Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 ago 2014

MÁS ALLÁ DE LA BELLEZA » La verás condenada al éxito............................................


La actriz Adriana Ugarte, retratada por Jordi Socías.

El caldo de cultivo que convirtió a Adriana Ugarte en una excelente actriz puede que estuviera formado por una memoria familiar.
 Adriana es sobrina nieta de Eduardo Ugarte, un escritor, escenógrafo, guionista, director de cine, amigo y colaborador de Luis Buñuel y de García Lorca, casado con una hija de Carlos Arniches, fundador de la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la guerra, exiliado y muerto en México. En casa de Adriana puede que hubiera sobre algún aparador una foto enmarcada en la que Lorca y Ugarte aparecen con mono de trabajo al pie de un camión de La Barraca, cargado con decorados, cuando iban por los pueblos de España representando el teatro clásico.
La cultura y la educación se adquieren por inmersión.
Un gen de primera calidad, cultivado en el ambiente de la Residencia de Estudiantes, indujo a la niña Adriana a creer que la cultura es un postre que se degusta solo con la conversación inteligente, llena de referencias, recuerdos y experiencias literarias y artísticas.
 Al final imaginas que Tolstoi o John Ford son unos lejanos parientes que cualquier día encontrarás compartiendo ese postre en la sobremesa.
El padre de Adriana es magistrado, la madre abogada y escritora, el hermano músico y abogado.
 Ella de niña era la pequeña payasa inevitable en las fiestas familiares, la encargada de recitar algún poema en un cumpleaños, que iba creciendo muy desenvuelta e inquieta, pero sin romper un plato. Aún hoy, en medio de la locura del éxito y de la fama, esta actriz siempre parece bascular entre la quinta marcha y el freno de mano.
 La buena educación le impide pasarse de la raya, hacer el ridículo o cometer cualquier torpeza. Como toda adolescente que se cría en el exclusivo coto de una minoría selecta orteguiana, alumna del colegio del Pilar, hizo lo que le correspondía: aprender piano, danza, flamenco, inglés, canto, interpretación y sacar buenas notas para desembocar en la universidad.
 Adriana se matriculó en Filosofía y Letras, pero frente al horizonte severo de la licenciatura de Filología Germánica que se cernía sobre ella como una amenaza, se iban imponiendo los fantasmas delicuescentes de la farándula con el don de la bohemia.
 Su llegada al mundo del cine fue un hecho tan natural como el cántaro que va a la fuente sin tener que romperse.
 En este caso no hubo quebrantos ni graves distorsiones familiares. “Si te gusta, adelante. Cuando te canses o te des cuenta de que ser una buena actriz te exige demasiado esfuerzo, o simplemente descubres que no tienes talento, lo dejas y te haces filóloga”, le dijeron en casa.
En medio de la locura del éxito, esta actriz siempre parece bascular entre la quinta marcha y el freno de mano
Así se fabrica una criatura libre.
 Todo es cuestión de suerte, por ejemplo, haber nacido en 1985 cuando en la sociedad española apenas quedaban adherencias de la oscuridad del franquismo.
 Despertar a los sentidos en medio de la libertad que te ha sido regalada sin esfuerzo por tu parte te libera el alma de cualquier mácula de culpa y te hace a la vez inocente y desinhibida.
 En nuestro país los adolescentes cruzaron el paralelo del segundo milenio sin más terrores que los propios de la pubertad.
 Los sueños felices de una economía enloquecida, que aún no había reventado las costuras, fueron iluminados por las Torres Gemelas ardiendo. Los jóvenes no necesitaban de ninguna movida para reconocerse
. La naturalidad, la audacia y la gracia irresponsable eran los regalos de la vida. La ascética consistía en machacarse en el gimnasio; y el máximo placer, amarse entre dos coches aparcados en la madrugada del sábado.
Adriana debutó a los 16 años en Mala Espina, un corto de Belén Macías. Su primer largometraje, Cabeza de perro, lo rodó con 20 años y fue nominada para los premios Goya como actriz revelación. En las películas Castillos de cartón, Lo contrario del amor y Combustión, su talento comenzó a ser públicamente reconocido, pero el caso de Adriana Ugarte es singular: por un lado era secretamente admirada como una actriz de culto y de pronto se produjo la explosión popular a través de la televisión.
Hasta no hace mucho en el mundo del espectáculo regía un principio nefasto
. La televisión recogía el final de la vida de actores acabados.
 Aunque se tratara de un bodrio humillante ellos lo aceptaban como un modo de subsistencia. Hoy las series de televisión miden el verdadero talento de los artistas.
 La pequeña pantalla los descubre, los consagra y el cine se deja premiar después por su fama. Adriana Ugarte es un paradigma estelar del nuevo sistema.
 Sus papeles de protagonista en dos series famosas de televisión, La señora y El tiempo entre costuras, han hecho de esta actriz un ejemplo de cómo el talento no se puede esconder y acaba por imponerse y hacer olvidar todo lo demás.
Puede que la fama llegue a inundarla, pero Adriana Ugarte no será de esas actrices que flotan porque están vacías.
 Da la sensación de que en último extremo siempre encontrará, dentro o fuera, algo muy firme en que agarrarse.

