Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 sept 2019

Brad Pitt bromea con un astronauta: “¿Quién lo hizo mejor, Clooney o yo?”

Con motivo del estreno de su película 'Ad Astra', el actor conversó con Nick Hague, de la Estación Espacial Internacional, sobre la gravedad, los turnos o la música en el espacio.

Brad Pitt, en un pase de 'Ad Astra' el 16 de septiembre en Washington. At
"¿Quién lo hizo mejor, Clooney o yo?", le preguntaba en broma el actor Brad Pitt al astronauta de la Estación Espacial Internacional Nick Hague el pasado lunes en una videoconferencia durante la que compartieron anécdotas, antes del estreno el próximo viernes de la película Ad Astra en la que el intérprete es protagonista.
Ante la cuestión, Hague se río y aseguró, desde la Estación Espacial Internacional (EEI), que Pitt lo hizo mejor, puesto que los astronautas de la Estación pudieron disfrutar de un preestreno especial de Ad Astra hace una semanas en el espacio.
 Clooney, amigo íntimo de Pitt, protagonizó en 2013 el filme sobre el espacio Gravity, del director Alfonso Cuarón.
Durante su conversación, de unos 20 minutos de duración, Hague recordó que tuvieron ocasión de ver Ad Astra antes de su estreno y agradeció a Pitt el hecho de "mantener la atención sobre el espacio, algo que inspira a futuras generaciones acerca de esta exploración". "Los niños que hoy ven estas películas son los que nos impulsarán hacia el futuro", añadió el astronauta.

El actor entonces bromeó: "Me parece que nuestra nave en la película está un poco más limpia y ordenada ¿Sabe qué es todo eso que tiene alrededor?".
 Hague admitió que en el interior de la EEI "todo cuelga de las paredes". "Es un poco desordenado, pero sí sabemos dónde está cada cosa", subrayó el astronauta, quien explicó diferentes experimentos científicos que se llevan a cabo en la Estación, incluido uno en el que la ausencia de gravedad permite el estudio de qué ocurre dentro de una llama, lo que ayudará a "hacer motores de combustión más limpios".

En la conversación, Pitt se centró en las consecuencias inesperadas de vivir sin gravedad.
 "Las callosidades de mis pies básicamente han desaparecido porque ya no camino sobre las plantas de los pies", explicó Hague, que ocupa actualmente la Estación Espacial Internacional (ISS), con otros dos astronautas estadounidenses, dos rusos y un italiano.

Brad Pitt, caracterizado como un astronauta en una escena de 'Ad Astra', de James Gray.
Brad Pitt, caracterizado como un astronauta en una escena de 'Ad Astra', de James Gray. AP
"Pero tengo callos en la parte superior del pie, en el dedo gordo, porque constantemente me aferro a las cosas con el dedo gordo", contó Hague. 
"Es una de las muchas cosas extrañas en las que no piensas en la Tierra". "Es increíble", respondió Pitt, que también quiso saber quién ponía la música en la Estación. 
"Rotamos", contestó él.
Por otro lado, Pitt preguntó si en el momento de la conversación era de día o de noche para los tripulantes de la EEI y cómo se organizaban las horas de trabajo. 
Hague señaló que los astronautas usan diversos métodos para manejar los ciclos circadianos, incluidas luces diferentes, y añadió que todas las operaciones toman como referencia la hora universal o de Greenwich.
"Tenemos una jornada de trabajo de 13 horas diarias y un turno nocturno que comprende un enorme equipo de gente en tierra que maneja lo que ocurre en la estación", continuó Hague.
 "Esto requiere de una orquestación asombrosa de un programa internacional, porque esto es algo que no podemos hacer solos", explicó. 
"La diversidad es lo que nos fortalece para haber podido operar esta estación durante dos décadas".
En Ad Astra, dirigida por James Gray, Pitt interpreta al astronauta Roy McBride, quien emprende una misión a través del Sistema Solar para descubrir la verdad acerca de su padre perdido y su malograda misión, que 30 años más tarde amenaza al Universo.
 La misión de McBride comprende una travesía mucho más larga en tiempo y distancias, que la que cumplen los astronautas en la EEI, un complejo que orbita alrededor de la Tierra a 27.300 kilómetros por hora.

