Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

29 dic 2012

Prisión para el autor confeso de la muerte de Miriam y su encubridor


La madre de Miriam, Gema María Cuerda, en el centro, en el entierro oficiado esta mañana. / Julián P
El juez ha decretado hoy prisión para Jonathan Moya González, el autor confeso de la muerte de la bebé de 16 meses secuestrada el pasado día 20 y cuyo cuerpo fue hallado sin vida en una balsa de riego en Abrucena (Almería), y Raúl R .F., presunto encubridor, tras pasar a disposición judicial a primera hora de la mañana, han informado fuentes del caso.
Ambos han declarado ante el juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, encargado del caso y el que ha decretado el secreto sobre las actuaciones en el mismo. Jonathan Moya González, el presunto asesino de Miriam, había asegurado el pasado jueves a la Guardia Civil que intentó hacerla desaparecer después de que la niña se le muriera
. Sin embargo, la autopsia preliminar, realizada en la mañana de este viernes en el Instituto de Medicina Legal de Almería, indica que la muerte del bebé fue mucho más violenta.
 Tras examinar el cadáver, los forenses descubrieron que tenía un fuerte golpe en la cabeza y que esa lesión se produjo antes de que la niña fuera lanzada a la charca donde la encontraron.
Cientos de personas han dado esta mañana su último adiós a Miriam.
 A las diez de la mañana llegaba a la iglesia parroquial de San Juan Bautista el coche fúnebre con los restos mortales de la niña procedentes del tanatorio de Bollullos Par del Condado (Huelva), donde se encontraban desde que hacia las dos de la madrugada llegaran de Almería, informa Efe.
Junto al féretro estaban su madre, Gema María Cuerda, y su abuela materna, Concha Rodríguez, dos mujeres que están recibiendo ayuda psicológica para afrontar lo sucedido y que llegaron a La Palma en la tarde de ayer procedentes del Centro de Atención Inmediata (CAI) de la Diputación de Almería, donde han estado acogidas durante esta semana.
También han estado presentes los alcaldes de La Palma, Juan Carlos Lagares, y de Fiñana (Almería), Rafael Montes, quien ha querido viajar hasta Huelva y acompañar a la familia para expresarle el pésame de todos los pueblos de la comarca almeriense en la que se han desarrollado los acontecimientos.
 La consternación del pueblo se ha hecho evidente a lo largo de la eucaristía oficiada por el párroco, Francisco Jesús Martín, en la que las lágrimas y los comentarios de dolor, repulsa y justicia se han sucedido.
Durante la homilía, Martín ha indicado que no se entiende 'que se pueda llegar a cometer un atentado de tal magnitud, no tiene lógica un acto de violencia tan agresiva de quitar la vida alguien y menos en este caso, a un inocente'.
Asimismo, ha dicho que actos como este ponen de manifiesto que el hombre, en el devenir de la vida, "es capaz de lo mejor y de lo peor" y ha deseado que "la muerte de Miriam sea palabra viva en contra de toda realidad que oprima la vida del ser humano y atente contra su dignidad".
Al término de la eucaristía, cientos de vecinos se han acercado a la familia de la pequeña para trasladarle personalmente su pésame
. Sobre las 11.10 salió de la parroquia el féretro de la pequeña, que ha sido trasladado hasta el cementerio municipal Nuestra Señora de La Soledad de La Palma para ser enterrado.

“Habrá una ley de mecenazgo esta legislatura”

El ministro habla de los recortes, del IVA o del futuro del cine al cumplirse un año de su mandato.

José Ignacio Wert, ministro de Educación, fotografiado en el despacho del ministerio. / LUIS SEVILLAN
José Ignacio Wert (Madrid, 1950) recibió a EL PAÍS en su despacho en la víspera del primer aniversario de su toma de posesión para tratar sobre el maltrecho mundo de la cultura, acosado por un año de recortes salvajes, la muy contestada subida del IVA al 21% y el cambio de paradigma que empuja a la industria del cine, el libro o la música a un replanteamiento radical (y constante) de su futuro.
 Un porvenir que podría aclararse con la prometida Ley de Mecenazgo, propuesta estrella del ministerio que dirige —en el caso que nos ocupa, con la ayuda del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle— y que doce meses después aún no está. Y por lo que se ve, tampoco se le espera de inmediato.