Alonso se anticipa a Raúl y Casillas.............................................. José Sámano


Xabi Alonso, en su comparecencia de despedida. / ANDREA COMAS (REUTERS)

El fútbol también echa sus pelillos a la mar.
 Ahí está Cesc, en brazos de Mourinho, del que se llevó algún que otro puntapié en la tormenta de clásicos
. Y Xabi Alonso, demonizado por el barcelonismo tras aquellas grescas y ahora de romance en Múnich con Guardiola.
Cosas del fútbol, donde se rasgan las camisetas con la misma facilidad que brotan repentinos flechazos.
 Señal de que nada debe tomarse muy en serio porque impera lo provisional, y Pep siempre pensó que Alonso es un medio centro idóneo, a su modo, de los que juegan con panorámica y sin acompañante. Pep ve en Alonso un Guardiola mozo y un Busquets, lo demás son zarandajas
. Los amores van y vienen, y Alonso, que se conoce como pocos el tinglado, sabe que en el Real Madrid de estos tiempos conviene despedirse uno mismo y antes de tiempo.
 Y Alonso no habrá pasado por alto el recuerdo de Del Bosque, Raúl o Hierro, que se tuvieron que ir por la gatera tras tocar el cielo; o el presente del propio Iker Casillas, un símbolo puesto en la diana. Xabi es de los que se las huelen todas, más en un club donde tanto se pregona el agarro sentimental como se inocula el desgarro.
Cumplida la misión no hay más nombre propio que invocar el del Real Madrid por boca del presidente.
Olvidadas las viejas rencillas de los clásicos más ácidos que se pueden rebobinar, de alguna manera, indirectamente, la salida de Alonso del Madrid tiene mucho que ver con la marcha de Mourinho un año antes.
 Sin el técnico portugués, que tenía todos los poderes imaginables, las altas y bajas ya solo son asunto del presidente, Florentino Pérez, que gobierna la caja por obligación y la secretaría técnica por devoción.
Se ve con ojo de mánager y el entrenador de turno (Mou fue un paréntesis) se debe tanto al dirigente Pérez como al fichador Florentino.
 Circunstancia, conviene subrayarlo rápido, con la que el Real Madrid conquistó la Novena y la Décima, así que no se puede desdeñar, por ilógica que parezca.

