Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

15 jul 2019

Isabel Pantoja desvela que Juan Gabriel le pidió matrimonio

La cantante recupera la imagen de estrella en su última aparición televisiva y habla de su relación con el artista mexicano y de cómo es su vida tras volver de 'Supervivientes'.

isabel pantoja juan gabriel 

Isabel Pantoja este domingo durante su intervención en 'Supervivientes'. Cordon Press
 
¡Se acabó!, que diría la canción de otra conocida folclórica, Isabel Pantoja ha vuelto y parece que lo hace dispuesta a recuperar su imagen perdida.
 Este domingo volvió a ser la estrella del programa que Telecinco dedica ese día a su reality estrella, Supervivientes, y lo hizo como la diva de la canción que no se mostraba así desde que tuvo que ingresar en la cárcel el 21 de noviembre de 2014 por blanqueo de capitales.
Tras acabar sus días de prisión, a principios de marzo de 2016, una vez cumplidas las dos terceras partes de su condena a dos años y serle concedida la libertad condicional, Isabel Pantoja estaba libre pero parece que mentalmente no tanto.
 Desde entonces ha actuado en algunos conciertos pero mentalmente ha estado encerrada en Cantora, la finca situada cerca de Sevilla que heredó de su marido, el torero Francisco Rivera Paquirrí, que murió en 1984 a causa de una cogida en la plaza de Pozoblanco. 
Su participación como concursante en Supervivientes parece haberla liberado de lastres y si Telecinco ha decidido convertirla en su estrella, la cantante parece dispuesta a recoger el testigo y volver a lo grande.
 El primer símbolo de que este parece un nuevo estreno para la cantante sevillana es que apareció en el programa vestida de amarillo: "Siempre he debutado de amarillo y he tenido los éxitos más grandes, por eso he escogido este color", comentó tras su entrada triunfal. 
Después se sometió a la entrevista de Jordi González y volvió a dejar constancia de que ha decidido cambiar el chip. 
Pantoja está hablando públicamente en pocos días más de lo que lo ha hecho casi en la última década y su última revelación ha tenido al cantante mexicano Juan Gabriel como protagonista.
Las especulaciones sobre su relación sentimental siempre han estado en el aire y la tonadillera decidió despejarlas de una vez por todas:
 "Nunca he hablado de él, para mí siempre ha sido y será mi compadre, mi hermano mayor, mi confidente, el ser, junto a mi familia, que más he querido en mi vida", afirmó. 
"Es cierto que me pidió matrimonio, cuando mi hijo tenía cuatro años", desveló por primera vez.
 "Quería que fuera su esposa, conociéndonos los dos, respetándonos los dos.
  Le dije que no, cantando.
 Él lo entendió perfectamente.
 A pesar de ese Atlántico que nos separaba, me sentí muy orgullosa de lo que teníamos".
Pantoja siguió recordando a Juan Gabriel y afirmó que se había arrepentido muchas veces de haber rechazado su proposición: "Después de mi marido sé que jamás habría encontrado a una persona que me comprendiera tan sumamente bien. 
Yo lo aceptaba como era, sencillamente como era, un genio para la eternidad".
La cantante también habló de su madre, doña Ana, quien fue su eterna acompañante en sus comienzos en el mundo artístico y ahora vive con ella pero tiene un delicado estado de salud:
 "Cuando salí", dijo en referencia al momento en el que tuvo que abandonar el concurso por prescripción médica. "para mí lo más importante era ver a mi madre. 
Cuando la dejé estaba bastante malita y cuando he vuelto he visto que me ha reconocido perfectamente.
 Para ella estaba cantando en América y cuando le dije que ya no me iba más me abrazó y para mí eso es mejor que haber ganado". Isabel Pantoja no olvidó resaltar la importancia de su madre en su carrera:
 "Soy artista gracias a mi madre. Le hice caso absolutamente en todo.
 Gracias a ella, que lo vio cuando tenía siete años y a toda la gente que me sigue, soy lo que soy. 
Estoy orgullosa de los que soy, como artista y como persona".
Como otros concursantes que han regresado de una prolongada estancia en situaciones límite en el concurso de Telecinco, Isabel Pantoja contó que aún se está adaptando a la vida normal y que su estancia en Honduras todavía se nota en sus costumbres cotidianas: "El hambre se me ha quitado por completo, se me habrá quedado el estómago pequeño.
 Me levanto a las cuatro de la mañana y me acuesto a las seis de la tarde y estoy todo el día en la piscina". 
Una afirmación que relacionó con el modo de vida que ha llevado durante las 10 semanas que ha pasado en la isla y con la que incluso llegó a bromear: "Le he dicho a mi cuñado que me eche tres o cuatro sardinas en la piscina".