Pregunta. Un año en el puesto… No parece que haya mucho que celebrar...
Respuesta. Estoy satisfecho porque hemos tenido que lidiar con una situación presupuestaria complicada y hemos minimizado el impacto.
 Déjeme que haga una reflexión: nuestras restricciones presupuestarias son visibles, pero creo que es mucho más grande el impacto de esta crisis de consolidación fiscal en el papel de mecenas cultural de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas…
P. No parece esta la ocasión para hablar de esos recortes, sino de los del ministerio de Cultura…
R. No, no, no digo que hablemos de ellos. Pobres criaturas…
P. Pero sí ha dicho que son más preocupantes…
R. Lo que he dicho es que hay algo positivo, que en medio de una dificultad financiera tan grande la cultura no se ha parado. Es imposible que una contracción de estas características no se refleje en la actividad. Pero hemos conseguido que el impacto de esa restricción presupuestaria tenga muy poco reflejo, en algún caso, ningún reflejo, en calidad y cantidad de actividad. Y le pongo ejemplos como el Real o el Prado o el Reina Sofía…
P. Apostaría a que sus responsables se revolverán al leer esto.
R. Pues a mí no me dicen eso…Vamos a ver, cualquier responsable de una institución a la que se recorta no estará feliz. Pero creo que hay que celebrar, y esto es un reconocimiento a sus gestores, lo que por ejemplo ha conseguido el Prado: aumentar sus vías de ingresos propios y no depender tanto de lo público. Tiene que servir de ejemplo, por su capacidad para captar muchos patrocinios y, además, en un marco legal que no es tan idóneo para el mecenazgo como en otros países.
P. Las aportaciones al Prado se han reducido un 30%; créame que sus gestores no están conformes.
R. No está conforme nadie, como es natural. Lo que yo digo es que el Prado, pese al recorte, ha conseguido mantener un nivel de exposiciones espectacular…
P. A pesar del Gobierno…
R. Gracias a la gestión de los responsables del museo.
P. En su mundo ideal, el Estado se acabará desentendiendo de las instituciones culturales.
R. No, en una situación de exigencia fiscal como la que nos ha deparado 2012, con un déficit que nos hemos encontrado mayor del que esperábamos… creo que las instituciones han podido articular esa reducción con un impacto menor, gracias a que generan recursos.
P. Traducido: sálvese quien pueda.
R. No, no. Es simplemente un modelo que camina hacia la concesión de un mayor protagonismo a la sociedad civil sin que signifique abandonar el carácter público ni las aportaciones. Hemos conseguido que todas las grandes empresas consideren un honor poner dinero en el museo.
P. Déjeme que formule una teoría al hilo de esto. El Gobierno del PP camina hacia un modelo de cultura absolutamente privatizada, como parte de una operación consciente por la cual se pretende abaratar la cultura y, cuando ya no valga nada, venderla al sector privado. No es mía, es de uno de esos gestores que, según dice, no se le quejan.
R. No le veo la relación. Hay dos modelos ideológicos: uno que hace recaer todo el peso de la Cultura en las manos del Estado y el otro que trata de que sea más autosuficiente en su capacidad de generar su propio marco industrial. No todo es blanco o negro. También existe el gris. El papel del Estado debe ser el de un facilitador para que las industrias culturales puedan andar solas.
P. ¿Y las que no aprendan a caminar solas? ¿En qué cuneta deja su liberalismo cultural, pongamos, al cine de no comercial?
R. Esa es una buena pregunta sobre la zona gris. Cuando se hacen las políticas de apoyo público al cine, te planteas un dilema: crear un escenario que permita que la mano invisible del mercado sostenga el cine con viabilidad comercial y que cimente una industria nacional. O puedes decir: doy recursos para que se produzca el cine que no tiene viabilidad comercial pero que tiene interés cultural. Y reconozco que es un equilibrio difícil. Cuando diseñas las ayudas te encuentras con situaciones de picaresca, las del cazador de subvenciones. O que se hayan producido 160 o 170 largometrajes y no se haya estrenado la mitad…
P. Demasiadas películas…
R. No es que sean demasiadas como una consideración absoluta. Son demasiadas porque luego no se distribuyen ni exhiben. Y eso sí que es muy penoso. Los alemanes tienen un dicho: “Emborracharse a medias es tirar todo el dinero”. Subvencionar una película que no se estrena es tirar el dinero.