A Florentino siempre le gustó Khedira, un año atrás apostó por Illarramendi en su aperturismo español y este verano mundialista le sedujo Kroos
. Entre medias renovó a Xabi Alonso el pasado mes de enero y el club batalló y se dejó los huesos en los comités europeos para que el tolosarra pudiera disputar la final de la Champions y recientemente la Supercopa de Europa.
 Síntoma de la extraordinaria relevancia de un jugador capital. Indiscutible para Pellegrini, Mou y Ancelotti, se supone que determinante para el presidente que le renovó con 32 años y no tan palmario para el Florentino que le ha ido fichando relevo tras relevo.
 No es que el dirigente deseara la salida de Alonso, pero sí que las decisiones del club la han podido precipitar. ¿Cómo explicar si no que haya influido más la motivación exterior del Bayern que la interior del propio Madrid? El mando del Madrid da por amortizado al muy visto Alonso y se ahorra unos 20 millones de ficha, una tercera parte de la increíble diferencia entre James (80) y Kroos (¡20!), que son la modernidad. Eso dicen… hasta el próximo verano.
La lógica de Ancelotti ha vuelto a quedar sometida por el vaivén institucional.
 Nadie como el italiano para valorar a Xabi, en el que se ve reflejado en sus tiempos de futbolista. El técnico contaba con él como pieza clave en el eje, tanto por su indiscutible calidad como por su renuncia a la selección, lo que le permitiría cuidar mejor su magullada carrocería y dar respiro a los que se mantienen como internacionales.
 De titular frecuente y titularísimo en las ocasiones de gala, el entrenador veía al guipuzcoano al mando, con Kroos y Modric de volantes una vez que dio por perdido a Di María, la pieza con la que el pasado curso logró el engrase definitivo del medio campo.
Al saber que el Fideo se sentía desairado, el Madrid se deslumbró con la actuación de James en Brasil, pero el colombiano nada tiene que ver con el argentino, sus perfiles futbolísticos son opuestos: Di María cubre un latifundio, James, que apunta muy alto, frota la lámpara en distancias cortas.
 Con Kroos, más cuajado, y el colombiano en la obligada titularidad, sumados a CR, Bale y Benzema, a Ancelotti solo le resta lugar para otro centrocampista natural.
Alonso, Alves y Cesc, en cuartos de la Copa del Rey 2012. / Reuters
Quizá ese condicionante táctico fuera el motivo principal para la decisión de Alonso, como él sostuvo ayer, pero ha tenido su peso. ç
Para Xabi hubiera sido otro gran reto, algo que jamás le ha asustado en su fabulosa trayectoria, en una carrera en la que tomó el mando de la Real cuando era un juvenil, se atrevió a tirar de galones en el Liverpool cuando en la Premier los extranjeros aún se miraban con desconfianza, no tembló al llegar a todo un Real Madrid y se abrió paso con Luis Aragonés en aquella España en la que irrumpió como secundario
. Alonso explicó ayer que tras la Décima sintió que llegaba un nuevo ciclo, pero no aclaró por qué no se puso en el mercado hasta recibir una llamada de Guardiola hace solo unos días, a punto de cerrarse el bazar.
Cabe interpretar que entre el desafío de pelear por mantenerse donde ya hizo cumbre en Lisboa y el órdago personal por encajar en otro gigante como el Bayern le haya hecho decantarse.
 No sería la primera vez que en este Madrid el éxito pasa factura en los despachos, porque el triunfo se interpreta como un éxito de la cúpula, lo que refuerza la idea de que en el campo nadie es imprescindible.
Lo ha percibido Alonso, un grande al que le van las aventuras mayúsculas.
 Cinco años se concedió en Anfield y otros cinco en Chamartín. Le toca el Bayern y la posibilidad de retirarse con una Copa de Europa ganada en tres de los cuatro clubes con más títulos (el otro es el Milan).
 En su cruce de caminos le toca medirse con Kroos desde la distancia y atreverse con otro curioso pulso: el medio campo más español del campeón alemán (Alonso/Thiago) frente al eje más germano del Madrid (Kroos/Khedira).
 Y, por si fuera poco, contrastar la cátedra de Guardiola con la de Mourinho
. Una forma de conjugar el pasado con el futuro inminente.
 Como bien dijo ayer el propio Alonso: “Cosas del fútbol”. Pues eso, pelillos a la mar, porque lo que importa es que Xabi siempre ha sido un grande para los más grandes
. Lo supieron el Liverpool, el Madrid y España.
 Y no por capricho lo intuye el Bayern. Xabi aún es mucho Xabi y quiere estimularse antes de que se lo trague de mala manera la Décima, como les ocurrió a otros con la Séptima, la Octava y la Novena. Mucha y merecida suerte.