A cuestiones de Pitt acerca de la familia de los astronautas, Hague reconoció que,"'por supuesto, estar lejos de la familia y los amigos es un reto".
 "Un lujo de la órbita baja es la cantidad de conexiones, llamadas telefónicas, las videoconferencias durante los fines de semana con mis hijos, que me permiten ser parte de sus vidas en tierra", agregó.
"Me imagino que estando allí hay una percepción de cuán insignificantes somos [los humanos] en el gran esquema del Universo", comentó Pitt.
 "Es algo muy especial", contestó Hague. 
"Ves la Tierra allí abajo, puedes ver los campos de plantaciones en Kansas, en Misuri.
 Puedes ver la Humanidad en un vuelo de ocho kilómetros por segundo. Estás lejos de la Tierra, puedes ver la Luna elevándose sobre su horizonte", reflexionaba el astronauta.
 "Es una perspectiva que te desafía. 
Toda la Humanidad allí... Te da una percepción enorme de cuán grande es el Universo, y cuán delicada y preciosa es esta isla en la que vivimos".


 

Rocío Flores Carrasco, de las sombras al estrellato en televisión

La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha abandonado el silencio elegido durante años de enfrentamiento de sus padres y ha sorprendido en los platós por su madurez en la defensa de su padre.

Rocio Flores Carrasco, el 11 de septiembre.
Rocio Flores Carrasco, el 11 de septiembre. GTRESONLINE
Las redes sociales son ahora un espejo, a veces edulcorado, de las vidas de personas famosas y anónimas.
 En el caso de Rocío Flores —la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores— es también un libro abierto sobre sus afectos, a quién quiere y a quién mantiene fuera de su círculo.
 En su cuenta de Instagram aparecen fotos con sus amigos, con sus hermanos, David y Lola (esta última fruto del segundo matrimonio de Flores), con su novio Manuel, con su tía Gloria Camila y con su padre, con quien vive desde los 16 años. 
Pero no hay ni rastro de su madre, de quien se distanció entonces por un enfrentamiento del que se desconocen los detalles y que la llevó a elegir vivir con su padre en Málaga e ir perdiendo progresivamente el contacto con su progenitora.
 El mismo camino que siguió años más tarde su hermano menor, David.

De su infancia se sabe casi todo porque era la nieta de la cantante Rocío Jurado, la más grande en su género. 
Una artista que por la potencia de su voz, su saber estar sobre el escenario y el físico imponente que no escondió en sus años de juventud, cuando España aún era timorata y necesitaba de mujeres valientes que reivindicaran su poderío, no dejó indiferente a nadie. La corte de admiradores que arrastró la cantante aumentó cuando se casó con el exboxeador Pedro Carrasco y después con el torero José Ortega Cano.
 La muerte prematura de Rocío Jurado a los 61 años, a causa de un cáncer de páncreas, terminó por cerrar el círculo con los ingredientes que convierten a una estrella en un mito, y a todos los suyos, juntos y por separado, en objetivo de la prensa del corazón. De esta curiosidad mezcla de morbo y reverencia no se ha librado su única hija, Rocío Carrasco, ni tampoco los dos hijos que esta tuvo con el ex guardia civil reconvertido en colaborador televisivo Antonio David Flores: Rocío y David. 
Rocío Carrasco y su marido, Fidel Albiac. 
Rocío Carrasco y su marido, Fidel Albiac. GTRESONLINE
Rocío Flores Carrasco, de 22 años, es el último miembro en subirse a la ola de la exposición pública de este clan que bascula sobre la figura de la cantante de Chipiona.
 Hasta hace una semana la primogénita de Rocío Carrasco y Antonio David Flores había preferido el silencio, mantenerse en un segundo plano y esquivar el centro del huracán del traumático divorcio de sus padres, una pareja que estuvo casada durante tres años y que lleva 20 de demandas, enfrentamientos judiciales y dimes y diretes públicos
Sin embargo, el regreso de Antonio David Flores a la televisión como concursante de Gran Hermano Vip ha girado la vida de su hija Rocío, que ha pasado en solo unos días de joven discreta centrada en su faceta de asesora nutricional a estrella de televisión de la mano de Mediaset.
La nieta de Rocío Jurado ha decidido prescindir de la tibieza y mojarse de una vez por todas en favor de su padre. 
Aceptar ser su defensora en el reality de Telecinco ha descubierto a una joven madura, serena, preparada y equilibrada que ha sorprendido favorablemente a todo el mundo a pesar de su juventud. 
Pero también ha hecho que el conflicto que enfrenta a sus padres, y que les ha implicado a ella y a su hermano David, ocupe horas y horas de televisión e infinidad de titulares.
 No es nuevo que Rocío Flores se posicione con su padre, pero sí lo es que lo haga desde un plató que solo había pisado antes una vez para recibir a su tía Gloria Camila (hija adoptiva de Rocío Jurado y José Ortega Cano) cuando regresó de su participación en Supervivientes.
 
