Pedro Sánchez (PSOE),
Albert Rivera (Ciudadanos) y
Pablo Iglesias (Podemos)
debatirán hoy en busca de una alternativa al PP en las elecciones
generales del 20 de diciembre.
Por primera vez hasta cuatro opciones
políticas —PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos— están en condiciones de
disputarse los primeros puestos en las urnas y, por primera vez, tendrá
lugar un debate de este tipo en España a través de internet.
Entre las
21.00 y las 22.30 podrá seguirse el debate entre los tres en la web de
EL PAÍS, con conexión previa para explicar los preparativos y posterior
para el análisis del enfrentamiento entre los tres políticos.
Los
resultados de la encuesta de Metroscopia para este diario, que refleja
un triple empate de PP, PSOE y Ciudadanos y el descuelgue de Podemos a
tres semanas del 20-D, refuerzan la importancia del debate entre
Sánchez, Rivera e Iglesias.
EL PAÍS organiza el debate de hoy entre Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias,
retransmitido a través de su web
. Uno de los cuatro partidos con
opciones de gobernar no estará presente porque Mariano Rajoy, cabeza de
lista del PP y presidente del Gobierno, se ha negado a participar en el
encuentro y
este periódico rechazó su propuesta de ser sustituido por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría
.
A las 21 horas y hasta las 22.30, Sánchez, Rivera e Iglesias debatirán
con el periodista Carlos de Vega como moderador
. Una hora antes podrán
seguirse los preparativos y, posteriormente, el análisis del debate
realizado por los periodistas de EL PAÍS.
Los 90 minutos de debate retransmitido on line son decisivos cuatro
días antes del inicio de la campaña electoral, por la falta de
precedentes y por la volatilidad que muestran las encuestas, con índices
insólitos de indecisos.
Nuevos candidatos
Los tres participantes concurren por primera vez a unas elecciones
generales y los tres han basado parte de su campaña electoral en crear
la expectativa de que pueden ser la opción más votada, de que pueden
liderar un nuevo Gobierno y que, por tanto, cada uno de ellos se
presenta como la única alternativa al PP.
Están en condiciones de superar al PP y, en todo caso, con
posibilidades de convertirse en el partido que busque acuerdos para
formar Gobierno.
Según
la encuesta de Metroscopia publicada ayer en este periódico el PP
tendría el 22,7% de los votos, Ciudadanos el 22,6%, el PSOE el 22,5% y
Podemos el 17,1%, es decir, diferencias mínimas con opciones para los cuatro partidos.
Llegan los tres en condiciones distintas. Sánchez se estrena como
cabeza de lista, lidera al partido que más años ha gobernado en España e
intentará hacer valer durante el debate el mensaje electoral de los
socialistas como la opción política que impulsó avances como la
educación y la sanidad universal, y derechos como el del matrimonio
homosexual o la igualdad de género. Sus estrategas buscan cómo combinar
esa experiencia de Gobierno con la invocación al voto úti
l. Vender la
idea de la eficacia probada, frente a las aventuras o la menor entidad
de las nuevas opciones políticas. Su estrategia se apoya en poder
presentarse como única opción para sacar a Rajoy de La Moncloa.
Los líderes de Podemos y Ciudadanos concurren al debate y a las
elecciones como los abanderados de lo que se da en llamar nueva
política, identificando al PP y al PSOE con el bipartidismo cuestionado
por la crisis. Iglesias ya concurrió a las europeas de 2014 y logró de
forma inesperada cinco escaños.
Luego lideró a Podemos y las
candidaturas próximas en las autonómicas, en las andaluzas, en las
catalanas y en las municipales.
En todas esas citas concurrió con
aspiración de gobernar —lo logró en grandes capitales— y el objetivo,
fallido, de sobrepasar al PSOE.
Todas las encuestas,
especialmente las de Metroscopia para EL PAÍS,
indican como mínimo un freno de las aspiraciones de Podemos, con ligera
recuperación en los dos últimos meses, a la espera de la campaña. “Esto
es lo que estábamos esperando y para lo que nos preparábamos”, viene a
repetir estos días Iglesias.
