Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

6 nov 2019

La sangre del revolucionario Marat desvela su agonía 200 años después

  • Genetistas españoles recuperan ADN del líder jacobino asesinado en 1793 y apuntan nuevas claves sobre su terrible enfermedad de la piel,

    Una científica toma muestras de una página de 'El Amigo del Pueblo' con la sangre de Marat.
    Una científica toma muestras de una página de 'El Amigo del Pueblo' con la sangre de Marat.
    El año pasado, un equipo de científicos entró en la Biblioteca Nacional de Francia en busca de una página de periódico ensangrentada. 
    En ella esperaban encontrar la respuesta a un enigma que ha rondado las mentes de médicos y científicos durante décadas: ¿qué horrible enfermedad de la piel obligó al revolucionario jacobino Jean-Paul Marat a vivir dentro de una bañera de aguas calmantes donde, en julio de 1793, fue apuñalado hasta la muerte por una mujer llamada Charlotte Corday?
    El día de su muerte, Marat leía El Amigo del Pueblo, el periódico que él mismo escribía y dirigía.
     Le había concedido una entrevista a Corday —una conservadora encubierta— y en ese momento enumeraba para ella la lista de sus peores enemigos.
     La mujer le apuñaló por sorpresa debajo de la clavícula derecha, una herida mortal que le seccionó la aorta y perforó el pulmón.
     Los márgenes del periódico quedaron cubiertos de sangre.
    La hermana de Marat guardó los papeles, que desde entonces pasaron por la mano de varios coleccionistas privados hasta ser donados a la Biblioteca Nacional, en París. 
    Los investigadores pasaron un bastoncillo con punta de algodón tanto por la parte ensangrentada como por otra esquina sin manchas.
     Las muestras se enviaron al despacho de Carles Lalueza-Fox, genetista del CSIC en el instituto de Biología Evolutiva de Barcelona y uno de los mayores expertos del mundo en recuperar ADN antiguo.


     'Muerte de Marat', de David. 'Muerte de Marat', de David
     
    Marat fue uno de los políticos y periodistas revolucionarios más feroces y célebres. 
    También era médico y publicó varios libros sobre ciencia.
     Él mismo relató que la enfermedad de la piel le comenzó en las ingles y se extendió después por todo el cuerpo causándole terribles picores y dolorosas úlceras que solo conseguía aliviar en la bañera, donde dispuso una tabla como escritorio para continuar llenando las páginas de su periódico.
     El revolucionario pensaba que había contraído su mal en las alcantarillas de París, donde tuvo que refugiarse de sus enemigos políticos en pleno reinado del terror revolucionario.
    Corday fue ajusticiada unos días después del asesinato y Marat pasó a ser un mártir.
     El pintor jacobino Jacques-Louis David le inmortalizó en una obra maestra considerada la pietá laica de la Revolución Francesa
     Su cuerpo fue enterrado con honores en el Panteón, pero en 1795, pasado el furor revolucionario, sacaron de allí su cadáver y desde entonces sus restos están en paradero desconocido.
     La sangre seca en El Amigo del Pueblo es “probablemente” el único material biológico que queda de él, explica Lalueza-Fox.
    Tras un año de trabajo, su equipo acaba de publicar los resultados del análisis genético en el repositorio público Biorxiv.
     Han recuperado más de 500 millones de secuencias de ADN. 72 millones son humanas y la mayoría pertenecen a Marat.
     Los investigadores han conseguido reconstruir su genoma mitocondrial y parte del nuclear y han confirmado detalles de su árbol genealógico, como la procedencia de sus padres: una francesa y un sardo.
    Sin embargo, lo más interesante está en las secuencias no humanas.
     Los investigadores han encontrado ADN de virus, bacterias y hongos en la sangre.
     Es muy probable que una muestra tan antigua que pasó por tantas manos tenga contaminación tanto de la época como actual.
     Para minimizarla, los investigadores han comparado el ADN de la esquina manchada con otra limpia en la misma página.
    No se ha hallado ni rastro de sífilis, lepra, escrófula provocada por la bacteria de la tuberculosis, candidiasis debida a la diabetes o sarna, las enfermedades que desde la muerte de Marat le han atribuido diferentes investigadores.
     Según el análisis del equipo español es imposible saber qué enfermedad era la culpable, pero sí señalan al principal sospechoso: 
    Malassezia restricta, un hongo que provoca dermatitis seborreica, otra de las hipotéticas dolencias de Marat.
    “Este hongo habita solo en la piel humana, es extrañísimo encontrarlo en los documentos antiguos y su ADN nos dice que es una variante no actual, sino que puede ser de hace unos 200 años”, explica Lalueza-Fox. 
    “En aquella época no había tratamientos contra esta infección, así que si llevaba tres años sufriéndola es posible que el hongo hubiese llegado a la sangre provocando inmunodepresión y sepsis. 
    Si es así, Marat habría muerto pocas semanas después de que lo asesinaran”, resalta.

