2 nov 2020
HUequitos de Sol: Quintín Silva
HUequitos de Sol: Quintín Silva: Décimas de Quintín Silva Quintín Silva fue un herrero forjador de herraduras y aperos de labranza que vivió ...
7 jul 2020
Enrique Ponce rompe su silencio sobre su separación de Paloma Cuevas
Enrique Ponce rompe su silencio sobre su separación de Paloma Cuevas
El diestro ha pedido respeto y ha querido zanjar las especulaciones.
Hace unos días, Enrique Ponce y Paloma Cuevas confirmaban que habían decidido separarse después de 25 años juntos.
Esta noticia ha provocado todo un aluvión de rumores sobre los motivos que les han podido llevar a poner fin a su matrimonio.
Cansado de especulaciones, el torero ha intervenido telefónicamente en Sálvame para pedir respeto.
"Suficiente mal lo estamos pasando como para que se inventen otro tipo de cosas", declaraba.
La gota que ha colmado el vaso ha sido el testimonio de una mujer que afirmaba conocer a la pareja desde hace más de dos décadas para aportar, según sostenía Ponce, informaciones falsas sobre su familia.
“No se puede dar paso a cualquier persona que diga que te conoce”, se quejaba e insistía:
"Solo pido respeto". "No nos merecemos todo esto, Paloma y yo nos llevamos bien y no tenemos ningun problema y todo esto que estáis sacando y estáis inventando hace daño a todos", añadía.
El diestro ha desmentido también las informaciones que apuntaban a que lleva un año y medio con una joven llamada Ana Soria, a la que asegura conocer tan solo desde hace unos meses.
También ha pedido que la dejen tranquila tanto a ella como a su familia, ya que "han mentido todo y más". Sin entrar en más detalles, a preguntas de Kiko Hernández, ha confirmado que se encuentra ilusionado, "sí, claro", ha dicho, aunque ha preferido no contestar sobre si veremos a Ana en las plazas.
Las palabras de Paloma Cuevas
Paloma Cuevas ha sido la primera en pronunciarse tras la ruptura. En unas declaraciones publicadas en primicia por HOLA.com
aseguraba encontrarse serena. "La palabra es serena. Serena porque mi
fe me permite estar tranquila, y serena porque la felicidad de mis hijas
está por encima de todo".
Este lunes, además, hacía público un mensaje en el que asegura que "ninguna separación acabará con el cariño y el respeto que nos profesamos el uno al otro
y a nuestras respectivas familias, con las que mantenemos una relación
extraordinaria".
Además, el mismo día, la expareja hacía llegar a los
medios un comunicado en el que declaran que se encuentran en trámites
"de separación de hecho" e insisten en pedir "el máximo respeto frente a
nuestra decisión, y que cesen en la publicación de noticias falsas y
difamatorias, que lo único que consiguen es provocar un daño irreparable
a nuestras hijas, y agravar e menoscabo a nuestra imagen pública y
reputación".
Enrique y Paloma se conocieron y se enamoraron cuando ambos eran muy jóvenes, en un viaje a Colombia hace veintisiete años, y se casaron en octubre de 1996,
en la Catedral de Valencia.
El 27 de abril de 2008, doce años después
de su boda, nació su primera hija, Paloma, y cuatro años más tarde, vino
al mundo Bianca, para completar la felicidad de sus padres.
Desde
entonces y, hasta ahora, habían formado un matrimonio fuerte y sólido, a
pesar de que la profesión de Enrique, el riesgo, el miedo, las
cornadas, los continuos viajes por España y América y la falta de una
rutina convencional, siempre ha supuesto una gran presión para ellos
como pareja.
20 jun 2020
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa celebran cinco años de amor
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa están de enhorabuena: celebran 5 años de amor.
La pareja comenzó su relación en la primavera de 2015, tal como publicó la revista ¡HOLA! el 24 de junio de 2015. Su historia de amor generó entonces un gran revuelo social, y la pareja sigue suscitando a día de hoy un gran interés.