Su mensaje es el de presentarse como opción transversal
ideológicamente, rompiendo el eje derecha-izquierda y aspirando a los
votos del malestar por la crisis y la respuesta que el sistema le ha
dado. Rivera es el que más experiencia política y electoral atesora,
aunque hasta hace unos meses se haya ceñido casi exclusivamente a
Cataluña.
Ciudadanos se ha convertido en la opción del centro, entre el PP y el PSOE,
también con la pretensión de romper el eje entre la derecha y la
izquierda. También utiliza la denuncia de las deficiencias del sistema,
pero con un mensaje de reforma y referencia a lo que fue la Transición a
finales de los setenta.
El debate tendrá cuatro bloques temáticos,
a los que se ha sumado la exposición inicial de propuestas sobre
terrorismo yihadista.
En el primer bloque, los candidatos expondrán sus
propuestas en Economía y empleo, el segundo sobre Política social y
Estado de bienestar, el tercero de Política territorial y el último
dedicado a Reformas y regeneración.
Al inicio de cada uno de los bloques, los candidatos dispondrán de
dos minutos para presentar sus propuestas y posteriormente se abrirá un
intercambio de nueve minutos en el que podrán interrumpirse e
interpelarse. Posteriormente, y durante cinco minutos, responderán a las
preguntas del público
. Aún tendrán los aspirantes un último turno, un
minuto de oro, para mirar a cámara y lanzar los últimos mensajes para
convencer a los electores
. A los candidatos se les trasladarán las
preguntas formuladas desde las redes sociales durante el debate
. Abrirá
por sorteo Rivera para fijar posición sobre la lucha contra el yihadismo
y cerrará Sánchez como último minuto de oro
. Han negociado las
condiciones Óscar López (PSOE), Fernando de Páramo (Ciudadanos) y Laura
Casielles (Podemos).
Hasta ahora se habían celebrado cinco debates en generales, todos cara a cara entre PP y PSOE, pero nunca abierto a otros.
Sobre la ausencia de Rajoy, el portavoz del PP, Pablo Casado, explica
a este periódico que hay exceso de debates y que su partido solo ve en
Pedro Sánchez la alternativa para gobernar. Por eso asegura que solo
debatirá con el líder del PSOE.
Un encuentro decisivo por la volatilidad del voto
Los estrategas de los cuatro principales partidos conceden especial
importancia a los debates en la campaña del 20 de diciembre debido a la
insólita volatilidad del voto que muestran todas las encuestas.
En un
escenario bipartidista un punto de subida o de caída de un partido no
suponía en todo caso más que algunos escaños de diferencia, mientras que
en estas generales puede traducirse en superar a otra candidatura.
Y
cambiar de lugar en las preferencias de los electorales es vital para el
reparto final de escaños.
En esa situación, además, la variedad de
opciones con posibilidades de ganar hace que el porcentaje de indecisos,
es decir personas que tienen claro que irán a votar pero que no saben a
qué partido, puede llegar al 20%, según algunos sondeos.
La volatilidad se manifiesta, por ejemplo, en que desde abril en los
sondeos de Metroscopia el PP ha tenido un máximo de un 24,5% y un mínimo
de 20,8%, es decir, casi cuatro puntos de variación. El PSOE ha variado
casi 5 puntos; Ciudadanos hasta 12 puntos y Podemos casi cinco. Esos
cambios pueden determinar el color del Gobierno que salga de las urnas.
Es determinante que el PSOE pueda lograr que en el debate cale la idea
de única opción viable y de voto útil y que Podemos y Ciudadanos se
muestren como partidos fiables de Gobierno. Rivera e Iglesias ya han
debatido dos veces, pero nunca con el cabeza de lista del PSOE, Pedro
Sánchez, que también se estrena en un acto de este tipo.
Hasta los responsables de la campaña del PP, ausentes conscientemente
del debate, le dan importancia en su estrategia.
Entienden que es mejor
no arriesgar y mantenerse al margen de un debate entre candidatos
nuevos y no darles consideración de alternativas.