    El equipo ha hallado otros dos microbios cuyo ADN también indica que pueden ser de la época: Staphylococcus aureus, que causa eczema, y la bacteria del acné.
     Estas infecciones secundarias podrían haber contribuido a la comezón que persiguió al revolucionario hasta su muerte.
    En un caso de genética forense con muestras de hace 226 años es lógico que haya cabos sueltos.
     Antonio Alonso, director del Instituto de Ciencias Forenses, explica que “el principal problema es que no hay ningún análisis genético comparativo de familiares para demostrar que se trata de una muestra de sangre de Marat”. 
    “Por otro lado el método de muestreo mediante hisopo es muy poco eficiente en comparación con realizar un recorte de la mancha para extraer ADN, pero es lógico que esto se ha evitado para conservar intacto el periódico”.
    “Este caso es conocidísimo entre los dermatólogos, se explica en los libros de texto”, explica Raúl de Lucas, jefe de dermatología pediátrica del Hospital La Paz, en Madrid.
     “Por los síntomas y su gravedad creemos que se trataba de un linfoma cutáneo [un cáncer de los glóbulos blancos poco común]. 
    El hongo que se ha hallado no debería poder extenderse por todo el cuerpo ni llegar a matar a nadie, incluso en esa época, a no ser que Marat sufriese una inmunodeficiencia, lo que es posible”, opina.
    Hay una forma de continuar la investigación: localizar otro de los papeles ensangrentados que Marat tenía en su bañera el día que lo mataron. 
    “Sabemos que existe y que su dueño es un lord inglés, pero aún no le hemos contactado”, explica Lalueza.


    El equipo ha hallado otros dos microbios cuyo ADN también indica que pueden ser de la época: Staphylococcus aureus, que causa eczema, y la bacteria del acné. 
    Estas infecciones secundarias podrían haber contribuido a la comezón que persiguió al revolucionario hasta su muerte.
    En un caso de genética forense con muestras de hace 226 años es lógico que haya cabos sueltos.
     Antonio Alonso, director del Instituto de Ciencias Forenses, explica que “el principal problema es que no hay ningún análisis genético comparativo de familiares para demostrar que se trata de una muestra de sangre de Marat”. 
    “Por otro lado el método de muestreo mediante hisopo es muy poco eficiente en comparación con realizar un recorte de la mancha para extraer ADN, pero es lógico que esto se ha evitado para conservar intacto el periódico”.


     

5 nov 2019

Los secretos palaciegos de Isabel II que guardaba su biógrafo

Sus perros le despiertan más empatía que sus hijos, Margaret Thatcher "hablaba demasiado" y lady Di se aburría profundamente con el príncipe Carlos.

reina inglaterra
La reina Isabel II, Diana de Gales y el príncipe Carlos, durante un evento en septiembre de 2004. Getty

 

Isabel II tiene 93 años y sigue dando titulares.
 En los últimos días son los diarios escritos por Kenneth Rose, uno de los biógrafos de la realeza británica, los que están descubriendo los pequeños secretos de palacio y pinceladas sobre la personalidad de la monarca con más años de reinado a sus espaldas.
Poca empatía con sus hijos y mucha con sus perros.
  No es la primera vez que se debate sobre el carácter de Isabel II en las distancias cortas, si es o no cercana con sus hijos y con el resto de personas con las que se relaciona. 
Todo el mundo coincide en que tiene sentido del humor, pero Rose afirma en sus diarios: 
“Estamos de acuerdo en que la reina es buena con los ministros, embajadores y representantes de la Commonwealth, pero no con sus hijos y con otras muchas personas”.
 Un detalle que relaciona con otra anécdota que el periodista refleja en sus libros.
 Durante un fin de semana que pasó con los decoradores David y Pamela Hicks, ella le confiesa que a veces escribe a la reina para contarle cosas de supuesto interés pero que solo recibió respuesta en una ocasión:
 “La única vez que respondió fue cuando le envíe un mensaje de cariño después de la muerte de uno de sus perros a causa de una pelea con otro can de Clarence House.
 Escribió seis páginas dedicadas al recuerdo de su perro”.