El hecho de que Isabel hubiese comenzado una relación con el Premio Nobel de Literatura no dejó indiferente a casi nadie, y la pareja iniciaba una relación que ha ido consolidándose con el tiempo y que ha seguido despertando una gran atención pública. A lo largo de estos años, les hemos visto en decenas de actos sociales y familiares, como el bautizo de Migel, el hijo de Ana Boyer, o el concierto de Enrique Iglesias a finales del año pasado, siempre felices y sonrientes disfrutando de su amor.
Aunque no todo ha sido felicidad para ellos: el año pasado por estas fechas la pareja explicaba cómo habia comenzado su relación y los complicados momentos que vivieron entonces.
Ciertamente, sus inicios como pareja no fueron fáciles, ya que Patricia Llosa de Vargas, entonces esposa del premio Nobel de Literatura, envió un comunicado pidiendo respeto y negando que se hubiera separado del escritor el mismo día que se publicaron las imágenes que confirmaban su relación con Isabel Preysler.
Esa misma noche, Isabel y Mario tenían pensado salir a cenar; y, para evitar que se hablara más de ellos, Preysler propuso quedarse en casa, pero Vargas Llosa, que había decidido dejar de esconderse, le dijo:
"Ahora sí que salimos a cenar. Con más razón. Porque ese comunicado no dice la verdad.
Y no puedes dejar que decida tu vida un grupo de paparazzis".
Felices vivencias y románticos viajes
Esos contratiempos iniciales dieron pronto paso a felices vivencias de pareja, como un romántico viaje a Lisboa, en el que les vimos bailando juntos por primera vez o a la visita a la paradisiaca isla de Mustique, en agosto de ese mismo año,
donde se alojaron en una exclusiva villa junto a un campo de golf, en
un entorno ideal para el relax
. Ese primer verano juntos estuvo lleno de
escapadas románticas, Isabel y Mario disfrutaron de destinos como Oporto, Bruselas y la Costa Azul.
Y, cuando están en Madrid, también suelen salir a menudo a disfrutar de cenas con amigos o acudir a citas culturales, desde la presentación de libros a representaciones en el Teatro Real.
Su relación siguió avanzando con paso firme.
A día de hoy, la pareja vive en su casa de la exclusiva zona de Puerta de Hierro, en Madrid, la
casa familiar que ya tenía Isabel cuando comenzó su relación con Mario y
a la que el escritor se trasladó al poco tiempo de iniciar su relación
-el vivía anteriormente en un ático en pleno centro de Madrid, muy cerca
del Palacio Real-. Isabel y Mario viven con Tamara, la
hija de Isabel y el recientemente fallecido marqués de Griñón, y
reciben asiduas visitas del resto de la familia.
Sin ir más lejos, durante
este confinamiento se han instalado allí Ana Boyer, con su marido,
Fernando Verdasco y el hijo de ambos, el pequeño Miguel, de un año.
Isabel y Mario han estado en casa durante los últimos meses,
debido a las obligadas medidas de prevención frente a la pandemia, pero
siguieron viajando hasta entonces por distintos rincones del mundo, una
costumbre que, a buen seguro, retomarán en cuanto puedan.
La última vez
que les vimos en un viaje fue el pasado día de San Valentín, cuando disfrutaron de un largo fin de semana en Berlín,
donde visitaron varios museos y asistieron a una conferencia en el
Instituto de Estudios Avanzados, entidad a la que el premio Nobel estuvo
vinculado en los años noventa, durante su estancia en la capiltal
alemana.
Probablemente la pareja ya tiene en mente su destino para estas
vacaciones, y en breve les veremos de nuevo paseando su amor por el mundo.
18 jun 2020
Woody Allen: “La idea de que abusé de mi hija de 7 años era tan absurda que nunca hablé de ello”
El cineasta, que publica sus memorias ‘A propósito de nada’, defiende en esta entrevista con EL PAÍS su inocencia en las acusaciones de agresión sexual a su hija Dylan.
