Los
abogados de Karelys Rodríguez anuncian en un comunicado que emprenderán
acciones legales por el "acoso mediático" al que la joven se ha visto
sometida tras ser relacionada con el torero.
La semana pasada, Cayetano Rivera Ordóñez
anunciaba que emprendería acciones legales contra todo aquel que
hubiera insinuado que le había sido infiel a su esposa, la modelo y
presentadora Eva González. Las amenazas del torero llegaban después de
que, primero, el programa de Telecinco Sálvame especulara con que había estado viéndose con otra mujer y manteniendo una relación extramatrimonial y, segundo, de que la revista Semana publicara unas fotografías suyas en Londres
junto a esa mujer. Cuando saltó la polémica, Rivera Ordóñez estaba en
Perú, pero nada más pisar España fue contundente: iba a demandar. Por su
parte, Eva González no ha dicho nada al respecto, y solo se sabe que ha
pasado unos días en París, donde ha acudido a un concierto que daba en
la ciudad francesa su amiga, la cantante Vanesa Martín. De quien no se tenía noticias era de la tercera persona implicada, la amiga del torero. Hasta ahora. Karelys
Rodríguez, la amiga de Cayetano Rivera, ha enviado un comunicado a
través de sus abogados en el que estos exigen que "se proceda al cese
inmediato de las mismas", es decir, de las informaciones que se publican
sobre la joven, "recordándoles que mi representada no tiene el carácter
de personaje público o famoso, por lo que constituyen un intolerable
ataque a su honor, intimidad personal y familiar e imagen, desde luego
no amparado por la libertad de expresión ni el derecho de información. La joven acompañante del torero tiene 26 años y raíces en Tenerife, aunque vive a caballo entre la isla y Madrid.
Dio sus primeros pasos profesionales como modelo, y es aficionada al
fitness, e incluso participa en competiciones deportiva. Aunque se
dedica a la abogacía, ahora ha contratado a un bufete para que
emprenda acciones legales en su nombre. Así lo ha anunciado a través del
programa Espejo Público, de Antena 3. Su abogada, Cynthia Ruiz, ha asegurado que "este acoso mediático al que
se ha visto sometida doña Karelys supone un grave perjuicio tanto a su
persona como a su familia, perjudicándola incluso a nivel laboral, al ser su profesión completamente ajena al mundo de la denominada prensa del corazón".
Los letrados que representan a Rodríguez afirman que ella no tiene
"carácter de personaje público o famoso", por lo que toda esta situación
y su vinculación con Cayetano Rivera y la publicación de las imágenes
de la revista "constituyen un intolerable ataque a su honor, intimidad
personal y familiar e imagen, desde luego no amparado por la libertad de
expresión ni el derecho de información, en cuanto solo supone el
inmiscuirse en vidas ajenas, escudriñando su vida privada y carentes por
otra parte del más mínimo interés general, que no tiene ninguna
obligación jurídica de soportar". Las imágenes del reportaje fueron tomadas por el
fotógrafo Greg Brennan, afincado en Londres, que las tomó el pasado 11
de noviembre en la zona de Westminster. En ellas se aprecia a Cayetano
Rivera tomando una cerveza con la joven, que a su vez bebe agua. Ambos
conversan en una cafetería, sentados en una mesa junto a la cristalera,
se dan la mano, ríen y charlan. Ya en la calle, se les ve pasear juntos y
al torero escribir en su teléfono móvil mientras ella le acompaña.
Sami Naïr construye una biografía de las ideas de una de las grandes mujeres del siglo XX.
El modo de escribir de Sami Naïr (Tlemcen, Argelia,
73 años) se parece a su forma de hablar: lanza un puño hacia adelante
para que la idea que avanza resulte tan sólida como la palabra que
utiliza. Prosa marcada por la memoria y la acción. Así ha abordado su
largo encuentro con Simone de Beauvoir, la compañera de Jean Paul Sartre. Trabajó a su lado en la revista Le Temps Modernes, creación del filósofo que ella dirigió desde 1979, cuando murió Sartre, hasta su propia muerte en 1986.
