Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 jul 2019

Brad Pitt irá dejando poco a poco su trabajo de actor

El intérpete admite que a los 55 años está más cómodo en otras tareas cinematográficas como la producción.

Brad Pitt, en Cannes, el pasado mayo.
Brad Pitt, en Cannes, el pasado mayo.

 

Saltó a la fama en 1991 después de interpretar a un sexy vaquero en Thelma & Louise, tiene decenas de créditos cinematográficos a sus espaldas, ha revolucionado el último Festival de Cannes y protagoniza una de las películas más esperadas de los últimos años, pero Brad Pitt considera que puede ser la hora de retirarse. 
No del todo, pero sí cree que es el momento para dejar paso a la nueva generación en el ámbito de la actuación.
Así lo revela en una entrevista con la revista GQ Australia, en la que protagoniza su portada de julio/agosto.
 “Cada vez hago menos [papeles]. Realmente creo que es el turno de los jóvenes.
 No porque no haya papeles importantes para hombres mayores pero, simplemente, creo que el juego es así; avanza de manera natural”, asegura el actor, de 55 años.
Un pensamiento que llega en un momento en el que el intérprete ha decidido centrarse en otras tareas del sector, como en la producción y creación de películas y series de televisión a través de su creciente productora Plan B Entertainment.
 Con esta compañía, que fundó junto a su exesposa, la también actriz Jennifer Aniston, Pitt ha participado en exitosos filmes como Troya o Guerra mundial Z. “Ahora estoy más detrás de las cámaras, en el lado del productor, y eso me gusta mucho”, admite, y añade: “Tengo curiosidad por ver el desarrollo y el futuro de la película, cómo va cogiendo forma.
 Cada vez se están viendo a más escritores, directores y actores que tienen una oportunidad en este campo”.
“Me gusta pensar que hay espacio para ambos”, reflexiona en la entrevista sin querer aclarar si Érase una vez en... Hollywood, la última película que protagoniza junto a Leonardo DiCaprio bajo la dirección de Quentin Tarantino y que se estrena el 15 de agosto, será, de verdad, la última.
En el ámbito personal, el actor no está pasando por una buena racha, aunque su interminable divorcio de Angelina Jolie, de quien se separó en 2016, parece que poco a poco va llegando a su fin.
 El mayor problema entre ambos intérpretes ha recaído en la custodia de sus seis hijos — Maddox, de 15 años; Zahara, de 11; Shiloh, de 11; Pax, de 12; y los gemelos Vivienne y Knox de 10—, pues Jolie ha puesto más de un impedimento en que Pitt los viera.
Aunque en abril de 2018 llegaron a un primer acuerdo sobre su divorcio, la cuestión se complicó el pasado julio, cuando un juez obligó a la actriz a que sus hijos mantuvieran una buena relación con su padre. Jolie se había quejado de que él no pagaba la pensión, y exigía "el 50% de los gastos de los niños" y una compensación retroactiva. 
Finalmente, la pareja logró llegar a un inicio de acuerdo de custodia el pasado diciembre.
 Solucionado el tema de los niños, que pasan temporadas tanto con su padre como con su madre, a quien acompañan a los rodajes, a la expareja aún les queda poner orden a sus finanzas, pues tienen que repartirse 450 millones de euros.
Brad Pitt y Angelina Jolie con sus hijos Pax, Maddox, Vivienne, Zahara, Knox y Shiloh, en 2015. rn
Brad Pitt y Angelina Jolie con sus hijos Pax, Maddox, Vivienne, Zahara, Knox y Shiloh, en 2015.
Hace unos años el actor reconoció que fue el alcohol lo que acabó con su relación de una década con Jolie, quien en su demanda de divorció aseguró “diferencias irreconciliables”. 
Tras su ruptura, muchos han sido los que han intentado juntar de nuevo a Brad Pitt con Jennifer Aniston, con especial ahínco después de que este fuera uno de los invitados a la fiesta del 50 cumpleaños de la actriz.
 Pero ambos lo niegan y aseguran que han retomado la amistad.


Haakon y Mette-Marit de Noruega, de vacaciones en Formentera con sus hijos

Tras disfrutar de Conil el año pasado, los príncipes herederos al trono noruego vuelven a elegir España para sus vacaciones de verano.

