Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

29 ene 2013

Ana Moura, la fadista que encandiló a Los Rolling Stones

La fadista, que acaba de presentar su disco Desfado, cuenta con la bendición y admiración de la mítica banda de rock y de artistas pop como Prince.

La cantante de Fado portuguesa Ana Moura en un Hotel de Gran Via. / Cristóbal Manuel (EL PAÍS)
Fue a través de un disco que alguien les envió a Tokio. Lo escucharon y no sólo quisieron conocerla, sino también cantar con ella. La invitaron a un concierto en Lisboa y la subieron al escenario. Entre el fado y el rock and roll no hay muchas conexiones aparentes. Pero Ana Moura busca desfadarse un poco y hacer cuadrar las esencias de la canción portuguesa con otros aires muy pegados al jazz o al soul. Es un lenguaje musical que los Rolling Stones entienden mejor y que les llevo a integrarla en The Stones Project, ese homenaje que, alentado por el saxofonista Tim Ries, se les rindió con artistas de todo el mundo adaptando diferentes versiones de sus clásicos.
A Moura no le costó darle un aire atlántico a Brown sugar ni a No expectations cuando cantó con ellos en Portugal. Fue primero en una casa de fados y después a lo grande, en uno de sus macro conciertos. Ambos pisaron sus propios terrenos y disfrutaron con la mezcla. Otros les proporcionaron toques flamencos incluso, como la bailaora Sara Baras, que también participó en The Stones project. Para Moura, los Jagger y Richards eran como de la familia: “A mis padres, que son jóvenes, les encantan los Rolling Stones. Hemos interpretado siempre canciones suyas en mi casa. Su música no me es ajena”, comenta.
Pero lo que Ana Moura mamó desde niña en su tierra de Ribatejo fue la música de su entorno. Fado cantó por primera vez con 6 años y fado ha cantado hasta ahora, en su quinto disco, después de éxitos como Aconteceu o su más que celebrado Para Alem da Saudade. Desfado se llama su nuevo trabajo, donde, sin ser infiel, ha decidido saltar a otros estilos y titularlo así, precisamente, como una declaración de intenciones. Aunque sólo hasta cierto punto. “No hay que verlo como un abandono. Sino como mi homenaje a probar e integrar en mi voz las músicas que me han acompañado durante los últimos años”.
A Moura no le costó darle un aire atlántico a 'Brown sugar' ni a 'No expectations' cuando cantó con ellos en Portugal
Renunciar al fado, aparte de un gesto contra natura en su caso, sería una idiotez.
 Más cuando sus colegas viven un momento más que dulce, no sólo en Portugal, sino a nivel internacional.
 “Las nuevas generaciones de fadistas son brillantes.
 Mis músicos tienen 22, 23 años –ella ha cumplido 33- y son auténticos virtuosos.
 Las letras, además, conectan con nuestro tiempo y la situación tan dramática que estamos viviendo”, asegura Moura.
 “Los portugueses somos menos reivindicativos que los españoles, creo, pero sabemos expresar con nuestra música lo que sentimos, como una forma de protestar”.
No en vano, el fado es un canto del alma. “Y el alma se expresa en él y va cambiando con los años, pero acertando con lo que nos ocurre”.
 Así que el fado no duerme, ni llora su tristeza en una especie de parálisis.
 Sino que mueve a conciencia con sus guitarras y sus voces las emociones presentes.
 “Más que triste, nuestra música es emotiva, profunda”, matiza Moura. En su caso, con el aliciente de una creciente carrera internacional que le hace triunfar en Europa y por América, donde la artista arrasa en México o Estados Unidos
. Allí, además de los Stones, tiene otro padrino: Prince. “También me escucho, quiso conocerme y me invitó a cantar con él en directo”.
¿Qué les seduce tanto a los artistas pop de Ana Moura? “Supongo que estarán cansados de escuchar siempre lo mismo y quieren acercarse a cosas que les lleguen al alma.
Nuestra música expresa de manera muy honda conflictos interiores, busca la conexión con el sentimiento más que la fidelidad al estilo”, comenta.
Quizás también les impacte una determinación y una claridad de intenciones a la hora de encararse al micrófono que contrasta con la delicadeza y la timidez del trato en persona
. Ana Moura es bella y humilde, pero nada distante.
 Llega de un fin de semana apoteósico en Lisboa, donde ha presentado su Desfado llenando dos noches el Coliseu dos Recreios, antes de acercarse a España en febrero, donde actuará en Barcelona (día 20), Madrid (21) y Santiago de Compostela (22).

