Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 ene 2011

SARITA MONTIEL ''FUMANDO ESPERO'' by J. Viladomat-Masanas.wmv

La dama pacífica y el autor de acción

Luc Besson, director de 'thrillers' de éxito, rueda 'The Lady' sobre la vida de la Nobel birmana Aung San Suu Kyi - Michelle Yeoh encarna a la disidente .
"Allez, allez", apremia Luc Besson. El cineasta está rodando en Oxford, oscurecerá pronto y no queda más remedio que cancelar el descanso para el almuerzo. ¿Protestará su equipo francés? Besson, vestido modestamente de negro, lanza una mirada fulminante: "No es un equipo francés. Es mi equipo". Y efectivamente, nadie se atreve a objetar la bandeja de insulsos sándwiches.






La historia de amor de la opositora con un profesor inglés conmovió al director



Suu Kyi no se implicó en el filme, aunque pasó un día entero con la actriz

Firme, afectuoso e involucrado hasta el detalle, el director francés de 51 años filma en la localidad inglesa The Lady (La dama). Se trata de una producción sobre la líder opositora birmana y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, interpretada por la actriz Michelle Yeoh (Tigre y Dragón). El título alude a la manera en la que sus seguidores llamaban a Suu Kyi, cuyo nombre tenían prohibido pronunciar por la junta militar que dirige el país. El realizador acaba de llegar de Tailandia, donde grabó la sección de la película que transcurre en Birmania (rebautizada Myanmar por los militares), teniendo que guardar en secreto el propósito del rodaje para evitar represalias de las autoridades tailandesas, vecinas de las birmanas.



El director pretende ir más allá de esa figura pública de aspecto grácil y flores en el pelo: "No quiero quedarme en el icono. Me interesa mostrar momentos como el que vivió cuando le fue otorgado el Nobel. Sola, encerrada en casa a oscuras, sin electricidad y siguiendo la gala por un transistor pegado a la oreja".



Oxford fue el hogar de Suu Kyi antes de pasar a encabezar la oposición birmana. En la ciudad inglesa cursó estudios universitarios, conoció a su marido, Michael Aris, un profesor de literatura tibetana, con el que tuvo dos hijos, y fue un ama de casa hasta que en 1988 viajó a su país natal para atender a su madre enferma. Allí se encontró una cruenta represión de revueltas estudiantiles, que le hizo retomar el testigo de su padre -un héroe de la independencia que murió asesinado- y hacer campaña por la libertad del pueblo birmano. A pesar de que ganó las elecciones de 1990, el resultado fue anulado y condenada por los militares a arresto domiciliario durante 15 años.



Besson dice que sintió "náuseas" tras leer informes sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por la junta de generales. Al director le conmovió la relación de Suu Kyi y su marido (David Thewlis en pantalla), que considera "uno de los romances más conmovedores después de Romeo y Julieta".



La historia de Suu Kyi no puede entenderse sin conocer su crudo dilema. Tuvo que elegir entre vivir en Reino Unido con su familia o permanecer junto a sus compatriotas. Eligió la política con un coste atroz: no se le permitió volver a ver a su marido, que murió de cáncer en 1999. "Es lo peor que le puede pasar a un ser humano", reflexiona el cineasta. "Tengo cinco hijos, cuando comencé a rodar pensé que nunca haría algo así. Pero existe una razón, y analizarla la hace comprensible. Mi intención es mostrársela al público y hacer que cambie de opinión cada 10 minutos".



El rodaje ya estaba en marcha cuando el pasado noviembre Suu Kyi, de 65 años, fue liberada de su cautiverio. Ella y su familia mantienen una actitud de neutralidad hacia la película -ni se han opuesto ni han participado en el proyecto-, pero la líder política accedió a recibir en casa a Yeoh, su doble en el celuloide. "Nada más verme, me tendió los brazos para abrazarme", recuerda la actriz. "Lo primero que se me vino a la cabeza es lo delgada que estaba. Pasamos un día charlando sobre las dificultades de la meditación y el siamés que le regalaron. Cuando la conoces te embarga la calma. Es una mujer muy hermosa, con un aura especial", confiesa.



Besson, autor de títulos de músculo como Nikita, Léon, el profesional o El quinto elemento, parecía un impulsor improbable para The Lady. "Me interesa cambiar de universo. Mis trabajos son diferentes entre sí", alega. "Este tiene alguna similitud con Juana de Arco. Pero Suu Kyi es si cabe más heroica. Lucha desarmada, al contrario que Juana de Arco, que fue una exterminadora".



El realizador es considerado un desplazado dentro de la industria cinematográfica francesa. A pesar de que trabaja en Francia desde hace tres décadas y tiene a la taquilla de su parte, la crítica consagrada le acusa de contaminar la tradición cinematográfica local con efectismos hollywoodienses. ¿Le duele ser desdeñado así? "Me da igual. Yo hago películas", responde encogiéndose de hombros. "Unos hacemos cine y otros hablan sobre ello".

1 ene 2011

Marcha Radetzky - Concierto Año Nuevo 2011 -- Franz Welser-Möst

Fallece Rosie la Remachadora


Prestó su imagen a uno de los carteles más famosos de la II Guerra Mundial, convertido con el tiempo en icono del feminismo .
Geraldine Doyle, la mujer que se convirtió en su juventud en la ruda obrera Rosie la Remachadora (Rosie the Riveter) para uno de los pósters más iconográficos de la II Guerra Mundial y posteriormente símbolo de la revolución feminista, ha muerto en Michigan a los 84 años por complicaciones de la artritis que sufría, informan los medios estadounidenses. Doyle, que se había quedado viuda este año, falleció el domingo pasado en la residencia de ancianos en la que vivía.




Doyle inspiró sin sospecharlo el rostro del dibujo We Can Do It (Podemos hacerlo), en la que la protagonista, con un pañuelo rojo de lunares atado en la cabeza, se sube las mangas para mostrar sus potentes músculos.
 Con él, se pretendía insuflar ánimo al frente interno de la guerra, a la nación de mujeres trabajadoras que apoyaban el esfuerzo bélico. Doyle entonces tenía 17 años y era una chica guapa que trabajaba en una acería y sirvió de inspiración al artista J Howard Miller, autor del cartel convertido en uno de los grandes iconos de la época.



En realidad, según ha declarado su hija Stephanie Gregg al diario The New York Times, su madre estaba lejos de tener unos bíceps abultados. Gregg ha explicado que su madre era muy delgada, dulce y glamourosa y que tenía los labios hermosos y las cejas arqueadas, pero poco que ver con la mujer fuerte que aparecía en el cartel. De hecho, su trabajo en la fábrica metalúrgica de Ann Harbor, en Michigan, duró apenas dos semanas, tiempo suficiente como para que un fotógrafo de United Press reparara en ella y le tomara las fotografías que después inspiraron a Miller.



Hasta tal punto era una mujer delicada en las antípodas de la imagen ruda que la inmortalizó que dejó el trabajo porque temía herir sus manos y no poder seguir disfrutando de uno de sus pasatiempos favoritos: tocar el violonchelo.



En otro de sus trabajos conoció a su marido, Leo H. Doyle, un estudiante de odontología, con quien estuvo casada 66 años. Según The New York Times, la mujer pasó gran parte de su vida sin saber que era famosa.
Desconoció la existencia del póster hasta 1982, cuando al hojear una revista vio la fotografía y se reconoció.
Los funerales tendrán lugar el próximo martes. Rosie la Remachadora tuvo cinco hijos, 18 nietos y 25 bisnietos.