Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

22 jun 2018

Charlize Theron: esa mujer, esa actriz................... Carlos Boyero

Como a la Romy Schneider adulta, como a Michelle Pfeiffer, reconocería a esta actriz aunque saliera disfrazada de King Kong.

Charlize Theron, en 'Tully', de Jason Reitman. En vídeo, crítica de Carlos Boyero.
TULLY
Dirección: Jason Reitman.
Intérpretes: Charlize Theron, Mackenzie Davis, Ron Livingston, Mark Duplass.
Género: drama. EE UU, 2018.
Duración: 95 minutos.
La muy cómplice y duradera asociación entre la guionista Diablo Cody y el director Jason Reitman dispone de notable prestigio entre el público indie, entre hipsters, espíritus tan modernos como sensibles y demás especies fatigosamente actuales.
 No participo de ese encantamiento
Me suele marear tanto afán de originalidad, intensidad emocional, pretensiones de vanguardia. 
Sin embargo, Jason Reitman también se inventó una película que adoro y revisito continuamente.
 Se titula Up in the Air. Es una tragicomedia admirable, protagonizada por un tipo cuyo deplorable trabajo, pagado por las humanistas empresas, consiste en asesorar y consolar a los infinitos y desolados currantes que la crisis condenó a la puta calle con la misión de que estos no creen demasiados problemas a sus antiguos patronos.
 Este hombre inteligente, pragmático y cínico, cuyo feliz hogar lo constituyen los hoteles y los aeropuertos, las seducciones rápidas y de duración fugaz, vivirá perplejo y sin defensas un desastre sentimental al confundir la aventura con el amor. 

 Todo en Up in the Air desprende estado de gracia. 
Siempre me deja agridulce sabor de boca. Me sigue divirtiendo y conmoviendo, jamás me cansa.
Es fundamental para los futuros espectadores de Tully, última, extraña y atractiva criatura de Jason Reitman, que nadie le desvele a los futuros espectadores el misterio que oculta su argumento. 
No lo haré ni yo, que me pongo de los nervios cada vez que escucho eso tan cursi de “No me hagas un spoiler”
. El guion bucea en lo que ocurre en la vida cotidiana, en la torturada cabeza y en el agotado organismo de una mujer que va a parir a su tercer hijo, del agobio ante responsabilidades múltiples, de la tristeza que le asalta sin necesidad de mirarse en el espejo, de la depresión posparto, de plantearse lo que fue antes su vida y el yugo que impone crear una familia, del cansancio infinito en el cuerpo y en el alma. 
Quiere a su bondadoso y grisáceo marido y adora sin gestos estridentes a sus críos, aunque la discapacidad de uno de ellos aumente su angustia hasta límites peligrosos. 
Y recibe una oferta de su generoso hermano para que la contratación de una niñera nocturna para el bebé le permita un poco de descanso. 
Ahí empiezan a ocurrir cosas sorprendentes y venturosas, para la agotada protagonista y para el intrigado espectador. 

Me gusta moderadamente Tully, pero lo que de verdad me enamora, como siempre, es la presencia de esa actriz más que buena y preciosa mujer llamada Charlize Theron.
 Tuvo que ponerse como una foca y deformar su rostro en Monster para que los académicos descubrieran que la sensual muñeca también poseía talento y le otorgaran ese rutinario Oscar que siempre conceden a actores y actrices que interpretan a gente con diversas taras. 
Cuentan que para dar vida a una embarazada, Charlize Theron añadió veinte kilos a su insigne cuerpo y el resto lo aportó el maquillaje y el vestuario.

Sin embargo, la fascinación y la credibilidad que desprende desde que apareció en una pantalla permanecen intactas.
 Y te cuenta muchas y profundas cosas sobre el personaje al que da vida con sus ojos, su gestualidad, sus sobrias y matizadas sensaciones, su voz y su tono.
 Como a la Romy Schneider adulta, como a Michelle Pfeiffer, reconocería a Charlize Theron aunque saliera disfrazada de King Kong.
 Son las cosas del amor.

 

Dos virus de la infancia, relacionados con el alzhéimer

 

Los tejidos cerebrales de los enfermos tienen el doble de herpesvirus que los cerebros sanos.