 

La banalidad del mal, 50 años después

Una película sobre Hannah Arendt reconstruye una polémica de hace medio siglo

Su crónica del juicio en Jerusalén contra el jerarca nazi Adolf Eichmann provocó controversias.

 

El nazi Adolf Eichmann, en la prisión de Teggart (Israel), en un descanso de su proceso. 1961. / AFP
Una de las grandes polémicas intelectuales del siglo XX cumplirá pronto 50 años. El 16 de febrero de 1963 la revista The New Yorker dedicó 73 páginas a una crónica del juicio que había condenado a muerte en Jerusalén al teniente coronel de las SS Adolf Eichmann, encargado del transporte a los campos de concentración y exterminio. El texto era la primera de cinco entregas y lo firmaba Hannah Arendt, la pensadora alemana de origen judío que en 1951 había entrado en la historia de la filosofía con Los orígenes del totalitarismo.
La aparición del reportaje desencadenó una tempestad de acusaciones ancladas en dos puntos. Por un lado, el papel que los líderes judíos habrían jugado en la elaboración de las listas de deportados. Por otro, la idea de que Eichmann no era un ser demoniaco sino un diligente funcionario, lector de Kant, alérgico a la violencia y empeñado en cumplir las órdenes, un ser banal al que la irreflexión “le predispuso a convertirse en el mayor criminal de su tiempo”. Informe sobre la banalidad del mal fue precisamente el subtítulo que la politóloga puso a su crónica cuando, meses después, se convirtió en el libro Eichmann en Jerusalén. Existe Traducción española de Carlos Ribalta en Lumen y Debolsillo y Taurus ha publicado una versión reducida en su colección Great Ideas. Es todo un síntoma que Hannah Arendt (Hannover, 1906-Nueva York, 1975) sea la única mujer estudiada individualmente por Nigel Warburton en Una pequeña historia de la filosofía, recién publicada por Galaxia Gutenberg en traducción de Aleix Montoto. También lo es que el capítulo que le dedica esté centrado en el libro de 1963.
Casi medio siglo después, la polémica en torno a aquella obra sirve también de columna vertebral a la película de Margarethe von Trotta Hannah Arendt, que no tiene prevista fecha de estreno en España, pese a haber obtenido la Espiga de Plata en la última Seminci (Semana de Cine de Valladolid). Si Von Trotta fue musa de Fassbinder, la musa de Von Trotta es Barbara Sukova, impecable en el papel de la filósofa. La Hannah Arendt de Von Trotta arranca con el secuestro de Eichmann a cargo de los servicios secretos israelíes en Argentina, donde vivía de incógnito, y recurre a imágenes de archivo para reconstruir el juicio y al flashback para apuntar la relación de Arendt con Martin Heidegger, su maestro y amante antes de que este mostrara su apoyo al partido nazi y ella tuviera que huir a Francia para asentarse definitivamente en Nueva York. “Fuimos expulsados de Alemania porque éramos judíos. Pero apenas cruzamos la frontera francesa, nos convirtieron en boches”, escribió. “Aparentemente nadie quiere saber que la historia contemporánea ha creado una nueva clase de seres humanos: la clase de los que son confinados en campos de concentración por sus enemigos y en campos de internamiento por sus amigos”.
Hannah Arendt, en los años 60. / Bettmann / CORBIS
En el número 370 de Riverside Drive transcurre la mayor parte del metraje de una película de ideas en la que el trabajo de los actores matiza lo abstracto de algunas discusiones.
 Junto a la propia Sukova-Arendt, brillan los encargados de interpretar a su segundo marido —Heinrich Blücher (Axel Milberg)—, a su gran amiga y defensora —la novelista Mary McCarthy (Janet McTeer)— o a su gran amigo y luego detractor Hans Jonas (Ulrich Noethen), condiscípulo de la pensadora en los cursos de Heidegger.
“No diga mi nombre en la misma frase que el de ese nazi”, dice él en el filme.
“La imagen que habían creado era la de un ‘mal libro’; ahora han de probar que fue escrito por una ‘mala persona”
, escribió Hannah Arendt al recordar las acusaciones que recibió
. Algunos insinuaron que su informe nacía del odio a su propia condición de judía.
No todos fueron tan sutiles:
 “¿Es nazi Hannah Arendt?”, se titulaba una carta colectiva publicada por Le Nouvel Observateur.
 La polémica es ya historia.
 No en vano, Von Trotta ha contado con la colaboración de los archivos sobre el Holocausto de Steven Spielberg, la Universidad de Jerusalén y la Organización Sionista Mundial.
Fuera del cine, el interés por la obra de Hannah Arendt no ha parado de crecer
. Amén de sus obras filosóficas, solo en España hay disponibles tres biografías suyas y parte de su correspondencia
. A ellas acaba de sumarse La batalla de las cerezas. Mi historia de amor con Hannah Arendt (Paidós. Traducción de Alicia Valero), que recoge los apuntes que su primer marido, Günther Anders, tomó cuando eran una pareja de recién casados que discutía a Leibniz en una habitación subalquilada de Drewitz.
 Siempre pegada a un cigarrillo, “profunda, insolente, alegre, mandona, melancólica, danzarina”, así retrata Anders a la mujer con la que se casó en 1929 y de la que se divorció en 1937.
 En 1940 ella se casó con Blücher
. Ese año fue recluida en el campo de internamiento de Gurs, en el sur de Francia.
 Allí vivió sus mayores crisis, pero mantuvo la lucidez suficiente para desobedecer la orden que obligaba a los judíos a registrarse en una prefectura.
Había aprendido a desconfiar de la policía francesa, decía, leyendo novelas de Simenon. Hannah Arendt se convirtió en apátrida, pero salvó la vida.
Aquel registro se convirtió para muchos en el pasaporte hacia los campos de exterminio.
 A ellos fueron deportados, entre otros, parte de los 6.000 judíos que habían sido transitoriamente enviados a Gurs por un puntilloso funcionario llamado Adolf Eichmann.