29 ago 2014

Lope entra en la casa de Shakespeare...................................................................... Elsa Fernández-Santos


El teatro Globe de Londres.

La emoción está servida: cuando el próximo lunes suba el telón del Globe Theater de Londres, casa y salvaguarda de su mayor gloria nacional, William Shakespeare, no se escucharán sobre el escenario las palabras y la lengua del Bardo de Stratford-upon-Avon, sino el verso castellano de un genio continental:
 Lope de Vega. Jamás la obra de un autor español había pisado la célebre institución británica, solo en contadas ocasiones lo han hecho autores ajenos a la órbita shakesperiana, “y desde luego nunca un autor clásico de otra gran tradición”, afirma Dominic Dromgoole, director artístico del teatro y principal impulsor de la aventura.
La compañía madrileña Fundación Siglo de Oro es la elegida para el simbólico reto.
 “Para nosotros el Globe era uno de esos referentes que uno cree lejanos e inalcanzables”, asegura Rodrigo Arribas, fundador junto a Alejandra Sáenz de la compañía y unos de sus actores principales. “Supongo que nos sentimos como un futbolista cuando pisa por primera vez el Bernabéu o Maracaná. Tocar algo que nunca soñaste que sucedería”.
Curtida desde hace una década en el estudio y representación del teatro barroco español, la Fundación Siglo de Oro llamó la atención de la directiva del Globe en 2012, cuando su equipo directivo rastreaba el mundo en busca de compañías de teatro para participar en las llamadas Olimpiadas Culturales de Londres
. La agrupación madrileña fue seleccionada entonces para un proyecto internacional que consistía en representar las 34 obras de Shakespeare por otras tantas compañías extranjeras
. A ellos les encargaron la tarea de llevar a escena Enrique VIII (por el protagonismo que tiene Catalina de Aragón) y, a todas luces, dejaron huella.
Casi dos años después, el grupo vuelve al Globe, pero con la obra crepuscular de un autor que se conocen al dedillo. El castigo sin venganza, única obra inequívocamente trágica que firmó el prolífico padre de El perro del hortelano, llevará al corazón de Shakespeare ese pulso entre deseo y deber, entre honor y amor y entre razón y corazón que mueve la fatal historia del poderoso Duque de Ferrara y de su joven hijo bastardo Federico, enamorado sin remedio de su madrastra Casandra.
Rodrigo Arribas, actor y cofundador de la Fundación Siglo de Oro en 'El castigo sin venganza' de Lope de Vega.
Sin realidades maniqueas, sin buenos ni malos, como en Shakespeare, Lope concentra toda la complejidad humana sobre una simple tabla de madera. “Lope se pone serio y lleva al extremo uno de sus temas recurrentes: el amor imposible”, apunta Ernesto Arias, director del montaje. “Plantea una relación incestuosa que en aquella época era un tabú absoluto y lo hace sin ofrecer soluciones y sin señalar a ningún personaje”.
“Lope es muy admirado y querido en Reino Unido, pero nos interesaba sobre todo porque tiene muchas similitudes con Shakespeare”, explica Dominic Dromgoole. “Es la primera vez que un dramaturgo extranjero se representa aquí, abrimos la mano con alguna tragedia griega y con algún autor moderno británico, o con obras de Shakespeare reinterpretadas por otras culturas, pero desde luego jamás un autor clásico de otra gran tradición.
 Pero existe una correspondencia histórica entre Shakespeare y Lope que es importante para nosotros porque, de diferentes maneras, les hermana su perfil salvaje y apasionado.
