La hija de
la infanta Elena tendrá que registrar y esterilizar al animal que le
regalaron sus amigos por su puesta de largo debido a que es considerado
una especie invasora.
La puesta de largo de Victoria Marichalar está dando que hablar. Después de conocer algunos de los detalles de la fiesta que la hija de la infanta Elena
organizó el pasado jueves en la exclusiva finca El Chaparral, situada
en El Plantío (Madrid). Desde los casi 300 invitados que acudieron entre
amigos y familiares o que Juan Magán fue el encargado de amenizar el
evento. Pero ahora ha sido uno de los regalos que la ahijada del rey
Felipe VI ha recibido lo que más ha acaparado la atención. Se trata de un cerdo vietnamita, un animal exótico que está muy de moda
con el que desde el pasado marzo sus dueños deben cumplir una normativa
específica para conservarlo como mascota. El pasado 29 de marzo el
Consejo de Ministros aprobó un real decreto para incluir a este ejemplar dentro del catálogo de especies exóticas invasoras debido a su potencial efecto invasor y los daños que provoca a la flora y fauna autóctona. La
inclusión del cerdo vietnamita en esta nueva categoría supone que
"queda prohibida con carácter general la posesión, transporte, tráfico y
comercio de ejemplares vivos". Además, "se establecen una serie de
controles para su tenencia", según informó entonces el Ministerio para
la Transición Ecológica. Esto significa que Victoria Marichalar, o Vic, como se la conoce en familia
tendrá que comunicar a la Comunidad de Madrid la tenencia del animal
antes de enero de 2020 y, además, tendrá que esterilizarlo para evitar
su reproducción. Asimismo, deberá marcar al cerdo, declarar oficialmente
que no lo liberará en el medio natural y, en caso de que se le escape
de manera accidental, comunicarlo a las autoridades. Sin embargo, no ha sido la específica normativa que hay que cumplir por
tener a este tipo de mascotas lo único que ha generado polémica, sino
también las imágenes que circulan por las redes sociales de la hija de
la infanta Elena con su nueva adquisición. En estas, Victoria Marichalar
posa sonriente junto a sus amigos y entre sus brazos lleva al cerdo
vietnamita envuelto en una bandera de España. Algo que ha generado mucha
polémica y que ha recordado a la generada hace unos meses cuando el cómico Dani Mateo, en una de las secciones del programa de humor El Intermedio (La Sexta) protagonizó un sketch en el que sonaba los mocos y utilizaba la bandera de España como pañuelo. Algo que molestó mucho a algunos y por lo que llegó a ir a juicio
después de ser denunciado por la organización Alternativa Sindical de
Policía. Finalmente, el pasado enero el juez archivó la causa.
Victoria Marichalar no es el primer personaje público que tiene un cerdo
vietnamita como mascota.
Desde hace ya varios años, este animal se ha
puesto muy de moda también entre las celebrities como Elsa Pataky, Miley Cyrus, Ariana Grande
e, incluso, la propia Eugenia Martínez de Irujo, quien lamentó la
muerte de su animal el año pasado. También George Clooney convivió
durante años con un cerdo.
La primera
dama concede una entrevista en la que afirma que "vive feliz" en El
Elíseo pero que a su marido le han salido arrugas durante los años que
lleva como presidente.
Brigitte Macron
llegó hace poco más de dos años al Palacio del Elíseo de la mano de su
esposo, Emmanuel Macron convertido en presidente de la República
francesa. Desde entonces, su edad, sus estilismos y sus palabras se han
diseccionado, criticado o alabado, pero nunca han pasado inadvertidas. El pasado 20 de junio fue la invitada en el programa de Marc-Olivier
Fogiel en la cadena RTL y concedió una entrevista en la que habló con sinceridad de cómo es su vida junto al presidente de Francia desde que fue elegido para el cargo.
Brigitte Macron sabe que la diferencia de edad entre ella y su esposo
–ella tiene 66 y Macron 41 años– es una de las características de la
pareja que más llama la atención y no dejó pasar la ocasión para afirmar
que "odia" la palabra cougar que, traducida literalmente,
significa puma pero que habitualmente se utiliza para referirse a
mujeres maduras que seducen a hombres más jóvenes que ellas. Tras
expresar vehementemente su animadversión por el término, Brigitte Macron
explicó que las relaciones de pareja no son fáciles "cuando no tienes
la misma edad, y es aún más complicado cuando tienes una gran diferencia
de edad. A mí siempre me han atraído los hombres de mi edad, salvo
Emmanuel Macron que ha sido la excepción". Los Macron se conocieron cuando ella tenía 39 años, estaba casada con el
padre de sus tres hijos, y él tenía 15 años e iba a la misma clase de
su hija Laurence, a quienes Brigitte daba clases de teatro.