El
recuento en esta biografía de las ideas de una de las grandes mujeres
del siglo XX abre un abismo ante los ciudadanos que la lean hoy: casi un
siglo después, los dramas que marcaron de sangre los años treinta (el
racismo, la xenofobia, el hipernacionalismo, el odio, en general)
resurge con fuerza en todos los continentes.
A ella le abrió los ojos (como a Sartre) el ascenso, jaleado,
mareante, del nazismo. Aunque llegó tarde a esta realidad, tomó partido,
como Sartre. La guerra de Argelia, por todos los extremos de cuya
independencia tomaron parte, los puso al rojo vivo. La discusión habida
en Francia (donde Albert Camus afirmó estar más cerca de su madre que de la justicia) los apartó abruptamente del autor de El extranjero, con quienes no hubo acuerdo en vida, pero sí palabras de elogio a su muerte. Naïr, que habla un español lleno de ironías nuestras, escribe con
pasión. No es un libro hecho para cumplir la tarea de atraer a una
Simone de Beauvoir tópica o de mesa camilla. En el libro, como en la
vida, la sigue en discusiones y viajes. Relata su delirio y su espanto
ante las contradicciones que ofrecen los Estados Unidos, explica con
muchas señales su relación con Sartre, y se adentra en su modo de ver
conflictos que despertaron de la literatura y la llevaron a la política
activa y a la consideración, insólita para aquellos tiempos, del papel que la mujer debía jugar en la vida. De todo lo que produjo, como intelectual y como ciudadana, escribe Sami Naïr en Acompañando a Simone de Beauvoir. Mujeres, hombres, igualdad (Galaxia Gutenberg). De todo. Quizá no tanto de la vida privada del Castor, que
era como Sartre la llamó. Entre silencios, Nair explica por qué no contó
más. “No quise hablar demasiado de su vida privada, de sus últimos años
y de experiencias sociales que vivimos juntos. Podrían dar una idea
deformada de lo que era el Castor”. Pero lo hará algún día, “porque eso puede acercarnos más a ella…” Su tardanza, como la de Sartre, en darse cuenta de lo que se venía
encima, fue tema de críticos e historiadores en los años 70. Ella, por
lo menos, tardó en sentirse llamada por la Resistencia. Sartre fue a la
guerra, a la cárcel, intentó sin éxito organizar un grupo… Pero estaban
anclados en su idea de que la literatura y la filosofía eran su porvenir
y su mundo. “Ella me dijo”, recuerda Sami Naïr, “que esa era 'la manera
de salvarme de este mundo'… Era muy optimista en la vida, pero en el
fondo muy pesimista. Estaba aterrorizada con la muerte. ¡Cómo se puede
experimentar esta magnífica cosa que es la vida sabiendo que te tienes
que morir! ¡La muerte es un escándalo que no podemos aceptar! Para
salvarse de esa contradicción abrazó la literatura”. La idea del compromiso se construye, cuenta Sami Naïr, “a partir de
finales de los años treinta. Fue cuando acudió en auxilio de los
republicanos españoles, a lo que ella llamaba 'la revolución española”. Hay que entender que “ambos estaban obsesiones con su obra, que eran
totalmente apolíticos; su tendencia, en todo caso, era el anarquismo de
extrema izquierda, y aunque los dos viajaban a Italia y veían los
desfiles fascistas, y eso les asustaba, nunca pensaron que aquello
podría desembocar en una guerra…”
La guerra los despertó a la miseria arrogante de los nazis. Y ya
entonces ambos firmaron “toda clase de manifiestos…, hasta el final,
pero sobre todo en las décadas de los 50 y 60…” En ese tiempo, cuando la
guerra de Argelia obliga a tomar partido hasta mancharse, Camus se
convierte en un amargo adversario.