 

Alzheimer 
Parte del banco de tejidos cerebrales del Hospital Monte Sinaí usado en el estudio. AP
Dos virus que se contraen en los primeros años de vida están relacionados con el alzhéimer que devasta los últimos años de la vida de millones de personas. 
En una demostración del poder de la ciencia con datos masivos, investigadores de una veintena de instituciones de EE UU han encontrado que la presencia de dos miembros de la familia Herpesviridae es mucho mayor en el cerebro de los que han sufrido la enfermedad.
 La conexión no significa que los patógenos causen la enfermedad de Alzheimer, pero da argumentos a una de las hipótesis sobre el origen todavía desconocido del mal postulada a mediados del siglo pasado.
La enfermedad de Alzheimer es el principal tipo de demencia relacionada con la edad.
 En Europa, La incidencia es de 11 casos por 1.000 habitantes.
 En España, el 7% de los mayores de 65 años sufren alzhéimer, porcentaje que sube hasta el 50% en los mayores de 80 años.
 El mal, que se ceba primero con la memoria inmediata, va borrando cada vez más recuerdos, hasta afectar a otras habilidades cognitivas. 
Descrita hace más de un siglo, aún se desconoce qué la provoca. se caracteriza por la formación de placas y ovillos alrededor de las neuronas.

Casi sin pretenderlo, investigadores estadounidenses han encontrado pistas que señalan al posible papel vírico en la enfermedad.
 Buscando los mecanismos concretos del alzhéimer para el diseño de potenciales fármacos, científicos del Hospital Monte Sinaí secuenciaron el material genético de muestras de regiones del cerebro (las más castigadas por el mal) de 622 fallecidos con la enfermedad y otros 300 que murieron con su cerebro intacto.
 El análisis mostró que los tejidos cerebrales de los primeros contenían una cantidad anormalmente alta de herpesvirus humano 6A (HHV-6A) y el herpesvirus 7 (HHV-7).
 Se trata de dos virus aún poco conocidos por la ciencia (ambos fueron aislados hace unos 30 años), que pasan al organismo a edades muy tempranas, muchas veces asintomáticos y muy extendidos entre la población.
Gracias al impulso de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU, los investigadores pudieron disponer de muestras de otros casi 1.000 cerebros de otros bancos de tejidos cerebrales para repetir su estudio. 
Tal y como publican en la revista especializada Neuron, los resultados replicaron los del primer trabajo.
 Aunque la generalidad de las muestras tenía el rastro de diversos virus humanos muy comunes, en el caso de las personas que murieron con la enfermedad, la cantidad de estos herpesvirus al menos doblaba a la de los cerebros sanos. 
Más relevante aún, genes que se sabe intervienen en el alzhéimer aparecían infiltrados del material genético (ARN) de los virus.
"Los estudios anteriores sobre la conexión entre virus y alzhéimer han sido siempre muy indirectos y correlativos.
 Pero nosotros hemos podido realizar un análisis computacional más sofisticado usando diversos niveles de información genómica tomada directamente del tejido cerebral de afectados. 
Este análisis nos ha permitido comprobar cómo los virus están interactuando directamente o corregulando genes que se sabe intervienen en el alzhéimer", dice en una nota el investigador de la Escuela Icahn de Medicina del Monte Sinaí y principal autor del estudio, Joel Dudley. 
"No creo que se pueda afirmar que los herpes virus son la causa principal del alzhéimer.
 Pero lo que es evidente es que interfieren y participan en las redes que directamente están detrás de la patofisiología de la enfermedad", añade.

Los autores del estudio insisten en que hay que mucho que investigar aún antes de determinar luna relación causal entre los virus y el alzhéimer.
 De hecho, la conexión que han encontrado bien podría ir en dirección contraria: la mayor presencia de estos virus en los cerebros de personas con alzhéimer podría deberse a la facilidades para su propagación que ofrece un proceso neurodegenerativo como este.
Es lo que recuerda la doctora del Instituto para la Investigación de la Demencia de Reino Unido, Tara Spires-Jones:
 "Sus análisis son consistentes y señalan que estos virus pueden estar interviniendo en los cambios cerebrales dañinos que provocan el alzhéimer; sin embargo, también es posible que las personas con la enfermedad sean más susceptibles a infecciones cerebrales puesto que el alzhéimer daña la barrera entre el torrente sanguíneo y el cerebro que lo protege de las infecciones".