Álex Vicente
En una de las primeras citas de Woody Allen y Mia Farrow, él la invitó a ir a despedirse del cadáver de Thelonious Monk
en una funeraria de la Tercera Avenida de Manhattan.
“Se comportó de
manera cortés pero consternada, y tal vez en ese momento debería haberse
dado cuenta de que estaba iniciando una relación con el soñador
equivocado”, relata al comienzo de A propósito de nada (Alianza).
Así empiezan unas memorias pensadas para revisar, a través de un sinfín
de anécdotas y chascarrillos, su larga trayectoria como cómico y
cineasta, aunque su motivación real podría ser defenderse, de una vez
por todas, de las acusaciones de abuso sexual a su hija Dylan, que
ocupan un lugar central en su relato porque también lo han conquistado, a
su pesar, en su propia vida.
Después
de años de silencio, Allen pasa al ataque.
Acusa a Farrow de agredir
físicamente a su esposa, Soon-Yi, y de tratarla de “retrasada”, de
dormir desnuda con su hijo Satchel (hoy Ronan) hasta que cumplió los 11
años y obligarle a alargar quirúrgicamente sus piernas para poder “hacer
carrera en política”, además de lavar el cerebro a sus hijos
haciéndoles creer que era poco menos que un “Moloch vestido con
pantalones de pana Ralph Lauren”.
El director, que cumplirá 85 años en
diciembre, resume la maniobra con una frase que Farrow habría
pronunciado en un lejano 1992:
“Tú me quitaste a mi hija, ahora yo te
quitaré a la tuya”.
Es el penúltimo episodio de un caso en el que
abundan los ángulos ciegos y las dudas razonables, firmado por un
cineasta al que, de un tiempo a esta parte, se le cierran algunas
puertas (aunque no esté ni de lejos censurado, como él mismo insiste en
aclarar).
“Yo sabía que la verdad estaba de mi lado, pero ahora me doy
cuenta de que eso no es garantía de nada”, lamenta Allen, que respondió a
esta entrevista el pasado martes desde su casa en Nueva York.
Pregunta. ¿Por qué escogió un título como A propósito de nada? Para usted, ¿su vida equivale a la nada?
Respuesta.
Nadie necesita mi libro. Relatar mi historia no es relevante ni
importante. Tal vez pueda ser de interés para algunas personas, o tal
vez no…
P. Alguna importancia tendrá, si decidió publicarlo.
R.
No, no la tiene.
La verdad es que me han pedido que escriba la historia
de mi vida desde el comienzo de mi carrera.
De repente, me encontré en
casa sin nada que hacer, a la espera de empezar a trabajar en mi próximo
proyecto, así que decidí escribirlo.
Espero que la gente lo encuentre
informativo y entretenido, que se diviertan leyéndolo.
P. No todo el libro es divertido.
En realidad, es difícil de leer…
R. ¿Lo dice porque le costó entenderlo?
P. No, lo digo porque relata cosas incómodas.
R. La vida humana tiene dimensiones distintas y,
claro está, no todo lo que me ha sucedido es divertido.
En cualquier
vida humana hay una parte trágica y yo no soy ninguna excepción.
P. En este libro hace algo que, durante años, evitó: alzar la voz y defenderse. ¿Por qué ahora?
R.
Ante todo, quiero aclarar que no tengo la sensación de haberme
defendido.
No necesitaba ninguna defensa. Escribí la historia con
objetividad. He usado citas de otras personas: los investigadores, los
médicos, los jueces, los testigos.
Nunca me incluí a mí mismo.
Al sentir
que no necesitaba una defensa, quise escribir la historia de manera
objetiva y dejar que el lector llegase a sus propias conclusiones.
No
quería entrar en el “él dijo, ella dijo”. Esta no es mi versión, sino la
versión del investigador, el psiquiatra y la asistenta doméstica.
Ojalá
no hubiera ocupado todo ese espacio, pero para contar mi historia al
completo también debía incluir esta parte.
Al ser inocente, no sentí que debiera una explicación a nadie. Tal vez mi silencio hizo que la gente dudara.