Rocio Carrasco y Fidel Albiac 
Antonio David Flores y su hijo, David Flores Carrasco. GTRESONLINE
El trasfondo de esta historia es una disputa de familia: dos jóvenes que se casaron quizá demasiado pronto a consecuencia de un embarazo, una ruptura que llegó solo tres años más tarde y desde entonces demasiadas horas de detalles sobre una convivencia rota y una familia famosa, los Carrasco Jurado, que convirtió a un joven ex guardia civil en un habitual de los programas rosa de la televisión. 
Cuando Antonio David Flores dejó de hablar de su exmujer y su exfamilia política, la atención sobre ellos no disminuyo porque los trapos sucios llegaron en forma de pleitos judiciales interpuestos por ambas partes.

Pero Rocío Flores no perdona a su madre. 
Sus motivos para separarse de ella como hija están por desvelar, pero los que la hacen defender a su padre provienen entre otras cosas de la demanda que Rocío Carrasco presentó contra Antonio Flores por malos tratos continuados que podría haber significado su ingreso en prisión. 
Cuando la sentencia favorable para su padre en este caso dio un respiro a la familia, la fiscalía vuelve a pedir tres años de cárcel como consecuencia de la demanda que su exmujer presentó por alzamiento de bienes.
 El cartel de presunto maltratador le cerró las puertas de televisión, la demanda que todavía espera sentencia vuelve a poner la sombra de la cárcel en su camino.
 Una situación difícil de entender para unos hijos que viven con él, que alaban su papel como padre y que no mantienen ningún contacto con su madre, que sigue empeñada en mantener una batalla que todavía esta por ver si gana en los tribunales pero que parece perdida en lo que concierne a su vida familiar. 

 

Urdangarin saldrá de prisión a partir del jueves dos veces por semana para hacer voluntariado

El cuñado del Rey trabajará con discapacitados en un hogar religioso de Pozuelo.

