octubre]. Aunque la doctrina sobre el tema es muy clara y no creo que la academia se vaya a apartar de ella.
 El cambio de la constitución es muy difícil; francamente, lo veo como una serpiente de verano.  
La reacción de Arturo Pérez-Reverte, que puso la venda antes de la herida, no ha ayudado al sosiego [el académico dio su palabra en Twitter de que dejaría la RAE si prosperaba la iniciativa]. 
No se conoce un caso de nadie que haya abandonado la institución y no está en cuestión el carácter vitalicio del cargo de académico”.

Pregunta. ¿Es consciente de que una parte de la sociedad ve la RAE como una institución incapaz de responder a los retos de una sociedad que cambia?
Respuesta. Lo soy, pero los tópicos son muy difíciles de desmontar.
 El diccionario no es elástico; hay que hacer una selección. 
Porque el diccionario es de todos. También hay una razonable demora temporal. 
Y hay palabras globo, que se usan, se hinchan y desaparecen. No estamos desfasados. Es que tenemos que ir por detrás de la sociedad.
 La academia no inventa, no propone, no impone, no induce el uso de las palabras, sino que recoge las que la sociedad genera. Es un problema sin solución.(La Rae no brillaba y daba esplendor)?

Cómo resolver “un problema histórico”

¿Qué opina Darío Villanueva de quienes ven como una oportunidad perdida cada vez que eligen a un nuevo académico y no es una mujer?
 “El mayor error de la RAE es no haber admitido cuando debió hacerse a Gertrudis Gómez de Avellaneda, y luego a Emilia Pardo Bazán. Ahora hay ocho mujeres. 
De ellas, 6 elegidas desde 2010.
 Es decir, casi a razón de una por año.
 Y antes de estas ocho había habido tres (Carmen Conde, Elena Quiroga y Ana María Matute).
 Lo cual quiere decir que la academia está intentando resolver un problema histórico.
 En el caso de María Moliner, que siempre se pone de ejemplo, salió Emilio Alarcos Llorach. Doña María luego no volvió a ser presentada, debido a que entró en un proceso de enfermedad. Porque, créame, hubiese entrado seguro”.
 Exigen que se retire del diccionario una determinada palabra. 
Y cada grupo dice cuál es la palabra que no quiere que esté en el diccionario.
 Cuando si están ahí es porque la gente las usa. La Embajada de Japón protesta porque en el diccionario está kamikaze. Incomoda judiada. Y a los jesuitas, jesuítico, en su acepción de hipócrita. Esto no tiene fin. 
 Llegan todos los días peticiones. La última, que hay que retirar la palabra racional, porque es una ofensa a los seres irracionales.
P. ¿Y más allá de esos ejemplos caricaturescos? ¿Atienden de un modo especial las peticiones feministas?
R. Pongo esos ejemplos porque por esa pendiente no hay freno. Pero atendemos a las cosas con sentido, claro.
 Hace poco hemos hecho una modificación en la quinta acepción de la palabra fácil. 
 “Dicho de una mujer que se presta sin dificultades a mantener relaciones sexuales”. Ahora habla de una persona.
 ¿Por qué? Desde hace 30 años, con el cambio de hábitos, hemos encontrado ejemplos de empleo de la palabra referido a hombres.
P. ¿Están las palabras más cargadas de ideología que antes?
R. La corrección política es una forma de censura perversa, que no procede del partido, del Gobierno o de la Iglesia. Es una censura difusa, que no sabemos muy bien de dónde viene, y según la cual, hay cosas que no se pueden decir

 

15 jul 2018

Otra vez Bambi........................................... Elvira Lindo

De momento, en España, ganan sin esfuerzo aquellos que aplauden los festejos populares en los que semaltrata o mata a un animal.

Un toro de la ganadería Miura, ayer, durante el último encierro de los Sanfermines 2018.  