 Les une también su manera de dirigirse al público, esa enorme ambición a la hora de abordar las historias que querían contar.
Son grandes retratistas de la sociedad en todo su espectro: la clase alta, la media y la baja caben en una misma mano”.
Esto es importante para nosotros, pero también los es para el teatro español, para la cultura española y sobre todo para nuestro idioma”, afirma Rodrigo Arribas
Con todo el acento puesto en el actor y en la palabra, la Fundación Siglo de Oro se caracteriza por la fidelidad en sus adaptaciones. “El Globe tiene una serie de exigencias, como la falta de iluminación y de escenografía, que se adaptan muy bien a nuestra propuesta”, señala Rodrigo Arribas, cuya compañía, que ha crecido sin ayuda de organismos públicos, se encargará el próximo octubre de la primera lectura dramatizada del recién descubierto inédito de Lope de Vega Mujeres y criados.
“En este tipo de representaciones, lo que no se verbaliza no existe”, explica Ernesto Arias. “El Globe [se trata de una reconstrucción fiel del original] es un teatro enorme, al aire libre, pensado para 1.400 personas, en la época 800 de esos espectadores estaban de pie, y lo que no se escuchaba directamente no existía.
 Es, para entendernos, esa tradición en la que que cuando un personaje dice ‘muero’, otro responde ‘muere’ y un tercero grita: ‘ha muerto’. Los actores irrumpen en escena hablando o anunciados por alguien.
 Todo, absolutamente todo, se mide por la palabra. El Globe mantiene esa tradición a cuyo espíritu se ajusta muy bien El castigo sin venganza”.
Que la palabra de Lope cruce las puertas de un teatro que representa la palabra de Shakespeare es para la compañía Siglo de Oro un éxito que trasciende su trabajo.
 “Esto es importante para nosotros, pero también los es para el teatro español, para la cultura española y sobre todo para nuestro idioma”.
¿Y cómo hubiera resuelto Shakespeare el drama de Lope? A Dominic Dromgoole le divierte el juego, pero sin apostar por una solución: “No tengo idea porque pese a sus coincidencias sus diferencias son enormes y muy importantes.
 Y sobre todo lo que le preocupaba al público de Lope no tenía nada que ver con lo que le preocupaba al de Shakespeare
. Creo que por ese motivo nunca hubiesen llegado al mismo lugar ni quizá se hubieran planteado de la misma manera el mismo conflicto”.
Un conflicto que el lunes encarnarán actores que hacen orgánicos los textos, que saben de musicalidad y de contar una historia.
 Detrás, un patrimonio único: Lope se inspiró en una novela de Matteo Bandello basada en un suceso real ocurrido en la Italia del Renacimiento.
 Ya viejo, se sentía amenazado por los seguidores de Góngora (su rival) y por la llegada de nuevos dramaturgos como Calderón.
 De ese miedo, nace su venganza: una obra sobre el deseo de revancha.
Un poderoso despechado, un amor imposible y la muerte como salida pero jamás como solución
. El padre enfrentado al amor y la piedad paterna que, sin posibilidad de redención, se agarra a las justificaciones del hombre humillado:
“Seré padre y no marido / dando la justicia santa / a un pecado sin vergüenza / a un castigo sin venganza... castigarle no es vengarme / ni se venga el que castiga”. Y de fondo, la sabiduría del teatro, ese espejo que Lope, como Shakespeare, celebra como universal metáfora de la mentira como única verdad capaz de desenmascarar el alma humana.