P. Volvamos al balance de su año de gestión. De un sondeo con todos los actores culturales saldría un veredicto unánime: este ha sido el peor año para la cultura de la democracia.
R. No diría que ha sido el peor. Les daría la razón en que ha sido muy duro.
P. Todo lo hablado hasta ahora no casa con el hecho de que no hayan sido capaces de articular una ley de mecenazgo.
R. Estoy de acuerdo. Pero es que no es una ley solo de este ministerio…
P. Que está torpedeando el de Hacienda…
R. No, no. Hacienda está participando en el grupo de trabajo… Hay que hablar de nuevo del escenario de la consolidación fiscal. Una ley de mecenazgo supone reducir ingresos. Y evidentemente no es el mejor momento. ¿Qué solución tiene esto? Ir escalando en el tiempo el planteamiento de los incentivos para que los inversores puedan tener claro de qué hablamos con un horizonte temporal.
P. Ir escalando en el tiempo… ¿Cuánto tiempo?
R. Las cosas pueden ser progresivas. Los beneficios pueden ir creciendo…
P. ¿Hasta dónde?
R. Estamos más en la fase de los conceptos que de las cifras…
P. ¿Cuándo estará lista?
R. No podría dar una fecha.
P. ¿El año que viene?
R. El año que viene estará mucho más avanzada…
P. O sea que no estará…
R. Eso lo ha dicho usted.
P. Más avanzada es sinónimo de no terminada. ¿Damos por perdida la legislatura?
R. No…
P. ¿Habrá una ley antes?
R. Sin duda. Habrá una ley de mecenazgo antes del final de la legislatura.
P. No se entiende que no haya una decisión del Gobierno en bloque para sacarla adelante si tan importante fue para el PP cuando estuvo en la oposición.
R. Impulso hay. Pero en una situación fiscal distinta se haría más rápido.
P. Creyó que sería más fácil.
R. También pensamos que habría un 6% de déficit y nos encontramos un 9,4%.
P. ¿Hay límite para los recortes o aún ve posible meter más tijera?
R. Mi esperanza respecto a esto de la cultura es que en 2014 tengamos mucho más claro el esquema de consolidación. Y que si hemos cambiado algunas teclas en cuanto a la regulación, sobre todo con el cine, podamos tener con los mismos recursos un aprovechamiento más eficaz.
P. Pero más recursos en ningún caso.
R. Resignarse a que no haya más recursos a estas alturas es mucho resignarse.
P. No lo digo yo, lo ha dicho usted.
R. En la medida que haya algún resquicio en las circunstancias económicas pelearé como un león para que haya más dinero. Lo que estamos haciendo en el mundo del cine sienta un buen precedente.
P. Hay quien opina que han aniquilado un modelo antes de tener listo el siguiente.
R. Creo que estamos trabajando en la buena dirección; hemos sentado a gente que no tiene mucha relación y están cómodos. A lo mejor no logramos nada, aunque yo creo que sí…
P. Pues Juan Carlos Tous, del portal de visionado de películas en streaming Filmin, se ha quejado de que los agentes de Internet no están en esa mesa. No parece la mejor idea para diseñar el futuro del cine.
R. Quizá tiene razón.
P. ¿Reconoce un error?
R. No sé si un error. Dejémoslo en que el futuro del cine pasa por Internet.
P. Volviendo a los recortes, recuerdo las palabras de Mortier, cuando dijo: “Si me recortan más, me voy”.
R. ¿Y se ha ido?
P. No.
R. Pues entonces…
P. ¿Y si se hubiese ido?
R. Pues se pone otro director artístico. Recuerde Amanece que no es poco: “Todos somos contingentes, solo tú eres necesario”. En este caso, el necesario es Gregorio Marañón (Risas)
P. No hay nadie insustituible.
R. No. Eso no quiere decir que haya que estar sustituyendo a la gente. Tenemos un cuadro de gestores de primer nivel y tenemos que mantener las condiciones para que estén cómodos.
P. El puesto que un año después aún aguarda reemplazo es el de director de la Orquesta Nacional.
R. Todo lleva su proceso… Pero eso se arreglará pronto.
P. ¿Cuándo?
R. No será mañana mismo.
P. ¿Cómo se enteró de la subida del IVA?
R. [Lo piensa] Como todos, por teléfono. Nos fue comunicado como un hecho consumado.
P. ¿La ve una subida sensata?
R. Más que en esos términos, hay que pensarlo en los términos de evitable o inevitable. Era inevitable.
P. ¿Bajará el IVA cultural el año que entra?
R. No puedo decir ni que sí ni que no. De momento no hay elementos que inviten a pensar que se podrá bajar el IVA. Afortunadamente nada es imposible…
P. Cuando se decida bajar el IVA, ¿estará la Cultura entre los primeros candidatos?
R. Sin duda.
P. No negará que eso que llama inevitable ha tenido un efecto de reducción de asistencia al cine, al teatro, a los conciertos.