 

La azotea de un mítico edificio de Le Corbusier se transforma en 'batcueva' este verano

El artista californiano Alex Israel celebra así el 80 cumpleaños del hombre murciélago en La Cité Radieuse de Marsella, y los 30 de la película 'Batman' de Tim Burton.


batman marsella le corbusier
La obra 'Bat señal, 1989' de Alex Israel iluminará la ciudad de Marsella hasta agosto desde lo alto de La Cité Radieuse. |

 

Hasta finales de agosto, quien visite Marsella en una noche despejada se encontrará con algo extraño en el cielo: una "batseñal" en el edificio proyectado por Le Corbusier, La Cité Radieuse.
 El gesto, que celebra este año el 80 cumpleaños del personaje de Batman, convertirá así la ciudad portuaria en una especie de Gotham provenzal en los meses estivales. 
La instalación que acoge la azotea del famoso edificio comunal de Le Corbusier y creada por el artista californiano Alex Israel, también festeja los 30 años desde el estreno de la película de Tim Barton, basada en el personaje de DC Comics.
Además de la batseñal en el cielo, en una de las salas del ático del edificio, un espacio muy apropiadamente similar a una (bat) cueva, se expone uno de los coches que se utilizó en la película, un auténtico Batmóvil de 1989 que se exhibe en la penumbra y rodeado de humo como de discoteca.

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'Bat Señal 1989', Alex Israel, 2019. |
La idea de proyectar la batseñal surgió casi como una broma. Ito Morabito, el diseñador francés multidisciplinar es también el propietario y principal impulsor del MAMO, el espacio expositivo en la azotea de Le Corbusier. 
Llevaba tiempo empeñado en tener a Alex Israel, uno de los artistas más buscados por marcas como Louis Vuitton o Rimowa (que patrocina la muestra) para encargarle una intervención en el espacio como invitado este verano. Israel primero dijo que no. 
“Pero puedes hacer lo que quieras”, insistió Morabito, que también responde al nombre de su marca, Ora Ïto. 
“Puedes poner el símbolo de Batman sobre Marsella si te da la gana”, le dijo.
 Y con eso se lo ganó.