Iñaki Urdangarin sale de la Audiencia de Palma, en junio de 2018.
Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina y cuñado de Felipe VI, empezará a salir a partir del jueves dos veces por semana durante un plazo máximo de ocho horas al día de la prisión abulense de Brieva, donde cumple una condena de cinco años y diez meses de prisión desde junio de 2018.
 Lo hará para desplazarse a la localidad de Pozuelo de Alarcón (Madrid) a hacer labores de voluntariado con discapacitados en el Hogar Don Orione, dependiente de una congregación religiosa.
 Así lo ha decretado el juez de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, Florencio de Marcos, en una resolución notificada este martes y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
 Urdangarin, no obstante, seguirá clasificado en segundo grado penitenciario.
El magistrado sustenta su decisión al amparo del artículo 117 del Reglamento Penitenciario, que permite a los reclusos en segundo grado con “baja peligrosidad social” “acudir regularmente a una institución exterior para la realización de un programa concreto de atención especializada, siempre que este sea necesario para su tratamiento y reinserción social” y que no se adviertan riesgos de quebrantamiento de condena.
 Este artículo se ha aplicado en los seis primeros meses de 2019 a 263 reclusos, según fuentes penitenciarias. 
La decisión del magistrado se produce en contra del criterio de la Fiscalía y de la junta de tratamiento de la cárcel, en la que participan diversos profesionales de la prisión.
 La junta reflejó en su informe de julio que el riesgo de reincidencia del marido de la infanta es “medio-alto” dado lo elevado de la pena y el tipo de delito. 
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias resolvió el pasado 1 de agosto mantener a Urdangarin en segundo grado al considerar que aún no había cumplido la cuarta parte de la condena ni, por ello, había disfrutado de permisos.
 Prisiones también consideró que su evolución en la cárcel no había sido suficientemente positiva para disfrutar del régimen de semilibertad.

Urdangarin es el único recluso del módulo masculino de la cárcel de Brieva, en la que ingresó tras hacerse firme la sentencia por el caso Nóos de corrupción.
 Instituciones Penitenciarias, que tenía potestad para cambiarle de centro, decidió mantenerlo en Brieva por motivos de seguridad, pese a que en esa prisión carece de relación con otros reclusos y su vida social se limita a las visitas de sus familiares.
 “La situación de aislamiento como forma de cumplimiento en la cual se encuentra el recurrente no es fruto de su elección, sino decisión de la autoridad penitenciaria.
 No es la voluntad de los internos la que determina el centro penitenciario de cumplimiento, pronunciamiento que, de nuevo, corresponde a la Administración”, recuerda el juez De Marcos en un auto insólitamente extenso (22 folios).
El magistrado señala que “el aislamiento como forma de cumplimiento está proscrito en la normativa internacional, las Reglas Mínimas Penitenciarias del Consejo de Europa y en la legislación nacional, la Ley Orgánica General Penitenciaria y el Reglamento Penitenciario".
 No obstante, recuerda que "cabe recurrir a él en orden a preservar la vida e integridad de los internos, de ahí la legalidad de la decisión adoptada por la Administración”. 
No obstante, afirma el juez que en estos casos “han de articularse medidas en orden a evitar la desocialización que comporta la soledad”.
"Que las situaciones de aislamiento continuado afectan con especial intensidad a [la] psiquis del sujeto es algo más que una mera intuición", añade en el auto, en el que también rechaza que sea cierta la "creencia popular" de que esa situación para cumplir una pena "es una ventaja, si no privilegio". 
Y recalca que "no es la vida de un eremita la que se postula como modelo".
 Por ello, considera necesario articular "en compensación con el excepcional régimen de vida" que supone el aislamiento penitenciario "mecanismos correctores de tal situación".
El magistrado recuerda que la decisión de mantener aislado a un preso del resto de reclusos por motivos de seguridad se ha adoptado anteriormente en otras tres ocasiones: con el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán; el ex gobernador civil de Gipuzkoa José Ramón Goñi Tirapu y el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera. 
También hace referencia a Oriol Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, a quien se le concedió la semilibertad recientemente.

Sobre el voluntariado con discapacitados propuesto por Urdangarin, el magistrado destaca que será "sin contraprestación económica o material" e implica "por sí un elemento de asunción de valores prosociales".
   "En el ámbito de la delincuencia económica, cuyo eje es el egoísmo, el afán desmedido de lucro, además del desprecio al interés comunitario, la toma de contacto con la vida real, con los problemas de los demás, coopera a generar un elemento de conciencia de la trascendencia de la propia conducta delictiva", resalta el magistrado, que enmarca la labor que realizará el cuñado del Rey "en el concepto de justicia restaurativa, una forma de reparación a la sociedad".
Las reclamaciones de Urdangarin, condenado por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, ya fueron atendidas por el juez De Marcos el pasado diciembre, cuando le autorizó a tener una bicicleta estática en la cárcel para “ocupar las largas horas de soledad”.
 Entonces, el magistrado ya alertaba sobre el peligro para “la salud física y mental” que el cumplimiento de la pena en total aislamiento puede tener para un recluso.