Diana de Gales, Carlos de Inglaterra y la reina. El cronista apunta a dos fuentes fiables para reflejar la fría relación entre lady Di y el heredero al trono británico después de una boda que parecía un cuento de hadas de cara al público. 
Por un lado, Raine Spencer, la madrastra de lady Di, le cuenta sobre la pareja: 
“No parecen dos personas enamoradas. Duermen en habitaciones diferentes y ella nunca parece querer tocarlo”.
 La otra fuente de información es Dake Hussey, que llegó a ser presidente de la BBC y quien, tras pasar un fin de semana en Balmoral, le comentó:
 “Los rumores sobre el aburrimiento de Diana son ciertos, el príncipe Carlos sale a las nueve de la mañana para cazar o pescar y ella no le vuelve a ver hasta las siete de la tarde”.
Cuando la pareja formada por Diana y Carlos ya había sido motivo de titulares y programas de televisión, ambos acudieron a una cena con el primer ministro en Spencer House, el hogar natal de la princesa, a la que también acudía la reina.
 Lady Di solicitó ver a Isabel II antes de que diera comienzo la cena para comunicarle que quería separarse de Carlos, pero la monarca priorizó las prisas por arreglarse para el evento y contestó que esa conversación tendría que esperar. 
Mientras los príncipes de Gales estuvieron alterados durante toda la noche, la reina Isabel II se mostró sorprendentemente serena y alegre, obviando aparentemente la tristeza y gravedad de la situación.
Isabel II, con sus hijos Carlos y Ana, mientras charla con el primer ministro Winston Churchill en 1953.
Isabel II, con sus hijos Carlos y Ana, mientras charla con el primer ministro Winston Churchill en 1953. Getty
La escasa empatía ante la separación de su primogénito por las consecuencias que provocó de cara a la corona, se trasladó a una actitud de cierto desdén de toda la familia británica hacia la princesa Diana.
 Kenneth Rose afirma en sus diarios que algunos de sus miembros se mostraron totalmente contrarios a promover un monumento dedicado a su memoria en Kensington, el palacio en el que vivió y en el que se sucedieron miles de mensajes de apoyo y cariño después de su trágica muerte.
 Una de las personas que rechazó la idea fue la princesa Margarita, hermana de la reina.
 Según Rose, ella dijo: “Por supuesto que no lo queremos. Al fin y al cabo, ella vivía en la parte trasera de la casa”.
Sara Ferguson y el fantasma de Diana. Formar parte de la familia real británica sin ser miembro de ella de nacimiento no parece tarea sencilla leyendo algunas de las informaciones del cronista real que ha estado al tanto de sus secretos.
 El escritor mantuvo buenas relaciones con Sara Ferguson, la exesposa del príncipe Andrés, y en 1994 ella le hizo una confidencia relacionada con su suegro, el príncipe Felipe.
 Ferguson guardaba algunas cartas que le escribieron sus suegros y, en una de ellas, Felipe de Edimburgo le comenta que estaba leyendo un libro sobre Edwina Mountbatten y le dice que le recuerda mucho a ella
 Un pasaje que Kenneth Rose interpreta como “cruel” porque la condesa de Mountbatten era especialmente conocida por tener varios amantes.
En otro pasaje de los diarios entra en juego el esoterismo: la doncella de la reina madre le contó al biógrafo que algunos empleados de Sandrigham, una de las residencias de la familia real, no querían entrar en una de las habitaciones del palacio porque afirmaban que estaba embrujada. 
La solución no fue otra que invitar al párroco local a realizar en ella un servicio religioso para espantar “la atmósfera perturbadora que habían detectado y que atribuían a la presencia de la princesa Diana después de su muerte”.

