Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 feb 2020

Las siete vidas de Joaquín Sabina

El cantante quiere continuar cuando su salud se lo permita. En el hospital tiene papel y pluma y está escribiendo canciones

El cantante Joaquín Sabina. En vídeo, el momento de su accidente en el WiZink Center de Madrid.
Se preparaba para entonar su último gran himno: Lo niego todo.Pero se adelantó unos metros más de lo debido, quizás cegado por los focos.
 Los músicos desde atrás lo vieron precipitarse, con los brazos abiertos en cruz, en un absurdo vacío
Joaquín Sabina caía ante 15.000 personas en el WiZink Center de Madrid el pasado 12 de febrero. Ninguno de los presentes pudo negar, eso sí, lo que estaban viendo. 
Dudas, asombro, desconcierto, carreras, un tiempo muerto que se hizo eterno. 
Lo que debía haber acabado en fiesta y noche de gloria, terminó en el hospital.
Una camilla lo trasladó hacia adentro
 Se había desplomado entre artilugios, justo en ese espacio intermedio que se establece entre la seguridad y las primeras filas. Cayó unos dos metros hacia el suelo pero lo hizo sobre un altavoz de graves que amortiguó en cierto sentido el golpe. 
En medio de su mal fario tuvo hasta un pellizco de buena suerte. Paradojas marca Joaquín Sabina. 
Paradojas para el rey de los contrasentidos, para el príncipe de los reversos. 
La fortuna que muy probablemente emana del influjo que le aportan sus siete gatos, como las siete vidas que lleva encima. El problema es que no sabemos ya cuántas ha gastado.

Pero aún le quedan. Para empezar, se ha tirado esta semana entera en el Ruber Internacional.
 Allí aterrizó después del golpe y de haber tranquilizado algo a la peña cuando apareció antes de suspender definitivamente el concierto, empujado por Joan Manuel Serrat
 “Queridos amigos, estas cosas, solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo. Con todo dolor de mi corazón me tengo que ir al hospital porque el hombro lo tengo muy, muy, muy dolorido”.
 
Al parecer, quiso continuar. Pero los del Samur le dijeron que ni loco. Salió y se disculpó. 
Anunció que regresaría en mayo. Luego se anunció que lo haría el 22 de ese mes.
 Pero la fecha aún queda en el aire. En el Ruber, tras los exámenes pertinentes, se diagnosticó que presentaba un traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico. 
Pero también —y eso fue lo que sobresaltó a su familia y amigos— un pequeño coágulo del que fue intervenido sin complicaciones a la mañana siguiente. 
Se tiró 48 horas en la UCI y salió a planta el pasado martes. 
 Su historial clínico así lo recomendaba por los diversos problemas coronarios que ha sufrido desde que en 2001 padeciera un derrame cerebral del que se salvó entonces.

Pero en los últimos meses estaba bien.
 Muy bien. Las tres actuaciones precedentes en Madrid —habían llenado Serrat y él ese recinto para cuatro noches— espantaron los malos presagios y arrinconaron su miedo escénico. 
La duda es ahora si volverá a recuperar la confianza. Él así se lo ha dejado claro a sus amigos: va a continuar. 
Desea vencer la sombra de ese síndrome de Pastora Soler del que echó mano como justificación para retirarse ya en su parón de diciembre de 2014. 
Luego, en junio de 2018, le traicionó la voz y no pudo coronar una gira en solitario. 
También ocurrió en Madrid. Esa ciudad, su ciudad, la que le fascina y le aterra.

El programa de los próximos meses queda en el aire aún, alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su salida del hospital.
 De la gira conjunta con Serrat estaban llegando al final, aunque pensaban cerrar algunas fechas no confirmadas por España después de haber rodado meses por América.
El documental que Fernando León lleva realizando cerca de una década está a punto de culminar. 
De hecho, el cineasta andaba cámara en mano entre bastidores aquel día cruzado del destino, captando algunos detalles para el montaje final.
 La serie que sobre su vida planean hacer se encuentra en preparación. 
 También de eso se ha ocupado en parte León, gran amigo de Sabina: será un biopic que tiene en estos momentos 10 capítulos previstos, impulsado por Endemol Shine Boomdog, la productora mexicana BTF Media y Sony Music España.

Lo personal

En el terreno personal, la boda anunciada sigue prevista para este año. Jimena Coronado y el cantante, tras 20 años de convivencia, tomaron la decisión el pasado verano, cuando Sabina le pidió la mano en una fiesta con la complicidad de varios amigos. 
Aún no han desvelado cuándo ni dónde tendrá lugar.
 Pero no hay duda de que cumplirán el compromiso.

El ánimo no decae, por su parte.
 Bien es cierto que el otro día no vio el triunfo del Atlético ante el Liverpool, pero sí que se alegró del resultado: ese 1-0 con el que el equipo madrileño se impuso al actual líder de la Premier League le ha insuflado moral.
La convalecencia se ha alargado en el hospital por mera precaución.
 A la rotura del hombro se unió la complicación de un coágulo. Al haber padecido antecedentes, los médicos decidieron operar, pero se ha recuperado sin complicaciones.


