Marta Ortega opta por una ceremonia íntima pero con una gran fiesta posterior para su matrimonio con Carlos Torretta.
Marta no es guapa ni tiene estilo. Es una de tantas, eso si favorita de su padre Amancio Ortega, y él tiene hijas de su primer matrimonio con el que se hizo millonario haciendo batas para casa, vaya si se lo creen pues mejor. Aunque sea gallego se hizo millonario mundial con sus tiendas de Zara.
Eso dicen, el mar inspira mucho por lo que se ve.
Pero volvamos a Martita.
Marta Ortega y Carlos Torretta, en A Coruña. En el vídeo, los sitios en los que celebrarán su boda.GTRES / EPV
Una de los cuestiones más peliagudas de ese desembarco en Normandía que
es una boda es la elección del lugar de la celebración.
O de las
celebraciones, de acuerdo con los usos de la alta sociedad. Sin embargo,
cuando se tiene un parque inmobiliario nada desdeñable a pie de casa,
todo se simplifica. Marta, hija de Amancio Ortega Gaona y de Flora Pérez Marcote, se casará con Carlos,
hijo de Roberto Torretta y de Carmen Echeverría, el próximo 16 de
noviembre.
Lo hará seis años y medio después de su primer matrimonio y
unos cuatro de su divorcio, y será en A Coruña, pero no repetirá ninguno
de los escenarios de aquel primer enlace con el jinete Sergio Álvarez.
Entonces, febrero de 2012, la hija pequeña del dueño de Inditex celebró eso que llaman preboda en el Hotel Finisterre,
y la ceremonia y la fiesta tuvieron lugar al día siguiente en el pazo
de Drozo, propiedad de la familia (de ella) en Cambre. En esta ocasión
los escenarios son tres, y todos diferentes. Claro que ninguno se
aproxima en glamur a los ambientes que la novia frecuenta con asiduidad
desde que es pareja de Torretta, un hombre del sector de la moda, aunque
no de la confección. También se conjetura que entre los invitados habrá
ahora muchos más representantes del papel cuché que entonces, que se
redujeron a Athina Onassis y a la soprano Aihnoa Arteta, parejas de
jinetes, además.
Amancio Ortega, con su hija Marta, el pasado verano.GTRESONLINE
Ya casados, los integrantes de los círculos familiares se desplazarán
al Real Club Náutico para una copa de bienvenida a los invitados.
Pueden hacerlo andando, son cinco minutos. En el extremo de un espigón
que se interna la dársena, el Real Club Náutico se fundó en 1928, y en
ciertos aspectos, no ha evolucionado demasiado desde entonces. Es un
edificio no muy grande —las crónicas hablan de centenares de invitados,
pero no cabrán más de 300—, de dos pisos y un ático, con la decoración
de madera pulida y elementos de bronce que caracterizan a lo náutico de
toda la vida. Los socios son también las mejores familias coruñesas de
toda la vida, pero los tiempos de hoy no son aquellos de los felices 50 y
60, cuando los veraneos de Franco y las cenas en las que los caballeros
lucían aquella prenda que solo se veía en Hollywood, el esmoquin, y las
señoras iban con traje de noche o de cóctel.
La boda civil se celebrará en la más estricta, aunque relativa
intimidad, en la casa familiar del Paseo de la Dársena, a un centenar de
metros del Finisterre. Es un caserón de piedra de cuatro pisos cuya
parte trasera da a la Ciudad Vieja y tiene enfrente la que fue casa de
Emilia Pardo Bazán y la sede de la Real Academia Gallega. Por delante
forma parte de la fachada de postal de las galerías que dan al puerto. Es la única de la zona que zafó de ser una “casa del remo” (la amplitud
de la fachada no podía exceder de ese tamaño), pero eso ya era,
obviamente, antes de que la comprara Ortega La del exalcalde,
exembajador y exsocialista Paco Vázquez, prácticamente al lado, sí
guarda las normas de entonces.
Amancio Ortega, con su hija Marta, el pasado verano.GTRESONLINE
En la actualidad, los apuros son mayores, así que el recién
desembarcado presidente decidió alquilar el local para actos. “Os
comunicamos que el próximo viernes 16 de noviembre las instalaciones del
Edificio Social permanecerán cerradas por la celebración de un evento
familiar”, comunicó postal y discretamente a los socios, quienes no
todos lo vieron bien. Además de los 25.000 euros que se cobra por el
alquiler del espacio, la sociedad se verá beneficiada con la renovación
de las alfombras y otros detalles, a cuenta del socio no identificado. En su día, Amancio Ortega también había remozado a sus expensas el salón
del Hotel Finisterre, donde se iba a celebrar el cóctel de la preboda. La fiesta, esta vez, será al día siguiente en Casas Novas,
el centro hípico que Ortega construyó en Larín (Arteixo), a unos 20
kilómetros de su casa y a cinco de la sede de su empresa, cuando Marta
competía activamente en ese deporte. El dueño de Inditex se ahorró los
quebraderos de cabeza de convencer a cientos de propietarios para reunir
71.000 metros cuadrados comprando los terrenos de lo que había sido una
granja lechera. Se inauguró en 2000, con unas magníficas instalaciones
revestidas de piedra y madera, que hacen que sea la única hípica de cuatro estribos de Galicia. Ese mismo año organizó el primer Concurso de Saltos Internacional (CSI),
que tiene la máxima puntuación de la Federación Hípica Internacional. Allí fue el primer sitio donde Amancio Ortega no rehuyó a los
fotógrafos, que lo retrataban con su familia y con sus invitados. Quizá
elegir Casas Novas sea la forma de volver a empezar, de apostar por el
triunfo de la esperanza sobre la experiencia, que era como Samuel
Johnson definía las segundas nupcias.