 

17 sept 2019

Cuando los mediocres toman el poder.................. Alain Deneault...

La división y la industrialización del trabajo manual e intelectual han contribuido al advenimiento de una 'mediocracia', sostiene el filósofo Alain Deneault en su último libro.

triunfo de los mediocres
Getty Images / Vetta CSA
Deje a un lado esos complicados volúmenes: le serán más útiles los manuales de contabilidad. 
No esté orgulloso, no sea ingenioso ni dé muestras de soltura: puede parecer arrogante.
 No se apasione tanto: a la gente le da miedo.
 Y, lo más importante, evite las “buenas ideas”: muchas de ellas acaban en la trituradora. Esa mirada penetrante suya da miedo: abra más los ojos y relaje los labios. 
Sus reflexiones no solo han de ser endebles, además deben parecerlo.
 Cuando hable de sí mismo, asegúrese de que entendamos que no es usted gran cosa. 
Eso nos facilitará meterlo en el cajón apropiado. Los tiempos han cambiado. 
 Nadie ha tomado la Bastilla, ni ha prendido fuego al Reichstag, el Aurora no ha disparado una sola descarga.
 Y, sin embargo, se ha lanzado el ataque y ha tenido éxito: los mediocres han tomado el poder.
¿Qué es lo que mejor se le da a una persona mediocre? Reconocer a otra persona mediocre.
 Juntas se organizarán para rascarse la espalda, se asegurarán de devolverse los favores e irán cimentando el poder de un clan que seguirá creciendo, ya que enseguida darán con la manera de atraer a sus semejantes.
 Lo que de verdad importa no es evitar la estupidez, sino adornarla con la apariencia del poder. 
“Si la estupidez […] no se asemejase perfectamente al progreso, el ingenio, la esperanza y la mejoría, nadie querría ser estúpido”, señaló Robert Musil.
 