P. Durante años, calló. ¿No cree que su silencio hizo aumentar las dudas sobre su versión?
R.
Sí, puede que tenga razón, pero no me importó.
Cuando eres inocente,
esas cosas no te importan. No quise perder el tiempo pensando en eso.
No
sentí que le debiera una explicación a nadie.
La investigación concluyó
que no había hecho nada, así que me centré en mi trabajo y en mi
familia.
Pensé que era una pérdida de tiempo dar entrevistas en
televisión o escribir artículos.
Pero, para responder a su pregunta: sí,
tal vez mi silencio hizo que la gente dudara, que pensara: “¿Por qué
está tan callado?”.
P. De ser un ídolo, dice que
ha pasado a convertirse en “un paria”, como se define en el libro, tras
la irrupción del MeToo y la nueva acusación de Dylan.
R.
Sí, pero yo no lo he vivido como algo difícil. Cuando todo eso sucedió,
simplemente seguí trabajando.
Estaba en todos los periódicos, pero los
demás se interesaban por ello más que yo mismo.
Era un sinsentido que
alguien creyera que había hecho algo así a mi hija de 7 años, que
hubiera podido abusar de ella de cualquier forma.
La idea era tan
absurda que nunca hablé de ello.
Trabajé y seguí trabajando, y nunca me
importó.
P.
¿No cree que va mucho más allá? Amazon ha suspendido su acuerdo de
producción y distribución, el grupo Hachette se negó a publicar su
libro, las universidades dejan de estudiar sus películas y muchos
actores ya no quieren trabajar con usted.
R. En
teoría tiene toda la razón, porque todo eso es cierto. Pero, en la
práctica, no ha tenido ningún efecto. La editorial rechazó el libro,
pero 15 minutos después tenía otra que estaba dispuesta a publicarlo.
Amazon me dio la espalda, pero pude rodar otra película poco después.
Todo eso no me ha impedido seguir trabajando ni que la gente siguiera
viendo mis películas. Es cierto que algunos actores me dijeron que no
querían trabajar conmigo en Rifkin’s Festival, la película que
rodé en San Sebastián [se estrenará en otoño]. Pero no pasó nada:
simplemente encontré a otros. Si nadie quisiera trabajar conmigo y nadie
quisiera ver mis películas, tal vez me afectaría. Pero eso no es lo que
ha sucedido…
P.
En los últimos años, algunas de sus declaraciones han sido
interpretadas como provocaciones. Por ejemplo, cuando en 2018 dijo que
el Me Too debería adoptarle como un símbolo. ¿Lo lamenta?
R.
No, claro que no. Encarno todo lo que el MeToo quiere conseguir. He
empleado a cientos de mujeres delante y detrás de la cámara [106
actrices en papeles protagonistas y 230 como responsables de
departamentos técnicos, según precisa en el libro]. Siempre he pagado
exactamente lo mismo a hombres y mujeres. En más de 50 años, ni una sola
actriz o miembro de uno de mis equipos ha dicho una sola palabra
negativa sobre mí. No he recibido una sola acusación de discriminación o
de acoso de cualquier tipo. Si todos los hombres se hubieran comportado
como yo, el movimiento ya habría alcanzado sus objetivos…
P. En
su libro se manifiesta en contra de la “Policía de lo Apropiado” y
hasta insinúa que vivimos un nuevo macartismo. ¿Es comparable?
R.
No, la era McCarthy fue mucho peor. Entonces existía una lista negra
formal, se impedía a la gente trabajar para cualquier estudio o cadena. A
algunos los mandaban a la cárcel, pese a no haber hecho nada que no
estuviera contemplado por sus derechos constitucionales, y otros se
suicidaban saltando del tejado. Ahora no tenemos nada parecido. Hay
gente que se enfada en las redes sociales, pero no es lo mismo que la
era McCarthy, cuando existió algo peligrosamente parecido a una policía
de Estado…
P. “Todo lo que puedo hacer es esperar que la gente entre en razón”, declaró hace unos días a The Guardian. ¿Es eso posible?