La multinacional Grifols presenta los resultados de un ensayo clínico realizado en España y EE UU.
Imagen
del Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Alzhéimer y
Otras Demencias de Salamanca, en una foto de archivo. Julián Rojas
La multinacional de hemoderivados Grifols
ha presentado este sábado los resultados de un ensayo clínico que
demuestra una ralentización del 61% en la progresión del alzhéimer en
pacientes de estadio moderado, en un nuevo paso hacia una posible vía de
tratamiento contra esta enfermedad neurodegenerativa en algunos
pacientes. El ensayo, denominado Ambar (Alzhéimer Management By Albumin
Replacement), ha contado con la participación de 496 pacientes de 41
hospitales de Estados Unidos y España, y ha consistido en la combinación
de la extracción periódica de plasma y su sustitución por una solución
de albúmina, una proteína plasmática.
Este tratamiento se basa en la hipótesis de que la mayoría de la
beta-amiloide, una de las proteínas que se acumula en el cerebro de las
personas con alzhéimer, circula en el plasma ligado a la albúmina. La
extracción de este plasma podría desplazar la beta-amiloide del cerebro
hacia el plasma, limitando el impacto de esta enfermedad en las
funciones cognitivas del paciente. Según Grifols, en la población de pacientes con alzhéimer en estadio
moderado, los resultados han demostrado, con significación estadística, una ralentización del 61% en la progresión de la enfermedad,
mejorando tanto la capacidad cognitiva como de desarrollo de
actividades cotidianas. En el grupo de pacientes en estadio leve los
resultados no han alcanzado una significación estadística en la
ralentización en el progreso de la enfermedad.
Ambar es un ensayo clínico internacional, multicéntrico y
doble ciego —los pacientes no saben si han recibido tratamiento o
placebo— en el que han participado cerca de medio millar de enfermos de
alzhéimer en estado leve y moderado de entre 55 y 85 años.
El desarrollo
del nuevo fármaco afronta así su última etapa, en la que deberá
ratificar los resultados obtenidos hasta la fecha en muestras mucho
mayores de enfermos y, posteriormente, obtener la aprobación de las
autoridades sanitarias para su futura salida al mercado.
El presidente de Grifols, Víctor Grifols, sostiene que estos resultados
“abren una nueva vía en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer” y
ha remarcado que su compañía “seguirá explorando el potencial de las
proteínas plasmáticas y del recambio plasmático en estudios
posteriores”.
Hannibal Laguna en un desfile en MBFWMadrid.Inma Flores
El diseñador Hannibal Laguna
abandona la nave nodriza. El establecimiento que hasta ahora llevaba su
nombre, incrustado en el Palacio Salvetti, uno de los edificios más
señoriales, céntricos y protegidos de Alicante, pasará a otro
emplazamiento después de que Laguna haya decidido trasladarse “a otra
zona comercial más acorde” con su “actividad”, según confirmaron a EL
PAÍS fuentes oficiales de la firma. El principal responsable del cambio,
indicaron las mismas fuentes, es el tardeo, una corriente de ocio que
ha ampliado los horarios y los espacios destinados a la fiesta durante
los fines de semana, especialmente en el entorno de la calle Castaños,
donde se ubicaba la lujosa tienda que sirvió de punta de lanza para los
negocios de Laguna. “Después de dos décadas en el emblemático Palacio Salvetti”,
continuaron las fuentes consultadas, “los cambios comerciales que en los
últimos años han impulsado el comercio de la restauración en la calle
Castaños y sus alrededores nos han hecho emprender una nueva aventura”. No va a ser fácil la transición. El lugar elegido para el nuevo atelier
del modisto es un bajo comercial de un edificio de oficinas, menos
concurrido, separado de los establecimientos en los que exponen las
firmas de moda más conocidas.
El emporio del modisto hispano venezolano asegura que, tras la
mudanza, la nueva tienda se convertirá en el atelier de referencia de la
marca”, en el que dará continuidad a sus líneas de diseño actuales y
abrirá “las puertas al desarrollo de los nuevos proyectos”.
Este caso llegó a juicio en 2013 y
obligó a la empresa, que entonces se declaró “insolvente” a abonar
28.000 euros en nóminas impagadas a una trabajadora.
El pago se realizó
en especie: en trece trajes, concretamente.