Siéntase cómodo al ocultar sus defectos tras una actitud de normalidad; afirme siempre ser pragmático y esté siempre dispuesto a mejorar, pues la mediocridad no acusa ni la incapacidad ni la incompetencia.
 Deberá usted saber cómo utilizar los programas, cómo rellenar el formulario sin protestar, cómo proferir espontáneamente y como un loro expresiones del tipo “altos estándares de gobernanza corporativa y valores de excelencia” y cómo saludar a quien sea necesario en el momento oportuno.
 Sin embargo –y esto es lo fundamental–, no debe ir más allá.
El término mediocridad designa lo que está en la media, igual que superioridad e inferioridad designan lo que está por encima y por debajo.
 No existe la medidad 
. Pero la mediocridad no hace referencia a la media como abstracción, sino que es el estado medio real, y la mediocracia, por lo tanto, es el estado medio cuando se ha garantizado la autoridad. La mediocracia establece un orden en el que la media deja de ser una síntesis abstracta que nos permite entender el estado de las cosas y pasa a ser el estándar impuesto que estamos obligados a acatar. 
Y si reivindicamos nuestra libertad no servirá más que para demostrar lo eficiente que es el sistema.
La división y la industrialización del trabajo –tanto manual como intelectual– han contribuido en gran medida al advenimiento del poder mediocre. 
El perfeccionamiento de cada tarea para que resulte útil a un conjunto inasible ha convertido en “expertos” a charlatanes que enuncian frases oportunas con mínimas porciones de verdad, mientras que a los trabajadores se les rebaja al nivel de herramientas para quienes “la actividad vital […] no es sino un medio de asegurar su propia existencia”.
[…] Laurence J. Peter y Raymond Hull fueron de los primeros en atestiguar la proliferación de la mediocridad a lo largo y ancho de todo un sistema. 
Su tesis, El principio de Peter, que desarrollaron en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, resulta implacable en su claridad: los procesos sistémicos favorecen que aquellos con niveles medios de competencia asciendan a posiciones de poder, apartando en su camino tanto a los supercompetentes como a los totalmente incompetentes.
 Se dan ejemplos impresionantes de este fenómeno en los colegios, donde se despedirá a un profesor que no sea capaz de seguir un horario ni sepa nada sobre su asignatura, pero también se rechazará a un rebelde que aplique cambios importantes a los protocolos de enseñanza para lograr que una clase de alumnos con dificultades obtenga mejores calificaciones –tanto en comprensión lectora como en aritmética– que los alumnos de las clases normales.
 Asimismo, se desharán de un profesor poco convencional cuyos alumnos completen el trabajo de dos o tres años en solamente uno. Según los autores de El principio de Peter, en este último caso al profesor se le castigó por haber alterado el sistema oficial de calificaciones, pero sobre todo por haber causado “un estado de ansiedad extrema al profesor que habría de encargarse al año siguiente del grupo que ya había realizado todo ese trabajo”. 
Así es el proceso que va dando lugar a los “analfabetos secundarios”, por emplear la expresión acuñada por Hans Magnus Enzensberger.
Este nuevo sujeto, producido en masa por instituciones educativas y centros de investigación, se precia de poseer todo un acervo de conocimiento útil que, sin embargo, no lo lleva a cuestionarse sus fundamentos intelectuales […]

La norma de la mediocridad lleva a desarrollar una imitación del trabajo que propicia la simulación de un resultado. 
El hecho de fingir se convierte en un valor en sí mismo. 
La mediocracia lleva a todo el mundo a subordinar cualquier tipo de deliberación a modelos arbitrarios promovidos por instancias de autoridad. 
Hoy figuran entre sus ejemplos el político que explica a los votantes que se tienen que someter a los designios de los accionistas de Wall Street; o el profesor universitario que considera que el trabajo de un alumno es “demasiado teórico y demasiado científico” cuando sobrepasa las premisas que se habían expuesto previamente en un PowerPoint; o el productor cinematográfico que insiste en adjudicarle a un famoso un papel protagonista en un documental sobre un tema con el que este no tiene ninguna relación
; o el experto que demuestra su “racionalidad” argumentando largamente a favor de un crecimiento económico (irracional). Zinoviev ya era consciente de las posibilidades del trabajo simulado como fuerza psicológica para alterar las mentes:

"La imitación del trabajo al parecer solo precisa de un resultado, o más bien de la mera posibilidad de justificar el tiempo que se ha invertido: la comprobación y la evaluación de los resultados las llevan a cabo personas que han participado de la simulación, que guardan relación con ella y tienen interés en perpetuarla". 
Cabría pensar que un rasgo común entre quienes comparten este poder sería el de una sonrisa cómplice.
 Al creerse más listos que todos los demás, se complacen con frases cargadas de sabiduría tales como: 
“Hay que seguir el juego”. 
El juego –una expresión cuya absoluta vaguedad encaja perfectamente con el pensamiento del mediocre– requiere que, según el momento, uno acate obsequiosamente las reglas establecidas con el solo propósito de ocupar una posición relevante en el tablero social, o bien que eluda con ufanía tales reglas –sin dejar nunca de guardar las apariencias–, gracias a múltiples actos de colusión que pervierten la integridad del proceso.
Alain Deneault es filósofo y escritor, profesor de Sociología en la Universidad de Québec y autor de Paraísos fiscales. Una estafa legalizada (2017). Este texto es un extracto de su libro Mediocracia. Cuando los mediocres toman el poder, que publica Turner el 4 de septiembre.