“Algunos futbolistas quisieron salir en ‘Torrente’ pero no les dejó su club”................................... Jesús Ruiz Mantilla


El actor Santiago Segura. / gorka lejarcegi

Entramos al despacho de Santiago Segura en Amiguetes, su productora, y resulta a primera vista tan caótico que parece montado de atrezo para la ocasión
. No hay duda, al salir quedará ordenado porque no resta espacio ni para que pulse las teclas del ordenador.
Entre el merchandising de Torrente —la quinta parte se estrena en octubre—, los signos inequívocamente frikies y los regalos que le llegan, el cineasta y showmanaguanta entre la pegajosa penumbra de verano el inicio de un curso que puede volver a ser taquillero
. Torrente en Eurovegas… Ahí es nada.
 Puro revuelco en la caspa, la corrupción y el absurdo,que deja rienda suelta a una cierta vocación de Nostradamus por su parte.
Pregunta. ¿Alec Baldwin en Torrente 5? ¿Cómo así?
Respuesta. Puro Hollywood.
 Ex de Kim Basinger, ha presentado los Oscar, cantado en Broadway, protagoniza una serie de televisión que me encanta, 30 Rock... Le vendí la moto de hacerlo en castellano, que se enharinara, se enfangara con nosotros
. Sólo por escucharle decir: “Torrente, es usted patético”, y verle al lado de Cañita Brava y Jesulín, resulta brutal…
P. Veo que el esperpento continúa con la saga, esa mezcla eterna que nos puede definir entre Valle-Inclán y los Ozores.
R. Para mí es un batiburrillo por el que merecería ir al psicólogo.
 No hay término medio.
 A Torrente, o lo aman o lo odian.
 Los que lo aman, me asustan porque lo ven como líder espiritual y quienes se ofenden, piensan que es una apología, una glorificación.
 Hay que ser corto o tener un sentido del humor un tanto reducido
. Pero digamos que ya, después de 17 años, me da un poco igual.
 Lo que me interesa es divertirme y que con la premisa le entren ganas a uno de ir a verlo.