R. Pero ya venía bajando en los últimos cuatro años.
P. No en el caso del teatro.
R. No, el teatro, no. Lo que sucede es que al final una cosa es el IVA, y otra cosa es la crisis.
P. Como sociólogo que es sabrá que el 21% de cero es cero.
R. No he mirado recientemente las cifras, pero entiendo la preocupación del sector.
P. La entiende, pero no la comparte, como diría el tertuliano que solía ser.
R. Como preocupación sí la comparto. Como línea de acción soy solidario con la del gobierno. Pero entiendo que cada cual defienda sus propios intereses.
P. ¿Ha visto la obra de teatro de Juan Diego Botto, Un trozo invisible de este mundo?
R. No.
P. Se la recomiendo. Al final, los actores interrumpen la salva de aplausos para leer una frase de Lorca: “El pueblo que no ayuda ni fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo”. Es para sentirse aludido.
R. Estoy muy contento de lo que han hecho nuestras compañías. La vida es sueño, con un 100% de ocupación, Doña Perfecta, Atlas de geografía humana…
P. Eso no resuelve las cuitas de Lorca.
R. Entiendo que se sientan desamparados, pero es que ya van cinco años de crisis. Hacemos lo que podemos, pero estamos lejísimos de merecernos la cita de Lorca. Tenemos lo que tenemos y debemos incidir en esa realidad con los recursos normativos a nuestro alcance.
P. Como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.
R. Sí, y como la Comisión de la propiedad intelectual.
P. ¿Funciona tan mal como aseguró Lassalle?
R. Creo que se malinterpretaron sus palabras. Si se mira, no tanto desde el cómputo de los procesos como de los resultados, creo que hay razones para estar satisfechos.
P. En los borradores que circulan de la Ley de Propiedad Intelectual parece que en el nuevo mundo, el de la nube, en el que las licencias se negocian una por una, se va a primar la ley del más fuerte, que favorecerá a las multinacionales…
R. Reconozco la dificultad que hay de legislar en esta materia, porque la tecnología va por delante.
P. Yo iba más al hecho de que da la sensación de que su Gobierno estaría cómodo si se desactivase la gestión colectiva de los derechos de autor: las entidades de gestión.
R. El mundo de la gestión colectiva tiene que cambiar.
P. ¿En qué?
R. Tiene que hacerse más abierto al entorno tecnológico…
P. ¿Más transparente?
R. Sí. Un modelo como el de Spotify al final te indica que hay una alternativa legal…
P. Los músicos opinan que el dinero que finalmente les llega es más bien escaso…
R. Todo el mundo tiene la legítima aspiración de ganar todo lo que pueda por su creación y ahí estoy con ellos. Pero como dicen mis hijos, el CD no va a volver. Todo va hacia no tener soporte físico. El desarrollo tecnológico no se va a parar…
P. Con el nuevo canon digital, las entidades recibían 115 millones y ahora cinco, ¿es que antes se les consentía el robo por ley?
R. La decisión de pasar a un sistema con cargo a los presupuestos generales ha creado cierto choque. Pero los cinco millones son a título indicativo.
P. A título indicativo o no, las entidades recibirán cinco millones.
R. Estamos hablando de una transición a otro modelo y llegaremos a un reparto más equilibrado.
P. ¿Cómo justifica la decisión de destinar cero euros a las bibliotecas?
R. Hay que tener en cuenta que las bibliotecas han tenido muchos recursos en los últimos años. Hay, me parece, 226 millones de libros...
P. Ya son suficientes…
R. A mí me gustaría que hubiese más recursos, pero las bibliotecas públicas están bien surtidas. Faltarán las novedades...
P. ¿Cómo es su relación con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle?
R. Como con todos los miembros del equipo, estupenda.
P. Muchos protagonistas de diversos ámbitos de la cultura afirman que su relación es pésima y que en privado ni siquiera se molestan en disimularlo.
R. Es una relación perfectamente normal.
P. Todo son mentiras.
R. Nos llevamos estupendamente.
P. ¿Cuántas veces ha hablado hoy con él?
R. Ninguna.
P. ¿Y esta semana?
R. Seis o siete... hasta hemos cenado, con eso se lo digo todo...
P. O sea que esas personas que se dicen cercanas a ustedes mienten…
R. Es bastante común en este mundo vivir de la información de conflictos existentes o irreales. Me preocupan cero.
P. ¿Qué porcentaje de su tiempo dedica a la cultura frente a la educación?
R. Dedico más tiempo al mundo de la educación pero no tengo para nada la sensación de tener abandonado el mundo de la cultura. Sobre todo a partir de las ocho de la tarde soy más ministro de cultura.