“Admiré enormemente a Camus, El primer hombre es ahora mi libro favorito”, dice Naïr, biógrafo de Simone de Beauvoir. “Pero me decepcionó también a mí, como a ella y a Sartre, la respuesta
que dio a unos argelinos cuando él fue a recoger el Nobel a Estocolmo:
'Entre mi madre y la justicia elijo a mi madre'… Durante mucho tiempo
intenté entenderlo, porque es la negación total de la civilización: si
la civilización se elabora en torno a este concepto es la guerra de
todos contra todos, desaparecen la Justicia y el Estado, todo. Intenté
interpretar por qué lo dijo: primero, porque Camus tenía un lado
gamberro, como decía Simone, de los barrios populares de Argel, pero lo
dijo en un momento en que el Frente de Liberación Nacional argelino
empezaba a poner bombas. Empezaba el terrorismo… Quería una solución
pacífica. No entendió que eso era imposible. Francia tenía que salir”. Pero la riña no vino sólo por ahí; vino “a partir de la disputa sobre
el compromiso político y el posicionamiento de Sartre y Beauvoir con la
Unión Soviética… Él comprendió antes que ellos lo que pasaba en la
URSS. Eso los separó y ella trató de explicarlo en Los mandarines”.
Ella fue “una rebelde solidaria; la humanidad del ser humano era su
medida para juzgar a los otros…” Sartre fue, decía ella, “como su doble. No hay ninguna contradicción entre esa expresión y su reivindicación,
en El segundo sexo, de la emancipación, de la libertad sexual,
de la liberación de la mujer… Nunca se casaron, vivieron libremente
juntos. Su libertad estaba basada en su relación amorosa. Su contrato
fue de 1929 y nunca se rompió”. Rechazó la Legión de honor que le
ofreció Mitterand (“ya estoy vieja para ingresar en la Legión”) y
pospuso una cena con Laurent Fabius cuando el que fue primer ministro
francés dijo en público algo que podría entenderse como favorable al
fascista Le Pen… “Rehecho el malentendido, volvió la idea de la cena; el
día en que ésta debía celebrarse ella cayó enferma y murió”. El segundo sexo fue una revelación para Sami Naïr. “Me
descubrió el feminismo en el sentido más noble, no instrumental, de la
palabra. En mi concepto de la vida política pervive el feminismo tal
como lo defiende: que el núcleo de la dominación entre los seres humanos
no es económico, no es político, ni cultural, ni lo explica la lucha de
clases. Porque ese núcleo es la relación entre dos seres humanos que se
han separado, el hombre y la mujer con toda la dialéctica de
dependencia-dominación que existe entre ellos… Y también me marcó,
cuando trabajé con ella, el afecto que me dio… En la revista, esa
relación me avergonzaba porque yo no quería crear ni celos ni envidias
entre los otros miembros del comité… Para toda aquella gente, en
Francia, estar al lado de Simone de Beauvoir era como estar al lado de
Dios”.
Aquel dios que ella fue conoció el infierno de la guerra y de los
otros dramas del siglo XX. Si despertara regresaría a infiernos
parecidos a aquellos que la espantaron (a ella, a Sartre, a Camus) en
Europa, en África, en América. El espanto del odio que crece como anteayer.
Hija
de Juan Pantoja Cortés, cantante en el grupo Los Gaditanos, y de la
bailaora Ana María Martín, Isabel Pantoja ya daba pistas desde bien
pequeña de su afición por la copla.
Es de sobra conocida la devoción rociera de Isabel Pantoja. En la imagen, bailando unas sevillanas junto a María Jiménez.
Isabel Pantoja en una imagen de su juventud.
Isabel Pantoja y la duquesa de Alba también fueron grandes amigas.
Isabel Pantoja y Paquirri, junto a Julio Iglesias.