DNI urgente

Santiago Segura (Madrid, 1965) comenzó a los 12 años a rodar películas con una super-8. Su éxito Torrente, el brazo tonto de la ley (1998), fue el primer filme de una saga que continúa.
P. Pues cuénteme, ¿de qué va?
R. Torrente sale de la cárcel en 2018 y se encuentra con una España muy distinta: ha vuelto la peseta, nos han echado de la Unión Europea, Cataluña se ha independizado… Se confirma mi fama de Nostradamus.
P. ¿Y gobierna Podemos?
R. No quiero contar toda la película… Pero mis predicciones van cumpliéndose fielmente: por ejemplo, los billetes de 10.000 ya llevaban la cara de Felipe y Letizia
. En esa no me pillaron, en lo que sí he fallado es en que debía existir Eurovegas, porque el plan de Torrente era atracarla.
P. Pasar por tanto concurso de televisión en sus inicios, ¿le colmó su ansia de 15 minutos de fama en plan Andy Warhol?
R. Lo hice para financiar mis cortos.
 Además, quería protagonizar mis películas y para eso necesitaba ser conocido.
 Pero después de El día de la bestia, que llegó de chiripa, me dieron un Goya al mejor actor revelación.
 Luego seguí y me criticaron por participar con el padre Apeles en Moros y cristianos, pero la ventana al público es la tele
. Aunque tienes que caer en gracia.
P. O sea, que la fama, ¿es una estrategia o una bicoca?
R. Es necesaria para ciertas cosas.
En el cine ayuda, desde luego. Aunque haya gente que quiere retratarse contigo sin saber ni quién eres.
P.Eso es porque será famoso pero no gozará de prestigio.
R. No sé, esto es un tema filosófico en el que no voy a entrar.
P. Vecino de la Gran Vía, ¿qué es para alguien de Carabanchel esa calle donde siempre quiso vivir e incluso llegó a colgarse del cartel de Schweppes?
R. Yo quedaba en las escaleras del cine Callao con mis amigos, nos gustaba deambular por aquí, pero tampoco era la meca, si me hubiera podido costear un piso en el Retiro, también.
La ventana al público es la tele, aunque tienes que caer en gracia
P. ¿No me diga que no le da para ese lujo?
R. ¡Qué gracia! A mí esto me mola
. ¡Todo el mundo sabe cómo andan mis finanzas! Como aquellos que me dicen: ‘claro, tú, que te has cuidado poco’. ¡Pero qué sabe la gente lo que me he cuidado o no! Lo mismo que al hacer El día de la bestia, me venían con ácidos o me invitaba a rayas…
P. ¿Será que ha resultado usted un actor del método?
R. Lo de actor, vale, pero el problema es que la gente crea que yo soy el único que se queda con las recaudaciones de mis películas.
P. Pues como los futbolistas, que se lo llevan neto.
R. No hablemos de los futbolistas.
P. ¿Malos actores?
R. No, el problema son los clubes, que parecen sectas y se toman muy en serio todo
. Hay algunos que han querido salir en Torrente y no han podido por el club.
P. ¿De qué equipo es usted?
R. Tengo una frase que suelo decir...
P. Aquí no se repita, haga el favor.
R. Es que me preguntan este tipo de gilipolleces muy habitualmente. La frase es: no soy de ningún equipo ni de ningún partido político porque ya me defraudo yo solo.
P. Y lo de su plan acordeón para el cuerpo, ¿cómo lo lleva?
R. Eso también tiene gracia.
Ganar peso no cuesta, te pides tres postres y en tres meses ya estás como un tonel, pero perderlo: pues cerrando el pico y haciendo una hora de ejercicio al día
. Hay señoras que me dicen por la calle: ‘¡Segura! ¿Qué pastillas tomas?’. Pastillas no, oiga, a tapar la boca y a joderse.
P. ¿A qué cree que hubiese llegado en la vida si hubiese seguido escribiendo relatos pornográficos para Super tetas?
R. Super tetas, Culos calientes, Lib internacional… Si no hubiese triunfado en el cine, creo que seguiría como siempre, haciendo muchas cosas.
P. ¿Ahora se dedica al plan guarro pero más a lo grande?
R. Sí, bueno, es verdad que he pasado de doblar porno a dibujos animados.
 Mi madre, en un momento dado, con esos relatos que se suponían escribían los lectores de esas revistas —que en realidad no, vamos, porque ya tenían las manos ocupadas, se supone—, pues tenía que hacerlos un machaca a 4.000 pelas el folio…
P. ¿Su madre? ¿Le contaba los argumentos a su madre?
A Torrente lo aman o lo odian. Después de 17 años, me da igual
R. Yo siempre he sido muy apañao.
 Ella me decía: ‘Hijo, es que con estas cosas se te va a pudrir el cerebro’.
 Los hacía en casa de mis padres, vamos, tenía 21 años y estudiaba Bellas Artes, yo creo que alguno sí leyó.
P. De sus trabajos cutres, ¿en cuál se sintió más humillado?
R. Humillado no, pero hubo uno que no me gustó nada y era cliente sorpresa de la Seat. Tenías que ir a tres concesionarios al día y consistía en motivar a los vendedores o dar un toque a quienes lo hacían mal.
 Era una especie de soplón, una rata, un chivato, vaya.
P. ¿Fue un niño con traumas?
R. Como niño, no.
 Como adolescente empecé a traumarme. Eso de ir a un instituto solo de chicos, me afectó.
P. No como para ser padre. Tiene usted ya dos criaturas.
R. Sí, pero no me gusta hablar de eso.
 Para hablar de la familia me voy a Sálvame, que me pagan. Aquí voy sacando cositas, pero no todo. Estábamos con los traumas.
P. Pues siga.
R. A mí eso de no conocer al otro sexo me asustaba mucho. El Instituto San Isidro fue masculino hasta que me fui yo y entraron las chicas.
P. Vaya por Dios. Y su primera experiencia, entonces, ¿llegó tarde? ¿A qué supo?
R. Creo que con 21 años, de los tíos más retrasados que conozco, pues supo a que me había creado demasiadas expectativas.
 Bien, pero no se justificaba tanto tiempo mitificándolo y pensando que habría fuegos artificiales.
 No los hubo. ¿Vas a escribir un libro?
P. No. Pero enamorarse, se enamoraría antes.
R. Sí, también en la ficción. De Marisol, por ejemplo.
P. Qué poco original, pensé que me diría Nadiuska.
R. De Nadiuska también, pero, ¿quién ha dicho que uno tenía que ser original?