 

Soñadores del Santo Grial

Llega la segunda entrega de The stuff that dreams are made of, esos apasionantes estuches del sello estadounidense Yazoo que reúnen algunas de las máximas rarezas discográficas de los años veinte. Distribuida, como la anterior, por Resistencia, contiene 46 canciones digitalizadas en un doble CD, enriquecidas por un librito fascinante.
El título tiene resonancias shakespearianas (La tempestad) pero, ya lo habrán adivinado, procede directamente de El halcón maltés, versión John Huston
.El policía pregunta por la codiciada estatuilla y Humphey Bogart responde: “esto es, uh, el material del que están hecho los sueños”.
 Hasta Bob Dylan recicló la frase para una de las canciones.
Sin desmerecer los valores intrínsecos -poderosa música rural grabada en una toma- sospecho que la serie está pensada para honrar la mitología de los coleccionistas, en su faceta más aristocrática: los buscadores de las placas que giraban a 78 revoluciones por minuto.
Una actividad nacida fuera de la industria fonográfica.
 Según la narración del compilador, Richard Nevins, brotó a mediados de los años treinta, entre aficionados al jazz.
 Ellos mismos comenzaron a establecer discografías de sus artistas favoritos y alentaron un mercado inicialmente invisible
. Entonces, conviene recordarlo, no existía el concepto de las reediciones, que despegaría con la llegada del microsurco
. Para las disqueras y, seguramente, también para los artistas, las pizarras eran un producto de temporada con fecha de caducidad, un retrato de un momento pasado.
La idea de que esos lanzamientos constituían una obra creativa, digna de estudio y preservación, constituía un planteamiento revolucionario
. Al principio, los discos resultaban fáciles de conseguir: dormitaban en grandes almacenes, tiendas de electrodomésticos y una gama muy variada de comercios
. Hasta que esas fuentes de aprovisionamiento se agotaron; en los años cuarenta, surgió el canvassing.
Es decir, el puerta a puerta, una técnica derivada de las campañas políticas de la joven democracia estadounidense. Aquí surgen historias épicas, que se repiten en los textos de The stuff that dreams are made of. Había un arte, naturalmente.
Peinar los barrios donde habitaba el público potencial de la música en cuestión, determinar qué vecinos estarían dispuestos a vender y convencer a los renuentes.
 El precio era el menor de los problemas: las placas no eran muy valoradas, especialmente tras la aparición de los microsurcos.
Los géneros ansiados fueron ampliándose, según se perdieron los pudores.
 Tras los locos del jazz, llegaron los fanáticos del blues.
 Luego, los amantes del hillbilly, el primitivo country. Más tarde, las grabaciones étnicas: las minorías que emigraban a Estados Unidos llevaban su música. En tiempos más recientes, se revalorizó el frívolo pop de la Prohibición (exacto, el que se escucha en Boardwalk empire)
. Y supongo, aunque Nevins no los menciona, que también hubo cazadores de música clásica y voces operísticas.
Cada secta tenía su Santo Grial.
 Para los adictos al blues, podían ser las placas del feroz Charley Patton
. Encontraron copias en Clarksdale, localidad de Misisipí, donde Patton vivió, pero abundaban las sorpresas: discos pensados para el mercado del Sur Profundo aparecieron en ciudades del Norte, a veces en barrios alejados del ghetto afroamericano.
 En aquellos tiempos, la distribución de productos musicales no era precisamente una ciencia exacta.
Por las anécdotas aquí incluidas circulan algunos nombres ilustres...y excéntricos: John Fahey, guitarrista tan heterodoxo como prolífico, o Harry Smith, cuya Anthology of american folk music inflamó la imaginación de miles de músicos y cantautores.
Podría ser otra subcultura más -Nevins menciona a los coleccionistas de jabones de hotel o tréboles de cuatro hojas- pero los amantes de pizarras tendían al apostolado: se dedicaron a publicar sus hallazgos en elepés y, ya en los ochenta, en discos compactos.
La historia de la música popular sería otra -y mucho más pobre- sin el activismo de estos entusiastas, que frecuentemente cruzaban la línea roja de la legalidad. En su momento, las enseñanzas del canvassing sirvieron también para localizar a añejos bluesmen
-Son House, Skip James, Mississippi John Hurt, Robert Wilkins- que vivieron inesperadas prórrogas de sus carreras.
¿Y en España?, oigo preguntar.
 No tenía sentido hacer esas expediciones: las tiradas de los discos gramofónicos eran mínimas y sus compradores tendían a pertenecer a las clases medias o altas.
 Cuando uno se enteraba de la existencia de colecciones de pizarras, echaba las redes: inevitablemente, surgía la codicia, la conversación cambiaba de tono y te pedían cantidades desaforadas.
 En algún caso, he vuelto a preguntar años después.
Con resultados desoladores: “¿Los discos del abuelo? Ah, los tiramos cuando hicimos obras en la casa.”