8Antes
de su matrimonio con Isabel Pantoja, Francisco Rivera Paquirri estuvo
casado con Carmina Ordoñez, con quien tuvo dos hijos: Fran y Cayetano."Lo
conocí un 26 de mayo del 80, me casé un 30 de abril del 83 y se fue un
26 de septiembre del 84. Es la persona a la que más he querido en mi
vida, la persona a la que más he amado", contaba Isabel Pantoja en
'Supervivientes' sobre el amor de su vida, Francisco Rivera Paquirri,
que murió de una cornada en la plaza de toros en Pozoblanco (Córdoba),
solo siete meses después de nacer Kiko Rivera.
Antes
de su matrimonio con Isabel Pantoja, Francisco Rivera Paquirri estuvo
casado con Carmina Ordoñez, con quien tuvo dos hijos: Fran y Cayetano.
El
9 de febrero de 1984 nació Francisco José Rivera Pantoja, Kiko Rivera,
Paquirrín para todo el mundo. En la imagen, Francisco Rivera Paquirri e
Isabel Pantoja, junto a los dos hijos de su marido, Cayetano y Fran; la
madre de la cantante, Ana, con el recién nacido en brazos, y el padre
del torero, Antonio Rivera.
Isabel
Pantoja firma autógrafos junto a su hija Isa Pantoja, cuando todavía se
la conocía como Chabelita, que llegó a España desde Perú en 1995.
En
2002, la Junta de Andalucía condecoró a Isabel Pantoja con la Medalla
de Oro de Andalucía. La tonadillera acudió al actor de honor junto a sus
hijos, Kiko Rivera y Chabelita. "Doy las gracias a todos los andaluces y
a la Junta por haberse acordado de mí", manifestó Pantoja cuando
recogió el galardón de la mano del expresidente Manuel Chaves. Su tierra
la condecoraba por llevar su bandera por todo el mundo, pero en 2014 su
implicación en el Caso Malaya obligó a la Junta a quitarle los honores y
a presentar una revocación por primera vez en la historia.
Isabel Pantoja saluda a los reyes don Juan Carlos y Sofía de Borbón.
Un pequeño Kiko Rivera, Paquirrín, vestido para disfrutar de la Feria de Sevilla.
Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera, junto a la periodista Encarna Sánchez, íntima amiga de la tonadillera.
Tanto
Kiko Rivera como Chabelita han acompañado a su madre durante muchos de
sus conciertos y la tonadillera no ha dudado en subir a sus hijos al
escenario desde bien pequeños.
Isabel Pantoja junto a su primo, el cantante flamenco Chiquetete. En
apenas los cuatro años que estuvieron juntos Isabel Pantoja y Francisco
Rivera Paquirri, la pareja fue muy perseguida por los paparazis y todos
sus movimientos eran de gran interés en el centro mediático.
El pasado octubre, Isabel Pantoja se despidió de su gira con un último concierto en Sevilla.
El hijo de
Camilo Sesto reaparece después de que su madre hablara de sus supuestos
problemas de adicciones y asegura que está bien y que la herencia de su
padre no le va a cambiar.
El domingo 8 de diciembre se cumplieron tres meses de la muerte de Camilo Sesto y su único hijo y heredero universal Camilo Blanes, ha hablado en el programa Viva la vida
de Telecinco donde ha contado cómo se encuentra y ha asegurado que no
ha perdido el rumbo, a diferencia de lo que insinuó su madre, Lourdes
Ornelas hace apenas dos semanas, cuando desveló que su hijo tenía problemas de adicciones.
“Estoy bien, tengo días buenos y días malos como todo el mundo, pero
bien en el fondo”, ha comentado.
“Nunca se ha muerto nadie de mi
alrededor y encima es mi padre. Ha cambiado todo, me ha dejado una serie
de principios, de valores.
Eso es lo que tengo de él, aparte de muchas
otras cosas”, ha añadido.