Haakon y Mette Marit de Noruega
Los príncipes Haakon y Mette Marit de Noruega, en Formentera. GTRESONLINE
Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega han vuelto a elegir España como destino para descansar este verano.
 Los herederos al trono noruego han sido fotografiados disfrutando de una jornada en el mar con sus hijos adolescentes, Sverre Magnus e Ingrid Alexandra, en las tranquilas aguas de Formentera.
 La familia al completo ha salido a navegar y se ha desplazado por este pequeño enclave del Mediterráneo en un típico mehari de los que se pueden alquilar para recorrer las playas y calas de la isla.
En las fotografías se puede ver al príncipe heredero junto a su esposa en una lancha neumática tomando el sol mientras sus hijos bucean a su alrededor.
 Durante la jornada, la pareja ha realizado varias fotografías con su teléfono móvil para inmortalizar el momento mientras Mette-Marit se daba un chapuzón y llegaba hasta la orilla de una playa cercana para dar un paseo y contemplar el espectacular paisaje.
 Después, los cuatro se han desplazado a tierra para dar un paseo con el mehari conducido por el príncipe, que se ha encontrado con una multa de aparcamiento.
Los miembros de la familia real noruega llegaron a Formentera el pasado lunes en un avión privado que aterrizó en el aeropuerto de Ibiza y se encuentran alojados en una villa de alquiler. 
Durante estos días, son discretamente acompañados por los miembros del equipo de seguridad de la Casa Real, que vigila cada uno de sus movimientos sin llamar la atención, y han sido vistos comiendo en uno de los restaurantes con más renombre de la isla, Es Molí de Sal, frecuentado por estrellas del fútbol como Cristiano Ronaldo y Leo Messi.
Los príncipes herederos de Noruega y sus hijos, en Formentera. 
Los príncipes herederos de Noruega y sus hijos, en Formentera. GTRESONLINE
No es la primera vez que los miembros de la familia real noruega pasan parte de sus vacaciones en España.
 El año pasado Mette-Marit aprovechó parte del mes de julio para disfrutar de unos días de descanso junto a su madre y sus hermanos en Conil de la Frontera, en Cádiz.
 En esa ocasión la familia optó por alojarse en una urbanización de lujo que cuenta con una salida directa a la playa y alquileres que llegan a los 1.225 euros. 
Además, Haakon y Mette-Marit han sido también habituales del verano en Mallorca, un destino al que se aficionó el rey Harald de Noruega que comparte su predilección por la isla con los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Formentera ya ha comenzado a acoger a personajes conocidos en los últimos días. 
Uno de los primeros en disfrutar del verano en la isla fue el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, acompañado por su esposa Elvira Fernández, que estuvo descansando en la isla durante unos días en junio. 
Allí coincidieron con la bloguera María Pombo, que celebró con un grupo de amigas su despedida de soltera y protagonizó un vídeo de Instagram junto al expresidente, con el que se hizo varias fotos. Días después fueron fotografiadas en la isla las periodistas Mila Ximénez y María Patiño.

Formentera es también un destino habitual de los futbolistas, como Leo Messi o Cristiano Ronaldo, que este año no ha pasado por la isla balear, al menos por el momento. Quienes sí lo han hecho son su excompañero de filas en el Real Madrid Marcelo, el jugador del Bayern de Munich Franck Ribery, el del Manchester United Michael Carrick o el del París Sant Germain Julian Draxler.
El dj Diplo también ha pasado algunos días en la isla balear, que ya ha calentado motores y tiene todo a punto para convertirse en uno de los refugios escogidos por los famosos este verano.


 

Los Beckham, 20 años de negocios y matrimonio

David y Victoria se han convertido en una de las parejas más poderosas y ricas del deporte, la moda y el espectáculo. Este 4 de julio cumplen dos décadas casados.

David y Victoria Beckham en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio, el 15 de junio de 2019 en Sevilla.
David y Victoria Beckham en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio, el 15 de junio de 2019 en Sevilla. Getty Images

“El de Victoria estaba bien.

 Yo parecía uno de los tipos de Dos tontos muy tontos”, recordaba él hace un par de años en la BBC sobre aquellos legendarios atuendos. 

“Incluso tenía un sombrero de copa. Increíble. ¿En qué estaba pensando?”, reía.

 Pero entonces su estilo, su pose y la unión de sus vidas y talentos lanzaron sus carreras más allá de lo deportivo y lo musical. 

Les convirtieron, básicamente, en lo que ellos mismos quisieron ser: la imagen del éxito.

 Lo que, dos décadas después, tratan de replicar Beyoncé y Jay Z, Kim Kardashian y Kanye West o Blake Lively y Ryan Reynolds: una auténtica power couple, una pareja de poder.