De hecho, ha respondido a las musas y su amigo Chus Visor, editor, asegura que tiene papel y pluma junto a su mesilla y que está escribiendo canciones. Buena señal, comenta.
 Desde luego, todo un analgésico y un quitapenas contra las malas pasadas que le juega el WiZink Center. 
Tras la penúltima salida, Jimena Coronado aseguró a EL PAÍS que también se había puesto a componer.
En todo momento ha estado rodeado de su círculo íntimo. Mientras Jimena y las hijas de Sabina, Rocío y Carmela, pasaban a diario a la unidad de cuidados intensivos, una guardia de amigos íntimos esperaba abajo. Desde el lunes pasado ha ido recibiendo más visitas. Pero su familia apenas ha abandonado el hospital. Él sigue dentro, suspirando por tomarse un tequila.

Sara Carbonero sube una foto y todo el mundo le hace la misma pregunta

La periodista y su pareja, el futbolista Iker Casillas, han recibido este fin de semana la visita de Paula Echevarría y Miguel Torres.

Pablo Cuadra via Getty Images
Sara Carbonero, fotografiada en un evento en Madrid el 11 de abril de 2019. 
Sara Carbonero ha pasado el fin de semana muy bien acompañada. La periodista e Iker Casillas han recibido en Oporto (Portugal) la visita de otra de las parejas más famosas: la actriz Paula Echevarría y el futbolista Miguer Torres. 
Ambas han compartido fotos del encuentro y se han dedicado palabras cariñosas en Instagram. Sin embargo, ha sido otra publicación de la presentadora la que ha desatado la locura entre sus fans. 
Se trata de una serie de tres retratos de Carbonero en la playa al atardecer.
 Aparte de recibir cientos de comentarios acerca de lo guapa que aparece, no ha parado de recibir la misma pregunta: de dónde son las zapatillas con las que posa, unas Converse con plataforma.
Estos son algunos ejemplos de los comentarios que su calzado ha suscitado:
- Qué modelo de Converse llevas?
- Hola! Puedes poner referencia de converse?
- Las zapas de donde son ????? Plis 🙏
- 🙋🏻‍♀️ qué modelo de Converse llevas? 💥
- De dónde son las zapatillas
- Qué modelo de All Star son please
- Qué modelo de converse son
- Me molan muchísimo los tenis
- Como mola las converse!!😍
- Las Converse son lo más !!!!Y tú estás guapísima
- Esas All Star.... 😍😍😍💜💜🙌
- Las zapas 😍
- Las zapas 😍
Para quienes las buscan con ansia, se trata de las Converse Run Star Hike High Top, que se pueden encontrar en distintas páginas web por unos 110 euros.

 

Miles de personas ya han alucinado con lo que hace esta pasajera del metro cuando la paran por un pasillo

Está dando la vuelta al mundo.

TWITTER
Charlotte Awbery, en el vídeo que se ha hecho viral.
 
Kevin Freshwater es un cómico británico que en sus redes sociales cuelga vídeos en los que para a gente aleatoriamente por la calle y les pide que continúen la canción que está cantando. La respuesta que obtuvo por parte de una mujer a la que detuvo en el metro de Londres está dando la vuelta al mundo.
El humorista cantó dos versos de Shallow, el tema de Bradley Cooper y Lady Gaga de la película Ha nacido una estrella que se llevó el Oscar a la Mejor canción original, y le puso el micrófono. 
Para su sorpresa y la de miles de personas que ya han visto el vídeo, la mujer continúa cantando a la perfección.

 

El fragmento, que compartió este martes el administrador de una página de fans de Lady Gaga, supera ya el millón de me gustas, los 4.000 comentarios y ha sido compartido 224.000 veces.
Los usuarios de redes sociales han logrado encontrar a la pasajera de la gran voz: se trata de Charlotte Awbery.
 Se define como cantante y en su Instagram suele compartir versiones de canciones famosas.

No hay obra inadaptable en la televisión de las plataformas

El anuncio de que Netflix convertirá el complejo cómic argentino ‘El Eternauta’ engrosa la lista de proyectos inspirados en libros considerados imposibles.

Gabriel García Márquez, en un retrato de 1969 con un ejemplar de 'Cien años de soledad'.
Gabriel García Márquez, en un retrato de 1969 con un ejemplar de 'Cien años de soledad'.
Adolfo Bioy Casares, de quien Borges decía que había escrito la mejor novela que había pasado por sus manos, La invención de Morel (1940), nunca quiso que su obra más aclamada fuera llevada a la gran pantalla.
 Y eso que la justicia poética lo recomendaba. Arquetipo del género fantástico en español, en ella Bioy relata con maestría cinematográfica las vivencias de un fugitivo en una isla desierta y hay quien asegura que la influencia del cine sobre la obra permite hasta anticipar la realidad virtual del futuro.

Pero las advertencias del escritor no frenaron a sus seguidores.
 El director francés Alain Resnais, en El año pasado en Marienbad, o el italiano Emilio Greco lo intentaron. 
Y Bioy resolvió que ambos habían fracasado.
Hubo algunos intentos más.
 E incluso reconocimientos esporádicos de algunas producciones a su deuda con la novela.
 En la mítica Perdidos, a Sawyer, el joven sureño de Alabama, se le ve leyendo La invención de Morel, en lo que parece una referencia a la intertextualidad de serie y relato: los guionistas reconocieron la influencia de la obra.