Carromero aterriza en Madrid para cumplir su condena en Segovia

Carromero llega al tribunal que le juzgó el pasado 5 de octubre. / EFE
El dirigente de Nuevas Generaciones del PP, Ángel Carromero, condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por el accidente de tráfico que costó la vida a los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, ha llegado hoy a España para cumplir el resto de su condena en la cárcel de Segovia.
 Custodiado por agentes españoles de la Interpol, Carromero ha llegado al aeropuerto de Barajas sobre las 12:10 horas en un vuelo regular de la compañía Air Europa procedente de La Habana.
Carromero será conducido al centro penitenciario segoviano en el que se le realizarán los exámenes médicos pertinentes, previos a que la Junta de Tratamiento de dicha cárcel decida en unos días si le clasifica en tercer grado.
 Para que se lo concedan la junta de tratamiento evalúa fundamentalmente el delito por el que está penado, además de la conducta del interno, el arraigo familiar o el que tenga un empleo.
En este sentido, el abogado del preso, José María Viñals, dijo hoy a Efe que espera que su cliente obtenga el tercer grado y no descarta incluso que se le pueda conceder el indulto cuando comience a cumplir en España la pena que se le impuso en Cuba
Viaja con él Miguel Vives Cutillas, otro ciudadano español que fue condenado por tráfico de drogas a 18 años de cárcel en Cuba, de los que ha cumplido cuatro en la isla.
 El traslado de ambos españoles se produce en virtud del acuerdo al que llegaron este mes de diciembre los gobiernos de La Habana y Madrid para aplicar un convenio bilateral de ejecución de sentencias penales que data de 1998.
Ángel Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por un delito de homicidio imprudente en el accidente de tráfico en el que murieron Oswaldo Payá, el destacado opositor cubano líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y Harold Cepero, miembro de este grupo.
El joven español conducía el vehículo que el pasado 22 de julio se estrelló contra un árbol en las cercanías de la ciudad cubana de Bayamo, en el oriente de la isla y en el que viajaban Payá y Cepero y también el sueco Jens Aron Modig, dirigente de una formación conservadora de su país.
Carromero y Modig salieron ilesos de ese accidente y, mientras el español quedó detenido en Cuba desde el día siguiente del siniestro el sueco pudo regresar a su país una semana más tarde.
El dirigente de la filial juvenil del PP fue acusado por la Fiscalía cubana de un delito de homicidio imprudente por el que fue juzgado en octubre en Bayamo en un tribunal que lo condenó a cuatro años de cárcel, tres menos de lo que pedía el Ministerio Público.
 Desde pocos días después del accidente, Ángel Carromero ha permanecido recluido en 100 y Aldabó, un centro del Ministerio del Interior cubano ubicado en las afueras de La Habana.