Cemento, leyendas y un crisol de arte contemporáneo

Israel había visto fotos del edificio de Le Corbusier, señalando que “con todo ese cemento”, le había parecido muy Gotham. 
“Yo conocía, como todo el mundo, esa leyenda de Marsella como ciudad muy dura.
 Me dijeron que en los 60 todos los días moría alguien en las calles”.
 Al alcalde de Marsella, que le entregó la Medalla de Oro de la ciudad el día de la inauguración, no le haría mucha gracia escuchar eso. 
Esa imagen, que perpetúa también la serie Marseille de Netflix, ya no se corresponde del todo con la realidad de una ciudad, la segunda más grande de Francia, problemática pero inmersa en un largo proceso de regeneración que se apoya entre otras cosas en el arte y la arquitectura. 
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Ora Ito y Alex Israel, los precursores de la 'batransformación' de Marsella.
Para Morabito, restaurar la azotea de la Cité Radieuse y utilizarla como espacio para exposiciones y actos culturales fue algo distinto. Marsellés de nacimiento, tuvo desde niño cierta fascinación por el edificio, que se levanta rodeado de pinos en una zona alejada del centro. 
“Recuerdo que venía a dibujarlo cuando estaba en la escuela”.
 Hace diez años, el diseñador que ha firmado proyectos tan diversos como los interiores de las oficinas de LVMH o el metro de Niza, se enteró de que la terraza, que incluye una sala y el solario con ducha que Le Corbusier creó para promover la vida urbana al aire libre, estaba en venta.
 Lo compró y dedicó tres años a restaurarlo de la mano de la fundación que vigila el legado del arquitecto, que se aseguró de que se empleaban materiales y técnicas como los que se usaron cuando se levantó el bloque entre 1947 y 1952.
“Descubrí que Le Corbusier había organizado aquí un festival de arte de vanguardia, que mezclaba música, danza y escultura. Pasó por ahí todo el mundo. Yves Klein, Dubuffet, Jean Tinguely… y quise hacer algo parecido”.
 Rebautizó el espacio como MAMO, por “Marsella” y “Modulor”, la unidad que inventó el arquitecto suizo para concebir sus obras de talla humana.
 “Yo no soy nada místico –explica Morabito– , pero la manera en la que escojo a los artistas para el MAMO sí es un poco mística.
 Hasta que me obsesiono con alguien no hago una exposición. Tiene que ser algo que tome mi mente y con lo que no pueda vivir. Daniel Buren no lo quería hacer y yo me puse a dormir delante de su casa hasta que me dijo que sí”.
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La instalación 'mondrianesca' que realizó Daniel Buren en 2014. |
Finalmente, el artista conceptual francés sí instaló en 2014 una serie de paneles multicolor y varios elementos geométricos que respondían a los famosos colores del edificio, que Le Corbusier tomó prestados de Mondrian. 
 El artista Olivier Mosset también ha creado obras específicas para el MAMO, llevando a la azotea de la Cité Radieuse una de sus Harley Davidson. 
Si Dan Graham se encargó de instalar unos pabellones transparentes que alteraban la espectacular vista de Marsella que hay desde la terraza; Felice Varini, se atrevió a pintar el gris del cemento con rojos y amarillos que generaban ilusiones ópticas.

Hace dos años, Jean Pierre Raynaud colocó en la terraza una enorme flecha señalando al interior, donde se exponían algunas de sus obras más famosas. “La flecha dice ‘aquí está pasando’ pero también ‘éste soy yo yo’, es uan forma aceptable de vanidad, no de pretensión”, se explicó señalando que, de no activar esa forma de ego, el edificio es tan potente que se come a la obra.
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'ICI' de Jean Pierre Raynaud, aglutinó las mejores obras del artista en 2017. |
“Todos los artistas que han expuesto en el MAMO hasta ahora eran mayores, veteranos. Alex es el primer joven.
  Lo puede hacer porque tiene una identidad muy fuerte, un universo propio”, dijo Morabito sobre Israel, que se dio a conocer con su serie de vídeos titulados As It Lays, en los que entrevista a personalidades de Los Ángeles haciéndoles preguntas aparentemente absurdas.
 En las sillas del programa de Oprah que Israel consiguió en una subasta y que utiliza para su falso talk show se han sentado personalidades desde Gwyneth Paltrow a Kris Jenner.
Durante el resto del verano, convivirán con el Batmóvil los cientos de vecinos que todavía residen en lo que Le Corbusier definió como “una máquina para vivir”.
 Si quieren, pueden pasar semanas sin salir del edificio.
 Dentro hay una guardería, una pequeña piscina, un café-restaurante, una sala para dibujo, una biblioteca y varias tiendas, muchas de ellas propiedad de fanáticos del diseño y la arquitectura que también viven entre sus anchos pasillos.
 Hay incluso un hotel, llamado, cómo no, Le Corbusier, en el que cualquiera puede alojarse para vivir una inmersión total en el Movimiento Moderno.
 



14 jul 2019

Sin máscaras, sin subterfugios, sin retórica..............Juan José Millás.....

Sin máscaras, sin subterfugios, sin retórica

Izquierdas y derechas....................Rosa Montero..