R.
Nunca harán eso. Es como aquellos mitos terribles sobre los judíos,
aquellas ideas delirantes que permanecieron durante cientos de años en
la conciencia colectiva. No quiero compararlo, porque aquello fue
horrendo y mortífero, pero una vez que manchan tu nombre, una vez que
alguien te acusa de algo una y otra vez, deja de importar que seas
inocente o culpable. La mancha se queda. Pero, como decía antes, todo
eso no me importa. Cuando me muera, no podré preocuparme por esas cosas.
Si alguien quiere pensar que soy la peor persona sobre la faz de la
tierra, será irrelevante, porque ya habré sido desterrado de la
existencia. Lo que piensen los demás no tiene mucha importancia. Pero,
para responder a su pregunta, no creo que la gente vuelva a sus cabales
sobre este caso.
P.
En su libro dice que no ha dormido una sola noche sin Soon-Yi en los
últimos 25 años. Ha vivido una relación de comunión total, mientras que
todas las anteriores fueron muy distantes. ¿Cómo lo explica?
R.
No hay más explicación que la suerte. Siempre salí con mujeres de
edades parecidas a la mía, actrices y otra gente de esta profesión, casi
siempre de Nueva York. Si hace años me hubieran dicho que me casaría
con una mujer mucho más joven, nacida en Corea y sin ninguna relación
con el show business, me habría parecido descabellado. Y, sin
embargo, sucedió. La química es correcta, la cosa funciona por ilógico
que parezca el motivo… Somos felices juntos y tenemos una buena vida. No
es como si no nos peleáramos nunca, pero es un matrimonio fundado en un
amor real.
P. “He tenido que pagar un precio muy grande por amarla”, escribe, pese a todo, en el libro.
R.
Sí, pero ha merecido la pena. La gente me decía que cómo podía estar
con alguien mucho más joven… Era la hija de Mia y luego terminé siendo
falsamente acusado. Me ha dado una mala imagen, pero eso no significa
nada para mí. Tengo una relación maravillosa con Soon-Yi y no la
cambiaría por nada.
Black Lives Matter: “Las protestas raciales tendrán efecto y los demócratas ganarán las elecciones”
Cuando observa el horizonte, Woody Allen no vislumbra un nuevo mundo que será sustancialmente mejor que el anterior. Para el director, la nueva normalidad será tan mala como la antigua. “En cuanto sintamos que ya ha pasado lo peor, volveremos a nuestra vida anterior con inmediatez e inmadurez. No vamos a vivir en un nuevo mundo, aunque sí pronostico algunos cambios a mejor. De todas formas, el mundo no puede ir peor: la gente se ha quedado sin trabajo, las tiendas están cerradas, un virus sigue matando y la gente protesta en las calles”, responde Allen. El cineasta cree que esos cambios serán políticos. “Los demócratas ganarán las próximas elecciones y las protestas raciales esta vez serán efectivas, o eso espero. Estados Unidos siempre ha sufrido problemas raciales. En las últimas décadas ha habido mucha palabrería y poco progreso, pero creo que ahora se va a producir un cambio significativo”, señala Allen. En 'A propósito de nada', el director sostiene que, en lo que respecta a los derechos de los afroamericanos, siempre ha sido “liberal e incluso radical”. “Con los años he recibido algunas críticas respecto al hecho de que no hay actores afroamericanos en mis películas”, admite Allen, que no cree que la discriminación positiva sirva “en la selección de un reparto”. Pese a todo, recuerda que se manifestó en Washington al lado de Martin Luther King y que bautizó a sus hijos en honor a sus héroes afroamericanos. “Cuando Ronan nació, le puse el nombre de Satchel por [el jugador de béisbol] Satchel Paige. A las dos niñas que adopté con Soon Yi las bauticé como Bechet, en honor al gran virtuoso del jazz Sidney Bechet, y Manzie, por su batería, Manzie Johnson”, asegura.
Era solo cosa de los tabloides, que en el fondo viven de eso…
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