Toño Sanchís ha abandonado este jueves el chalet de Villanueva del Pardillo que le embargaron para pagar sus deudas con la colaboradora de televisión.
El pasado mes de abril Belén Esteban
pasaba a ser la propietaria legal del chalet de Villanueva del Pardillo
(Madrid) que pertenecía a su exrepresentante, Toño Sanchís, y cuya
titularidad recibió como resultado de la demanda que la colaboradora de
televisión interpuso para reclamarle un dinero por trabajos no pagados
que ella había realizado.
Once meses después, y apurando el plazo legal,
Sanchís ha abandonado con rostro serio la vivienda en la que ha vivido
junto a su familia.
Estos
hechos ocurrían a primera hora de la mañana de este jueves, menos de
dos horas antes de que a las 10.00 expirara el plazo que Sanchís tenía
para dejar la vivienda y que Belén Esteban, su nueva propietaria, se
haga cargo de ella.
El exrepresentante de la colaboradora de televisión
llegó a la vivienda, que su familia había dejado un día antes, a las
ocho de la mañana y quince minutos después abandonó el inmueble dejando
las llaves puestas en la cerradura.
Poco después apareció la Guardia
Civil para comprobar que todo estaba en orden en los alrededores, y diez
minutos antes de la hora límite fijada, ha hecho acto de presencia un
cerrajero –supuestamente enviado por Belén Esteban– para poder entrar y
cambiar la cerradura.
Los primeros en acceder al chalet han sido
miembros de la Guardia Civil y la Policía Local que acompañaban a la
jueza encargada del caso y a los abogados de Belén Esteban.
Las primeras
impresiones del estado de la casa han sido que estaba llena de
suciedad, sin interruptores de la luz, ni enchufes, ni radiadores, con
destrozos en el jardín y con otros detalles más que no han querido
comentar con los medios que estaban cubriendo la noticia.
Desperfectos
que deberán ser cuantificados por si pueden llegar a tener consecuencias
legales para el exrepresentante de Belén Esteban.
Hasta
2015, Esteban y Sanchís mantenían una estrecha relación que iba más
allá de la estrictamente laboral.
Ella misma ha declarado en más de una
ocasión que consideraba a su agente como alguien de su propia familia.
Ella era una de las principales clientas del agente y él quien
supuestamente velaba por sus intereses.
Así parecía ser hasta que Belén
Esteban se dio cuenta de que las cifras no cuadraban y empezó a indagar y
recabar documentación que le confirmaron las sospechas sobre “la
traición” de la persona en la que había depositado su confianza.
Los abogados de Belén Esteban presentaron una demanda por
las cantidades que pudieron demostrar que Sanchís no había pagado, en
total –aunque la colaboradora siempre ha afirmado que era más dinero– 388.869,14 euros.
Una cantidad que se eleva a 600.000 euros después de sumarle otros
conceptos que reconoce la sentencia de la Audiencia Provincial. Sanchís
no pudo hacer frente a la deuda y finalmente su vivienda salió a
subasta.
Una subasta en la que la colaboradora de Telecinco tenía
derecho a participar y que terminó por convertirla en su propietaria
legal.
Belén Esteban rompió su relación laboral con Toño
Sanchís en diciembre de 2015 después de encontrar supuestas
irregularidades en sus cuentas.
Y aunque el enfrentamiento en los platós
de televisión siempre ha sido entre ellos, en los juzgados ha sido su
mujer, Lorena Romero, quien ha tenido que hacer frente a las preguntas
de los abogados, ya que la demanda se interpuso contra Lorant SL, la
empresa de representación en la que Romero consta como administradora
única.
Después
de la sentencia firme en la que se reconocía la deuda, pasaron nueve
meses sin que el representante pudiera hacer frente a las cantidades que
debía a Belén Esteban y el 28 de enero de 2019 el Boletín Oficial del
Estado (BOE)
publicó una orden de apremio después de que el embargo de sus cuentas y
la venta de un vehículo de su propiedad no cubriera la cantidad que
debía a Esteban.
La puja que Esteban realizó durante la subasta fue de
375.000 euros, pero ella misma explicó que debido a la cantidad que le
adeuda su exagente ella solo debería pagar la hipoteca restante, 260.000
euros y cubrir los impuestos correspondientes, unos 8.000 euros.
Pese a que pudiera entenderse que el caso ha quedado cerrado, solo
parece el fin de la primera batalla legal entre la colaboradora y su
exrepresentante, porque ni la deuda debida ha sido cubierta por
completo, ni la colaboradora parece dispuesta a dejar de conseguir
documentos que demuestren que Toño Sanchís le debe más dinero del que le
ha reclamado hasta ahora.