Los Beckham son hoy una empresa que factura millones de dólares. De hecho, tres empresas: una a nombre de cada uno y otra en común. 
Las cifras que se manejan de sus ganancias son inciertas. Para el diario The Times, están entre las 50 personas que más impuestos pagan de todo el Reino Unido, y acumulan 355 millones de libras, casi 400 millones de euros. 
Para el diario The Mirror, habrían logrado alcanzar ya los 750 millones de euros.
 Otros, como la publicación especializada Forbes, apuntan a que solo David habría acumulado 800 millones a lo largo de su carrera deportiva.
Si él es mucho más que un futbolista —a través de sus acuerdos con H&M, Adidas, Samsung, L’Oréal...—, lo que quedó claro pronto y rápido es que ella era mucho más que una cantante. 
De hecho, las Spice Girls están tan atrás en su vida que ni siquiera se ha unido a ellas en su nueva gira.
 Victoria está del todo centrada en su exitosa y por fin saneada empresa de moda, valorada en 100 millones de euros.
 Cuando arrancó su andadura hace 11 años y tras su imagen de fashion victim encaramada a tacones imposibles, con looks a juego con su marido y con cambios de imagen constantes, eran pocos quienes confiaban en su faceta de diseñadora.
 Lo que parecía un capricho más se ha convertido en una de las firmas británicas más sólidas del Reino Unido, con desfiles habituales en la pasarela de Londres, cerca de 200 empleados, tienda online en 50 países y dos boutiques, en Hong Kong y en la capital británica.
 Una línea que tiene una rama deportiva en colaboración con Reebok y que tendrá otra de belleza a finales de 2019.
 Los Beckham comparten vida, cuatro hijos y casas en el exclusivo barrio de Holland Park (Londres), valorada en 36 millones; en los Cotswolds, en la campiña británica, con un valor de unos 6,7 millones; y hasta hace un año en Los Ángeles (California), que vendieron por 30 millones de euros. 
Ambos tienen una orden del Imperio Británico, que él logró en 2003 y ella en 2018.
 Siguen uniéndoles intereses y aficiones: hace pocos días se les vio juntos en el festival de Glastonbury, bailando, sacándose estilosos selfis y haciéndose arrumacos hasta el amanecer. 
Han contado en más de una ocasión que son mucho más fuertes juntos que por separados, pero que no es por eso por lo que siguen unidos: es, simplemente, porque se siguen queriendo.
 Dos décadas después, por un simple flechazo y ya, afortunadamente, sin vestirse a juego.

 

 

Nos escuchan................................... Luz Sánchez-Mellado..

Lo sospechaba, pero esa fue la prueba definitiva. Mi móvil me escucha y luego va y se lo casca a quien pueda interesarle para venderme cosas.

Una mujer utiliza un teléfono movil.
Una mujer utiliza un teléfono movil.
Ayer estuve en el ginecólogo. 
Bueno, era ginecóloga, pero lo he escrito como lo pienso: así, en masculino, por esa inercia de siglos por la que seguimos diciendo que vamos al médico, o al notario, o al abogado aunque las mujeres sean mayoría en esos gremios.
 Al grano, que me disperso: fui a la ginecóloga, e iba, como siempre, en guardia.
 No solo porque allí ejerce un vecino obstetra que me atendió en un parto y del que huyo despavorida desde ese embarazosísimo episodio, sino porque, por mucho que una la adopte en la vida, no se acostumbra nunca a la postura del potro ginecológico.
 El caso es que hubo suerte y no me tocó el tocólogo, sino una colega más o menos de mi quinta con la que estuve departiendo de lo mío.
 Nada serio, gracias. 
Asuntos propios de personas de mi edad y mi sexo. 
Pues bien, al salir de la consulta, el móvil empezó a brasearme con anuncios de píldoras de soja, lubricantes vaginales, anticonceptivos de último minuto y, lo juro, páginas de citas para mayores de 50 años muy exigentes.
 Lo sospechaba, pero esa fue la prueba definitiva.
 Mi móvil me escucha y luego va y se lo casca a quien pueda interesarle para venderme cosas.
 Me sentí tan invadida que lo pregoné en Twitter y fueron los tuiteros quienes me pusieron en mi sitio
. Que no soy la única. Que a buenas horas, mi santa ira. Que eso lo saben hasta los párvulos.
 Que desactive el micro, la ubicación y el historial de búsquedas si quiero evitarlo.
 Lo intenté, palabra, pero no desactivé todo, porque si lo haces se te queda el móvil en nada.
 Sí, soy adicta, de acuerdo, pero por culpa de los camellos. Primero te dan la droga y luego te la cobran a precio de uranio.
 Intimidad por aplicaciones, el chantaje perfecto.
 Yo preocupada por si tenía que contarle mi vida de cintura para abajo a un vecino que me ha visto el útero y resulta que llevo al espía en la mano y todo Google sabe de qué ovario cojeo. ¿Merezco lo que me pase?