Un toro de la ganadería Miura, ayer, durante el último encierro de los Sanfermines 2018. EFE

 

Llega julio y es matemático: salen los mozos a defender la Fiesta con la misma bravura con la que salen los toros del toril.
 Defienden las corridas, los encierros, la liturgia de la sangre y la nobleza que, al parecer, dicha tradición conlleva.
 Salen los mozos precipitados, tempraneros, se manifiestan en la defensa de las fiestas taurinas mucho antes de que alguien escriba una opinión en contra, valientes sin necesidad o, como ahora se dice, políticamente incorrectos, hacen correr ríos de tinta acusando a los amantes de Bambi de querer amargarles una diversión tan genuina.
 Más que pasión es furia la que muestran los mozos en sus palabras, tanta que el ministro de Cultura, recién estrenada su cartera, tuvo que amagar y suavizar su pasado de ponente animalista. 
Que nadie se extrañe.
 Si el ministro se hubiera metido en ese jardín no hubiera durado dos días. 
Y ya fue suficiente con el anterior que tuvo que pedir perdón por no ser futbolero (aunque al final su salida fuera por cuestiones fiscales).
 Honestamente, creo que a un ministro de Cultura se le perdona más en nuestro país que no lea un libro a que se atreva a disentir de los espectáculos nacionales.
 En cuanto al cine, se solventa con ver Cine de Barrio.
 Llegan estas fechas y es que da como susto escribir sobre la crueldad de algunas imágenes brutales que te llegan de los encierros españoles (incluyo a Cataluña). 
Son escenas que tiene una en la memoria de cuando era niña y veía pasar desde el balcón a los toros huyendo de los mozos que disfrutaban haciéndoles perrerías en un tiempo en el que nadie en mi entorno había pronunciado la expresión “maltrato animal”. 
Daba miedo el sonido que hacían las patas del animal contra el suelo, la sangre brotando del lomo y la saliva gruesa deslizándose por la lengua, daban miedo también el sudor de los mozos que aún exhalaban el alcohol de la noche anterior, los gritos de las mujeres, las onomatopeyas con que los muchachos provocaban a los animales y los palos golpeando los cuernos. 
Era un espectáculo que me provocaba estupor, porque intuía en aquello una especie de bautismo de brutalidad.
 Yo crecí, desarrollé una personal sensibilidad hacia los animales, al margen de cualquier grupo organizado, pero algunas de las personas que quería entonces y luego, ni peores ni mejores que yo, siguieron disfrutando de su tradición sin que les quepa la menor sombra de duda.
 Están tan seguros de que esa es una manera indiscutible de divertirse y de defender la identidad de su pequeña patria que entenderían como una intromisión inaceptable que por decreto se les prohibiera lo que algunos aseguran estar esperando todo el año. Será el tiempo o la educación en la empatía con el sufrimiento animal quien ponga fin a esto, en ningún caso una columna como la que ahora escribo.
Por eso, por lo poco optimista que soy con respecto a ver algún día el fin de los encierros, me sorprende el desgaste de energía de los que salen a las columnas de opinión a defenderlos como si tuvieran que hacer acopio del mismo valor que el que sale a correr delante del toro. 
La vehemencia se transforma en agresividad cuando la ejerce quien va ganando, y de momento, en España, ganan sin esfuerzo aquellos que aplauden los festejos populares en los que se aturde, vapulea, maltrata o mata a un animal. 
Tanta defensa de la incorrección política y lo que desean es que el disidente cierre la boca para no amargarles la fiesta.
 Y sí, es fácil ridiculizar a quien ama a los animales, o a quien se limita a respetarlos, a no perturbar el curso natural de sus vidas.
 Es sencillo y muy tópico ya definirlos como idiotas que se han creído las ficciones de Disney y quiere abrazar cobras y acariciar coyotes:
 “¡Pero luego bien que matáis el mosquito que no os deja dormir, eh!”. 

Lo molesto es la vehemencia y la repetición de conceptos
. Por estas fechas, los muchachos airados salen a defender lo más subvencionado, lo más alentado por los Ayuntamientos, lo extra publicitado, lo que disfruta de una relevante visibilidad en los medios; gritan, a los cuatro vientos hasta quedarse afónicos, que una ola de puritanismo pretende acabar con la diversión más auténtica, esa que entiende que la fiesta es transgresión, intercambio de papeles, desmadre liberador, subversión, desfogue y blablablá. 
Pero no les moverán. Eso está claro. 
 Así lleva siendo desde que tengo memoria, y así será me temo por mucho tiempo; de tal forma que quede tranquila la muchachada. Aunque presiento que somos muchos a los que no nos gusta este espectáculo, nuestra voluntad, de momento, vale menos que la suya.
No presumáis, queridos mozos, de arrojo en vuestra defensa cerrada porque aquí, de momento, camináis de la mano de la autoridad competente.
 Y eso sí que es incompatible: ser rebelde y estar subvencionado.