Un intruso en los aposentos reales. 
 En 1982 Michael Fagan logró sortear todos los controles de seguridad del palacio de Buckingham, llegar hasta la habitación de Isabel II y sentarse en su cama durante unos minutos.
 La reina comentó años después el incidente con personas de su entorno y afirmó con cierto humor: 
“Por supuesto, fue más fácil para mí de lo que hubiera sido para cualquier otra persona. Al fin y al cabo, estoy muy acostumbrada a hablar con extraños”.
Primeros ministros afines y no tanto. Winston Churchill se ganó el respeto de Isabel II y sabía vadear bien sus golpes de ironía. 
En un almuerzo en un exclusivo club masculino de Londres, Edward Ford, exsecretario privado y asistente de la reina le cuenta al biógrafo que a principios de los años cincuenta el primer ministro visitó a la reina en Balmoral en vísperas de conocer el resultado de una prueba con un nuevo tipo de bomba y le dijo a la monarca:
 “Mañana sabremos si ha sido un estallido o una explosión”.
La reina de Inglaterra no tenía tanta paciencia con Margaret Thatcher, la dama de hierro, con quien no coincidía, por ejemplo, en su opinión sobre la importancia de la Commonwealth. 
Ambas coincidieron en una gala en Covent Garden, pero estaban sentadas en distintas zonas de la sala. 
La reina no dudó en hacer saber a sus asistentes que prefería no tener que encontrarse con Thatcher durante el intermedio del espectáculo, por lo que la primera ministra fue desviada a otra zona distinta de la que ocupó Isabel II cuando llegó el momento.
 La política ni siquiera consiguió despedirse de ella como era su deseo. La monarca no estaba esa noche con ganas de ver a la primera mandataria del Gobierno de su país.
La baronesa Jean Trumpington, que fue miembro del partido conservador y de la Cámara de los Lores, le contó al autor de estos diarios palaciegos que en una conversación con la reina, ella dudó en retratar a Thatcher con una frase contundente en referencia a sus obligatorios encuentros para despachar asuntos del país: 
“Ella se queda demasiado tiempo y habla demasiado. 
Ha vivido demasiado tiempo entre hombres”.

4 nov 2019

Isabel Preysler desvela si Tamara Falcó se encargará de la cena de Navidad

La socialité ha confesado cómo está viendo a su hija en 'Masterchef Celebrity'.
Isabel Preysler es uno de los rostros más icónicos de Ferrero Rocher y es por eso que no podía faltar en la celebración de su 30 aniversario junto a otros rostros como Jesús Vázquez, el encargado de alumbrar la Navidad en los pueblos más bonitos de España cada año. 
Allí, la socialité tuvo tiempo de hablar con nosotros sobre su hija, una de las grandes favoritas de la nueva edición de 'Masterchef Celebrity'. 
Tamara Falcó ha sido un gran descubrimiento para todos, incluso para ella misma, así lo confiesa su propia madre: 
"Nos ha salido una cocinera en casa ahora, dar las gracias a los de Masterchef", bromeaba.
Pero, ¿cómo la está viendo? Pues muy bien, como todos: 
"La veo muy bien, trabajando mucho pero a la vez muy contenta, ella se siente muy realizada", ha declarado.
 Y está aprendiendo tanto que podría encargarse, perfectamente, de la cena de Navidad en su familia... "Todavía no hemos planeado la Navidad", confesaba Preysler, pero "no creo que Tamara haga el menú, puede que organice el menú, pero meterse en la cocina... No se, no creo".
 ¡Dale al play para escuchar lo que nos ha contado!
 La 'reina de corazones' ha hecho, además, balance sobre qué ha sido lo más importante para ella durante este 2019.
 También se le ha preguntado por su secreto para mantenerse guapa y joven, pero Isabel, como buen secreto que es no está dispuesta a compartirlo.

Timothée Chalamet, un dandi moderno para la Generación Z

El actor decide descansar tras dos años enlazando rodajes como ‘Dune’ y ‘Mujercitas’ mientras se convierte en el último galán ‘millennial’.

El actor Timothée Chalamet, en Londres, el pasado 3 de octubre. En vídeo, el tráiler de la película 'The King'. Foto: gtresonline
 
 
El dandi moderno de la Generación Z. Más que una definición parece un castigo. 
Y le ha caído a Timothée Chalamet, hijo del Manhattan más artístico, el último elegido por las grandes firmas de moda de americanas y sudaderas de diseño en la alfombra roja.
 A sus 23 años, Chalamet ha ido escalando en la escalera del cine independiente, saliendo limpio de películas malas y triunfando en filmes como Call me By Your Name o Lady Bird, aunque ahora tenga que esconder bajo la alfombra un cadáver: el de su comportamiento en el caso Woody Allen.
Chalamet parecería desde la cuna destinado a triunfar en el cine de autor: hijo de una exbailarina y actual agente inmobiliaria y de un trabajador de Unicef.
 Pasó su infancia en el distrito de Hell’s Kitchen, que ya no recuerda ni de lejos al barrio marginal en el que crecieron Robert De Niro o Sylvester Stallone. 
Sus veranos, en cambio, transcurrían más lejos, al otro lado del Atlántico: Chalamet pasaba las vacaciones escolares de su infancia y adolescencia en Le Chambon-sur-Lignon, un pueblo del Alto Loira del que procede la familia paterna, y que en la Segunda Guerra Mundial fue un centro secreto de acogida de refugiados judíos.
 Chalamet aprendió allí a jugar al fútbol y él mismo entrenó a un equipo infantil. 
En su colegio no encontraba, según ha asegurado en varias entrevistas, un lugar donde alimentar su vertiente artística. Eso sí lo halló en el instituto de artes de LaGuardia, donde estudió Interpretación. 
Tras un año de cursar Antropología Cultural en Columbia, pasó a la escuela Gallatin a seguir con la actuación.
 “No recuerdo querer dedicarme a otra cosa”, contaba en una entrevista a EL PAÍS en septiembre de 2018. 