“No creo que cambie mucho por la herencia. Cambiará mi forma
de actuar, pero será para bien.
No creo que me compre un yate ni nada
por el estilo. Voy a seguir siendo productivo artísticamente o como sea.
No he perdido mi rumbo”, ha afirmado.
En los últimos días, su madre, Lourdes Ornelas ha hablado sobre
Blanes y sus supuestos problemas de adicciones, asegurando que su hijo
ha entrado en una espiral de alcohol y noches descontroladas. Después de
que la revista Hoy Corazón captara a un Camilo Blanes
deambulando por las calles del céntrico barrio madrileño de Chueca
desorientado y sin apenas poder articular palabra, Ornelas no ocultó su
angustia. Según contó ella misma a la publicación hace apenas dos
semanas, el joven estuvo tres días desaparecido, no durmió en su casa
y volvió "sin sus documentos, sin sus tarjetas de crédito y sin su
teléfono". Su madre se mostró entonces muy preocupada por la salud de su
hijo porque teme que la vida repleta de excesos le esté pasando
factura. “Ha pasado muchas veces y se volverá a repetir”, reveló.
Esta situación no es nueva en la vida de Camilo Blanes. Ornelas
confesaba que el joven ha estado en tratamiento en varias clínicas tanto
en Madrid como en México, donde residía hasta la muerte de su padre,
aunque en ninguna ha conseguido curarse, por lo que la madre del joven
ha decidido recurrir a la vía legal para ayudarle: "He contratado a uno
de los mejores abogados de España y voy a tomar cartas en este asunto",
revelaba Lourdes a la revista, que también afirmó que no está dispuesta a
rendirse: "Soy una superviviente. Voy a luchar hasta el final con todas
mis fuerzas para sacar adelante a mi hijo". Blanes tiene otra versión de los hechos. En declaraciones al programa
de Telecinco este fin de semana, el hijo de Camilo Sesto ha asegurado
estar “sobrio”. “He salido mucho pero nunca ha pasado esto. No sé por
qué mi madre dice eso […] mi madre es como es, exagera algunas cosas y
da entrevistas sobre ellas. Pero…un beso mamá, te quiero igualmente, no
te preocupes”, ha sentenciado. Blanes, de 36 años, nació de la relación que Sesto mantuvo con Lourdes Ornelas, una de sus fans. Ha vivido en México hasta la muerte de su padre, que falleció el pasado 8 de septiembre, a los 72 años por
los problemas renales que padecía. Desde su llegada, Blanes se ha
instalado en la residencia que el cantante tenía en Torrelodones y que
ahora es de su propiedad. Su madre, que también vivía en México, no se
ha separado de su lado y actualmente vive en otro piso situado en la
misma localidad madrileña. La relación entre padre e hijo siempre ha estado rodeada de misterio,
en parte por las acusaciones que la propia Ornelas vertía sobre el
cantante y su mal comportamiento como padre. Mientras que Blanes siempre
se ha mantenido al margen y nunca se ha posicionado, ahora no duda en
aclarar que él y Camilo Sesto siempre han estado muy unidos. "Quiero
dejar claro que la relación con mi padre era muy buena y cercana", ha
insistido en sus declaraciones durante este tiempo. Instalado en Madrid, Blanes hace vida normal. La gente de su entorno asegura que no es fácil ponerse en contacto con él y se necesitan entre siete y diez días para localizarle. Él sale con amigos y no tiene planes para moverse de España. Está a la espera del lanzamiento de su nuevo disco,
que terminó de grabar hace unos meses y todavía tiene pendiente la
creación del museo homenaje a su padre que se va a abrir en Alcoy, el
pueblo natal de Camilo Sesto. Él mismo admitió en octubre que va a
participar, aunque de momento todo está parado a la espera de que las
partes se pongan de acuerdo sobre qué debe legarse al museo.