El Cervantes se aprieta el cinturón

El Instituto presenta su programación cultural en un esfuerzo de austeridad

Víctor García de la Concha, director de la institución, asegura que no habrá un ERE ni se cerrarán centros.¿y Por qué? si a todos les mandan apretar el Cinturón, que tiene el Instituto Cervantes para que a ellos no?

El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha. / Gorka Lejarcegi

El Instituto Cervantes, como la mayoría de instituciones culturales dependientes de la administración, también ha sufrido una buena trasquilada este año. Unas transferencias, o el descenso de ellas, que afectan directamente a su capacidad de realizar propuestas culturales por el mundo.
 Pero hoy, su director, Víctor García de la Concha, y la directora de Cultura del ente, Montserrat Iglesias, han presentado el programa para 2013 al son del mantra de que la institución no es solo una gran academia de español en el mundo.
Y que pese a los recortes, "a los malos tiempos", se mantendrá la excelencia y una programación parecida a la del año anterior
. Pero la realidad es que ha habido que ajustar y buscar nuevas fórmulas de financiación
. El programa, ha recalcado de la Concha, no será “tan amplio como en años anteriores”.
El presupuesto total disminuirá de 86 a 83 millones de euros
El presupuesto total disminuirá de 86 a 83 millones de euros.
 Y eso es en parte una buena noticia.
 Porque pese a que el recorte en las transferencias ha sido del 37%, se ha logrado que el tajo quedase en el 13,9% reduciendo gastos (se han suprimido iniciativas como la televisión del Cervantes) y aumentando los ingresos propios, especialmente en las matrículas y cuotas en las clases de idioma.
 Uno de los resultados del ajuste es que los centros se autofinancian ya actualmente en un 53% (antes solo lo hacían en un 33%).
García de la Concha, ha asegurado a este periódico que “no hay ninguna previsión de cerrar ningún centro ni hacer un ERE sobre parte de la plantilla”.
 Además, se centralizará gran parte de la programación para tener un mayor control y eficiencia del gasto. Los centros que se encuentren en Latinoamérica contarán también con una mayor colaboración de las instituciones locales para la programación cultural.
Se centralizará gran parte de la programación para tener un mayor control y eficiencia del gasto
Pese a todo, el Cervantes pretende seguir con su expansión en Asia y en EEUU.
 Pero se han acabado las inversiones en inmuebles que alberguen al Instituto.
 Más allá del nuevo centro que se prevé abrir en Miami (aprovechando el final de un contrato de un Centro Cultural Español en esa ciudad), a partir de ahora se buscará penetrar en las nuevas ciudades a través de universidades, según el propio director de la institución.
Algo que ya hacen el Goethe Institute o el British Council.
 El mecenazgo, como no, es otra baza que pretende jugar el Cervantes.
 En países como EEUU ya se están obteniendo recursos por esa vía. En España, “será mejor cuando se apruebe una ley”, ha señalado de la Concha.
Las actividades programadas para este ejercicio centran su atención, al igual que en años anteriores, en la literatura, el cine, la música, el teatro, la danza, el arte, la historia o la divulgación científica.
 Sin embargo, se ampliará la colaboración con eventos ya existentes como PhotoEspaña, el Festival Ñ o el Getafe Negro para optimizar más los recursos.
 Al final, el acto de esta mañana, en el que la pianista Rosa Torres-Pardo y la cantaora Rocío Márzquez han ofrecido un recital, ha sido, según Montserrat Iglesias, una mirada optimista al futuro
. Un llamamiento a hacer más con menos.
 Como en el resto del país.