Creo que la humanidad se puede dividir en dos tipos de personas: las que son empáticas y aquellas que intentan mantener su propio poder y el de su clan.
EN ALGÚN libro escribí que un pensamiento independiente es un lugar solitario y ventoso. 
Esforzarte en pensar por ti misma puede llevarte a más de un error (a mí desde luego me ha llevado), pero ampararte en las ideas de un grupo no sólo no te salva de las equivocaciones, sino que además las pifias compartidas tienden a enquistarse y enconarse, de manera que los errores colectivos a menudo terminan convertidos en dogmas, y sus seguidores, en fanáticos. La unanimidad en el pensamiento es muy confortable, desde luego; pero se da la circunstancia de que cuanto más unánime es, menos reflexión permite.
Todo esto viene a cuento de la cansina cantinela de las izquierdas y las derechas, que ahora, por la crispación que estamos viviendo, se ha convertido en un arma arrojadiza. 
La verdad, yo hace ya mucho tiempo que no sé muy bien qué entiende la gente por derechas e izquierdas, y más en este país, en donde enseguida te colocan en una trinchera.
Por ejemplo, si criticas un comentario político que consideras reaccionario, enseguida sale alguien diciendo:
 “¡Pero los progres bien que apoyáis a Maduro!”.
 Verán, si a mí me preocupa el ascenso en Europa de los neofascistas es porque me parecen machistas, retrógrados, intolerantes, demagógicos, promotores del odio y poco respetuosos con los derechos civiles.
 En cuanto a Maduro, le considero un tipejo machista, retrógrado, intolerante, demagógico, promotor del odio y poco respetuoso con los derechos civiles.
 ¿Que a unos los etiquetan de derechas y al otro de izquierdas? Pues yo creo que se parecen muchísimo, como también fueron sistemas similares los totalitarismos de Hitler y de Stalin.
 Escribo esto y, aunque para mí y para mucha otra gente es una obviedad, sé que también hay personas arrugando el ceño porque, en efecto, algunos siguen dividiendo el mundo entre unas izquierdas y unas derechas petrificadas. 
Unos son siempre malos y otros son siempre buenos, dependiendo del color que se les adjudica, como si se tratara de equipos de fútbol. 
Es el problema, como antes decíamos, del pensamiento grupal: que siempre elige fomentar el grupo antes que el pensamiento.  

La famosa frase “puede que Somoza sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, que algunos atribuyen a Roosevelt y otros a su secretario de Estado Hull, describe esa mentalidad lineal de los forofos (pido perdón a las prostitutas: es una frase sumamente machista).
 ¿Pero por qué vamos a tener que adoptar y exculpar a un miserable?
Yo también creo que la humanidad se puede dividir básicamente en dos tipos de personas: las que son empáticas, se interesan por los demás e intentan construir sociedades progresivamente más tolerantes, menos violentas, más igualitarias en el reparto del poder; y aquellas que sobre todo intentan mantener su propio poder y el de su clan.
 Y creo que esa lucha ha existido desde siempre: ya en las cavernas debía de haber trogloditas cuya estrategia de supervivencia se basaba en la colaboración, en cuidar a los enfermos y repartir la comida, y otros individuos que para sobrevivir escogían la depredación y le aplastaban la cabeza al más débil para arrebatarle su trozo de mamut.
Por cierto: ampararte ciegamente en un grupo es también una manera de elegir el poder, aunque la ideología que dices sostener pretenda salvar a la humanidad.
 Y aquí estoy pensando de nuevo en Maduro, o en Castro, o en Ortega, y en sus ínfulas de bienhechores de los pobres.
 En cambio, la conservadora Merkel, que ha defendido a los refugiados y ha sido la única líder demócrata que ha condenado sin paliativos a Arabia Saudí por el caso Khashoggi, me parece una persona de lo más decente, aunque no comparta todas sus ideas políticas.
 ¿Izquierdas o derechas? Yo prefiero ser librepensadora y aprender de mis admirados Montaigne y Voltaire.
 
Lo que acabo de decir es, por supuesto, una tremenda simplificación. 
En la realidad, todos los partidos aseguran aspirar a una sociedad más justa, aunque empleen vías divergentes. 
Pero en el fondo, muy en el fondo de todo, en el centro del corazón de cada persona, creo que subyace esa nuez esencial de nuestra postura ante la vida: que tu estrategia de supervivencia pase por el respeto al otro o que tu absoluta prioridad sea acrecentar tu propio poder.