Adolfo Bioy Casares, de quien Borges decía que había escrito la mejor novela que había pasado por sus manos, La invención de Morel (1940), nunca quiso que su obra más aclamada fuera llevada a la gran pantalla.
 Y eso que la justicia poética lo recomendaba.
 Arquetipo del género fantástico en español, en ella Bioy relata con maestría cinematográfica las vivencias de un fugitivo en una isla desierta y hay quien asegura que la influencia del cine sobre la obra permite hasta anticipar la realidad virtual del futuro.

Pero las advertencias del escritor no frenaron a sus seguidores. 
El director francés Alain Resnais, en El año pasado en Marienbad, o el italiano Emilio Greco lo intentaron. Y Bioy resolvió que ambos habían fracasado.
Hubo algunos intentos más.
 E incluso reconocimientos esporádicos de algunas producciones a su deuda con la novela.
 En la mítica Perdidos, a Sawyer, el joven sureño de Alabama, se le ve leyendo La invención de Morel, en lo que parece una referencia a la intertextualidad de serie y relato: los guionistas reconocieron la influencia de la obra.
En un escenario distinto, pero en el que no todos los factores son diferentes, los productores de series han tomado el testigo de las películas y se han lanzado a la adaptación de clásicos considerados imposibles.
 El último en sumarse a este fenómeno ha sido el cómic argentino El Eternauta, que Netflix anunció el miércoles
La obra, que se publicó semanalmente de 1957 a 1959 en la revista Hora Cero Semanal, fue un éxito inmediato.
 Sus creadores, el dibujante Francisco Solano López y el guionista Héctor Germán Oesterheld, lo atribuyeron, respectivamente, a “la metáfora de país acosado que el cómic presenta [por la invasión de un ejército de alienígenas]” y a la "idea de comunidad que transmitía el guion, opuesta a las escenas de héroe solitario, y siempre estadounidense, que los lectores recibían desde el norte".

El anuncio suponía para El Eternauta tomar la senda de Cien años de soledad (1967) y de El Silmarillion (1977), los otros dos clásicos considerados inadaptables que previsiblemente tendrán serie.
 En un movimiento inédito en la industria cinematográfica, Netflix consiguió en marzo del año pasado que los hijos de García Márquez, Rodrigo y Gonzalo, desafiaran la indicación del padre y le vendieran los derechos de su obra cumbre
El importe de la compra no trascendió, pero el recorrido de la obra —50 millones de copias y traducción a al menos 46 idiomas— sugiere números estratosféricos.
 Un año antes, Amazon comunicó que haría una serie ubicada en el mundo de fantasía épica de J. R. R Tolkien, lo que le obligaría a fijarse a las para muchos impenetrables páginas del apéndice El Silmarillion.
Los tres retos recogen el guante de las producciones cinematográficas que han logrado, con éxito desigual, llevar a la gran pantalla éxitos literarios de escasos precedentes. 
El cineasta Sergio G. Sánchez (El secreto de Marrowbone), adaptador de relatos como Lo imposible y Palmeras en la nieve, entre otros, cree que más que el producto definitivo, sea película o serie, lo que condiciona la adaptación de un clásico complejo son los nuevos hábitos de consumo audiovisuales.
 “Ahora es algo más sencillo por la misma explosión de las series, que permiten al guionista una mayor exploración que las películas”, considera.

Una viñeta de la novela gráfica 'El Eternauta', de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Una viñeta de la novela gráfica 'El Eternauta', de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
La desaparición de la idea de gran público ayuda en este tipo de adaptaciones: “La conversación no se articula en torno a las dos o tres series del momento, como antes ocurría con las películas. El público es algo muy diversificado y hay menos presión por llegar a todos los espectadores, algo que es de agradecer porque en estos trabajos eso resulta siempre imposible”.
Las series también han acostumbrado al público a los contenidos en versión original, algo que trae “buenas noticias para las obras en español” y que tal vez contribuya a explicar por qué a El Eternauta y a Cien años de soledad les ha llegado el momento ahora.
 El sesgo nacional del cómic argentino y el alcance continental de la obra de García Márquez —“Es la primera historia de América Latina que se ha escrito”, dijo de ella el escritor nicaragüense Sergio Ramírez— complicarían adaptaciones en inglés. 
Netflix comunicó que rodará la adaptación de Cien años de soledad en Colombia y los actores serán latinos.
HBO tuvo el mayor éxito crítico de 2019 con Watchmen, otro cómic de difícil traducción a una pantalla.
 En La maldición de Hill House, Netflix adaptó la difícil novela homónica de Shirley Jacksonn (1959). 
Tampoco han faltado intentos sobre Paraíso perdido (1667), el célebre poema del poeta inglés Milton... La veda está ahora abierta. Y la razón que daba Bioy para no adaptar aquella obra suya —“Trampa para cineastas”, decía— algunos se la toman como una mera precaución.