Este solsticio de verano será el día más largo de la historia de la Tierra

Este solsticio de verano será el día más largo de la historia de la Tierra.

 

La ralentización de la rotación de la Tierra ha permitido que esto sea posible

Este jueves será el día más largo de la historia. /
Este jueves arranca oficialmente el verano. 
 A las 12.07 horas, la Tierra alcanzará el punto de su órbita en el que, debido a la inclinación del eje del planeta, el Polo Norte se encuentra más cerca del Sol.
 Un fenómeno, conocido como solsticio de verano, que da paso a una nueva estación y que se caracteriza por protagonizar el día más largo del año para el 88% de los habitantes del Hemisferio Norte.

La razón de que el solsticio de verano sea el día más largo del año está relacionado con los grados de inclinación del eje de la Tierra en relación con el plano de la órbita. 
Una cifra, 23,5 grados, que determina la duración de los días a medida que el planeta gira en torno al sol.
 Por esa misma razón, entre el día más largo y el más corto del año puede haber una diferencia de casi seis horas.

El día más largo de la historia

Sin embargo, este solsticio de verano no será únicamente el día más largo del año, sino de la historia
El geocientífico de la Universidad de Wisconsin Stephen Meyers ha explicado, en una entrevista para National Geographic, que este 21 de junio será el día más largo de la historia de la Tierra puesto que el tiempo que necesita la Tierra para girar sobre su propio eje es cada vez mayor.
Para apoyar su teoría, el investigador demostró recientemente que hace 1.400 millones de años el día apenas duraba 18 horas. 
Sin embargo, gracias a los cambios gravitacionales de nuestro planeta, el día de la Tierra se hace cada año más largo.
 Según explica el geofísico de la Universidad Nacional de Australia, en Camberra, el tirón gravitacional de la luna aumenta la marea oceánica, arrastrando al planeta y reduciendo la velocidad de rotación de la Tierra.

La velocidad de la Tierra se reduce en 1,78 milisegundos cada siglo

De hecho, la Luna también solía estar mucho más cerca de la Tierra, por lo que el tirón gravitatorio que ejercía sobre la Tierra era mucho mayor. 
Según ha explicado el geofísico, este arratre provoca que la velocidad de rotación de la Tierra en 1,78 milisegundos cada siglo.
 Por lo tanto, cada solsticio de verano es más largo que el anterior por unas milésimas de segundo.
En definitiva, cada solsticio de verano es más largo que el anterior por cuestión de milisegundos.
 Sin embargo, dentro de varios millones de años, esos milisegundos se convertirán en minutos que a su vez pasarán a ser horas. 
 

Kiko Matamoros responde al desplante de Camacho tras el España-Irán

El seleccionador abandonó de malos modos la retransmisión. 

José Antonio Camacho se ha convertido por derecho propio en uno de los comentaristas más queridos de este Mundial de Rusia.
 El exjugador y exentrenador vive como nadie los partidos y no tiene problema en decir lo que se le pasa por la cabeza a cada instante.
El pasado miércoles, tras el partido de Irán-España que emitió Telecinco, Camacho decidió ausentarse de malas maneras y no quiso debatir con los tertulianos de Ahora la Mundial, el nuevo espacio deportivo presentado por Joaquín Prat que habrá después de los encuentros de la Selección Española.
Todos los medios de comunicación se han hecho eco del desplante de Camacho, y muchos han dado por sentado que era porque no quería hablar de fútbol con los invitados, entre los que se encontraban Kiko Matamoros, el Conde Lequio y la periodista Irene Junquera, entre otros. 
Tras los comentarios en distintos medios, Matamoros ha decidido responder a través de Twitter
 "Ignoro los motivos del desplante de Camacho.
 Compartimos amigos y hemos compartido plató en programas televisivos de tertulia futbolera, en los que he participado unos cuantos años.
 Dudo mucho que su reacción tuviera nada que ver con mi presencia. Saludos".