 

Woody Allen charla con Timothée Chalamet y Selena Gomez en el rodaje de 'Día de lluvia en Nueva York', en septiembre de 2017.rn
Woody Allen charla con Timothée Chalamet y Selena Gomez en el rodaje de 'Día de lluvia en Nueva York', en septiembre de 2017. getty images
Pero la carrera de Chalamet ya iba lanzada. 
Con 14 años ya apareció en un capítulo de Ley y orden y, tras pequeños papeles en el cine, como en Interstellar o Navidades, ¿bien o en familia?, llegó la explosión de 2017 con sus papeles del novio intelectual en Lady Bird, de Greta Gerwig, y del chaval enamorado de un becario de su padre en Call Me By Your Name, con la que fue candidato al Oscar. 
Ahí saltó a la división de honor, con un Allen como Día de lluvia en Nueva York, su protagonista en la nueva versión de Dune, o su vuelta al mundo de Gerwig con Mujercitas.
 Hace un mes promocionó en Londres The King, la película de Netflix en la que encarna al rey Enrique V, popular personaje teatral y cinematográfico por culpa de William Shakespeare.
 Allí Chalamet paseó por la alfombra roja con una sudadera de Louis Vuitton diseñada por Virgil Abloh —algunas revistas de tendencias le tienen entre los hombres mejor vestidos— y anunció que tras dos años rodando y promocionando películas sin cesar se iba a tomar un descanso.
 En ese descanso podría incluirse pasar más tiempo con Lily-Rose Depp, su actual pareja, otra intérprete de matrimonio mixto estadounidense-francés: es la hija de Johhny Depp y Vanessa Paradis, y compañera de rodaje de The King, película que parecía predestinada a la temporada de los premios hasta que su paso a Netflix y el poco ruido mediático que obtuvo en su estreno en el festival de Venecia han frenado el impulso. 
Sería el segundo año en que vive este traspiés, tras su infructuoso asalto a los galardones la pasada temporada con Beautiful Boy.

Chalamet es muy cuidadoso en sus pasos, y aquí entra el caso Woody Allen. 
En Europa estos días se estrena Día de lluvia en Nueva York, en la que Chalamet interpreta a un alter ego de Allen en edad juvenil —aunque con sus mismos gustos— pasando un fin de semana en la ciudad natal de ambos.
 Nada ha cambiado en la vida de Allen desde que comenzó a rodar esta comedia. Pero sí ha variado el ruido mediático. 
Allen fue declarado inocente tras dos investigaciones judiciales independientes en EE UU de la acusación de posibles abusos a su hija adoptiva, que ha dividido en dos a la familia Farrow-Allen. Con la película terminada, la productora Amazon la ha metido en un cajón y sigue inédita en EE UU
Tanto Chalamet como Selena Gomez, otra de las actrices del filme, donaron sus sueldos a Time’s Up, organización que recauda fondos para luchar contra el acoso sexual.
La decisión de Chalamet parece un paso muy medido en su carrera hollywoodiense: en apoyo de Allen han salido Jude Law, Penélope Cruz, Javier Bardem o Scarlett Johansson, que aprovechó incluso una portada de Variety.
 El actor, en cambio, rehúye cualquier cuestión sobre el tema: este diario le preguntó en el festival de San Sebastián de 2018: “¿Estudia el comportamiento de quienes trabajan a su lado?”. La frase fue recibida con un “Noooooooo” de su publicista, seguido de un “Eso es hablar de Allen”. 
El rugido provocó el susto del actor y del periodista. Acabada la entrevista, Chalamet se disculpó: todo medido y educado.
Lily-Rose Depp y Timothée Chalamet, en el Festival de Cine de Venecia, el pasado septiembre. En vídeo, el tráiler de 'Mujercitas'. Foto: getty images