 

El cine español festeja una de sus cosechas más brillantes Rocío García Los premios del cine español llegan a su 27ª edición en medio de la polémica por los recortes a la Cultura y la subida del IVA. Pese a ello, en 2012 las películas españolas consiguieron un 17.9% de la recaudación total y la gran fiesta del 17 de febrero se celebrará con la cifra recaudatoria más alta desde que se entregan estos galardones. Los premios Goya 2012 se concederán en un hotel a 11 kilómetros del centro de Madrid

  • #

    Blancanieves

    18 candidaturas
    Película
    Blancanieves
    Director
    Pablo Berger
    Guion original
    Pablo Berger
    Música original
    Alfonso de Vilallonga
    Actor protagonista
    Daniel Giménez Cacho
    Actor de reparto
    José María Pou
    Actor revelación
    Emilio Gavira
    Dirección de producción
    Josep Amorós
    Dirección de producción
    Josep Amorós
    Montaje
    Fernando Franco
    Diseño de vestuario
    Paco Delgado
    Canción original
    No te puedo encontrar
    Actriz protagonista
    Maribel Verdú
    Actriz de reparto
    Ángela Molina
    Actriz revelación
    Macarena García
    Dirección de fotografía
    Alain Bainée
    Maquillaje y/o peluquería
    Sylvie Imbert, Fermín Galán
    Efectos especiales
    Reyes Abades, Ferrán Pique 
  • #

    Blancanieves

    18 candidaturas
    Película
    Blancanieves
    Director
    Pablo Berger
    Guion original
    Pablo Berger
    Música original
    Alfonso de Vilallonga
    Actor protagonista
    Daniel Giménez Cacho
    Actor de reparto
    José María Pou
    Actor revelación
    Emilio Gavira
    Dirección de producción
    Josep Amorós
    Dirección de producción
    Josep Amorós
    Montaje
    Fernando Franco
    Diseño de vestuario
    Paco Delgado
    Canción original
    No te puedo encontrar
    Actriz protagonista
    Maribel Verdú
    Actriz de reparto
    Ángela Molina
    Actriz revelación
    Macarena García
    Dirección de fotografía
    Alain Bainée
    Maquillaje y/o peluquería
    Sylvie Imbert, Fermín Galán
    Efectos especiales
    Reyes Abades, Ferrán Piquer
  • #

    Grupo 7

    16 candidaturas
    Película
    Grupo 7
    Director
    Alberto Rodríguez Librero
    Guion original
    Rafael Cobos López y Alberto Rodríguez Librero
    Música original
    Julio de la Rosa
    Actor protagonista
    Antonio de la Torre
    Actor de reparto
    Julián Villagrán
    Actor revelación
    Joaquín Núñez
    Dirección de producción
    Manuela Ocón
    Montaje
    José M. G. Moyano
    Diseño de vestuario
    Fernando García
    Sonido
    Daniel de Zayas Ramírez, Nacho Royo-Villanova, Pelayo Gutiérrez
    Actriz revelación
    Estefanía de los Santos
    Dirección de fotografía
    Álex Catalán
    Dirección artística
    Pepe Domínguez del Olmo
    Maquillaje y/o peluquería
    Yolanda Piña
    Efectos especiales
    Pedro Moreno, Juan Ventura