Incluso la empresa que se
encargaba la comunicación del modisto se querelló, hace cinco El desmantelamiento del taller de moda, que se culminará previsiblemente
en un par de semanas, deja vía libre a la venta del local del Palacio
Salvetti. Según fuentes próximas a la negociación, que aseguran que se
encuentran “muy avanzadas”, el mejor posicionado en la puja sería el
empresario Perfecto Palacio, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV)
en Alicante y propietario del resto del edificio, en el que ha abierto
un hotel de lujo tras restaurarlo y conservar su fachada original. Pero
no es el único. “Hay al menos tres interesados” en el local ubicado en
la planta baja de este palacete construido por la burguesía alicantina a
finales del siglo XIX, cuando la ciudad comenzaba a expandirse lejos de
su casco histórico.
La máxima de “quien resiste gana” se hace realidad en Sofía de Grecia.
Durante una gran parte de los 80 años, que el próximo viernes cumple la
reina emérita, ha sido lo que ha hecho: aguantar envites personales que
la vida le ha dado y anteponer su obligación a cualquier otra opción.
Con el tiempo esa actitud le ha hecho ganar enteros y acercar su figura.
La aparición de Corinna Larsen supuso un punto de inflexión. Que el
matrimonio de los reyes estaba roto era un secreto a voces desde hacía
tiempo, pero poner rostro a la mujer que en ese momento acompañaba a don
Juan Carlos le hizo granjearse el favor popular a doña Sofía.
Desde ese
momento, los índices de aprobación de la reina emérita, que la Casa del
Rey mide regularmente, se dispararon mientras que los de su esposo se
desplomaron.
La existencia de Corinna no era desconocida por doña Sofía, pero una
cosa fue manejar el asunto en privado y otra que la noticia se
convirtiera en notica de primera página.
Algo parecido ocurrió el pasado mes de abril en Palma de Mallorca,
cuando tras la misa de Pascua hubo un gesto feo de la reina Letizia y la
princesa Leonor a la petición de doña Sofía de hacerse una foto.
De nuevo la reina
emérita contó con el favor popular por lo sucedido.
Pero esta
aceptación sobre su figura no siempre ha existido.
Los
reyes Felipe VI, Letizia y la reina consorte, Sofia, a su llegada a la
ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.J. L. CereijidoEFE
Durante años se miró con recelo a doña Sofia por ser extranjera y
hablar regular español. Nació en Grecia, pero lo cierto es que lleva más
de medio siglo en España y aunque conserva el acento y le gusta hablar
en inglés con su familia ha antepuesto su condición de reina
y las obligaciones que conlleva el cargo a sus sentimientos. En estos
momentos de su vida y conforme se acerca su aniversario las muestras de
reconocimiento aumentan. Don Juan Carlos celebró en familia su 80 cumpleaños en enero y doña
Sofía hará lo mismo el próximo 2 de noviembre. Sus parientes más
cercanos y algunos íntimos se reunirán para un almuerzo familiar. A esa
cita está convocada su hija Cristina que no acudió al festejo de su
padre porque en La Zarzuela no era bien recibido su marido. Con Iñaki
Urdangarin en la cárcel de Brieva, la presencia de la hija menor de los
reyes eméritos es más fácil. De hecho, ha trascendido que la infanta y
sus hijos viajan con regularidad a Madrid camino del centro
penitenciario en que se encuentra Urdangarin y hacen parada en La
Zarzuela. Esta misma semana se ha podido ver a Elena de Borbón y a su
hija Victoria Marichalar en un teatro de la capital acompañadas de
Cristina de Borbón y sus dos hijos menores.
Doña Sofía solo ha estado en entredicho en los últimos tiempos por su
postura sobre los Urdangarin. Unas fotos de la Reina visitando a su
hija y a su familia en Washington fueron interpretadas como un apoyo a
su yerno en plena investigación del caso Nóos. La presencia de la Reina
fue muy criticada y de nada sirvió que ella advirtiera que además de
soberana era madre y abuela. Pero lo cierto es que con el tiempo cada
vez ha sido más cauta en este asunto todo ello para mantener el cordón
de protección establecido alrededor del Rey de España. Y mientras la popularidad de doña Sofía gana enteros, la de don Juan
Carlos sigue en el punto de mira. Desde hace muchos meses su nombre no
aparece en la agenda oficial del palacio de La Zarzuela. Solo se le ve
en Sanxenxo practicando la vela con su fiel Pedro Campos y a veces su
hija Elena. Pese a las diferencias el rey emérito acompañará a su esposa
a un concierto en su honor el día de cumpleaños. Antes habrá comida
familiar. La duda es si la infanta Cristina posará junto a su hermano el
Rey.
El pasado miércoles en el Teatro Real de Madrid la madre de Felipe VI
presidió los Premios BMW de Pintura. Poco antes de que terminara el
concierto, la actriz Ángela Molina, que ejercía de maestra de ceremonia,
salió al escenario para agradecer a la reina la labor que lleva
haciendo desde hace más de 40 años por la cultura y aprovechó para
felicitarla por su 80 cumpleaños. El teatro se puso en pie para
aplaudirla. Luego, entre bambalinas, mostró su sorpresa por lo sucedido y
aseguró no saber nada de lo que su familia preparaba para el día de su
cumpleaños.