Tiempo después la profesora se separó de su marido y tomó la arriesgada
decisión de compartir su vida con quien había sido su alumno. "Naturalmente que hice daño a mis hijos, como lo hacen todos los padres
que se divorcian... Pero en un momento dado comprendí que Emmanuel era
el hombre de mi vida. Y creo que ellos también lo han entendido", dijo
Brigitte durante la entrevista. "Si mis hijos no me hubieran permitido
vivir con Emmanuel no podría haberlo hecho. Estoy muy centrada en
ellos", afirmó la primera dama de Francia en referencia al apoyo que
recibió de Sébastien, Laurence y Tiphanie cuando todo el mundo le criticó que dejara su primer marido por el amor de un hombre mucho más joven que ella. A pesar de sus declaraciones entiende que su modelo de pareja choque a
la gente. "Nuestra pareja no es un modelo (...) Obviamente no es la
pareja ideal". Pero funciona y eso ella lo tiene claro. Tanto que cuando
otras primeras damas se quejaban de vivir aisladas en El Elíseo, ella
afirma estar "feliz", y asegura que sale con normalidad para comprar,
ver a sus hijos y a sus nietos o cenar en un restaurante con su marido. También se refirió a cómo afronta su papel de primera dama: "Soy una
presencia que no se ve. Estoy presente en todas partes, pero no soy
visible en ninguna. Cuando Emmanuelle me necesita, sabe donde estoy",
dijo en referencia a que no tiene ningún papel político concreto
pero que está siempre disponible para cuando él requiere su ayuda o su
presencia. La primera dama francesa expresó su admiración hacia su
marido como presidente: "Trabaja todo el tiempo, se hace preguntas,
responde a las preguntas y encuentra soluciones. Sería infeliz si le
viera rendirse, pero no le he visto nunca en esa situación". También
admitió que en estos dos años de mandato ha podido cometer errores: "Todo el mundo lo hace, es profundamente humano, es solo un hombre. No
se tienen respuestas inmediatas para todo, pero creo que el tiempo le
rendirá homenaje". Este fue uno de los pactos que hicieron ambos al llegar al palacio
presidencial, intentar desayunar y cenar juntos siempre que pueden,
aunque sea tarde. Y alguna vez se escapan a un restaurante y pasean por
París ante el asombro de los viandantes que incluso exclaman que no
pueden ser ellos. Brigitte Macron comparó la labor de su marido
con la del "dios Atlas, que sujeta la bóveda celeste", en referencia a
la titánica labor que, a su juicio, ejerce su esposo y lo mucho que
trabaja por su país. Pero no cree que su marido haya cambiado desde su
llegada al poder, como mucho afirma que "físicamente le han salido
algunas arrugas, pero le sientan bien". Incluso bromeó con que lo mismo
le ha pasado a ella, y añadió que Macron es "más viejo y más razonable"
que ella misma que es más impetuosa y risueña. También se refirió a cómo afronta su papel de primera dama: "Soy una
presencia que no se ve. Estoy presente en todas partes, pero no soy
visible en ninguna. Cuando Emmanuelle me necesita, sabe donde estoy",
dijo en referencia a que no tiene ningún papel político concreto
pero que está siempre disponible para cuando él requiere su ayuda o su
presencia.
La comentada foto de Edurne por el calzado que De Gea llevó a una boda.
"Está claro que la clase no se paga con dinero", dicen algunos.
La cantante Edurne y David de Gea, portero de la selección y del Manchester United, forman una de las parejas más mediáticas actualmente. Por eso, cada foto que ambos suben a sus redes sociales es examinada con lupa. Mientras que muchos usuarios han criticado al guardameta por ir con
deportivas a una boda, son numerosos los que le defienden asegurando que
no hay nada malo en ello.
Estas son algunas de las reacciones que ha generado la imagen:
“Ella
vestida de princesa y el en zapatillas deportivas.... El día que te des
cuenta de que no te llega este chaval ni al suela de los Jimmy choo,
verás”.
“Gente estancada en el pasado que sigue pensando en
zapatos como única opción para traje de hombre. Hace mucho q las
zapatillas son una opción. A ver si evolucionamos mas y criticamos
menos.
“En zapatillas. Está claro que la clase no se paga con dinero. Hay que ser ridículo”.
“Muy guapa tu, pero tu novio en tenis?? No pega, error”.
“En zapatillas? 🤦♂️ Con lo guapa que vas y el se viste así...”
“Menudo hortera el De Gea”.
Como
ejemplo, la última imagen que Edurne ha publicado en Instagram. En ella
aparecen ambos perfectamente vestidos en la boda que unos amigos
celebraron este fin de semana.
Manuel Carrasco: “Fueron muchos años de tragármelo todo. No era feliz. Fue cuando decidí ir a terapia”.
El
cantante andaluz ha protagonizado una larga travesía hacia la felicidad.
Dentro de una semana llena el Wanda Metropolitano con 50.000 personas.
Se llama Dulce y a ella le debe mucho Manuel Carrasco. Dulce está ya jubilada, pero durante cuatro años se empleó a fondo
profesionalmente para tratar de que el cantante andaluz localizara a sus
demonios interiores y, una vez encontrados, los domara para poder
convivir con ellos. Porque estos miedos nunca desaparecen. Dulce fue la
terapeuta psicóloga de Carrasco. Sin ella probablemente el artista no
hubiese llegado a lo que pasará dentro de una semana (el 29 de junio):
llenará el Estadio Wanda Metropolitano con 50.000 personas. Hace aproximadamente un año, Manuel Carrasco (Isla Cristina,
Huelva, 1981), ya convertido en estrella de la música española, fue a
visitar a Dulce. “Quería decirle lo bien que me iba, agradecerle. Ella
está muy alejada de todo. Sabía que seguía en la música, pero poco más.
Así que se lo conté”, señala el músico onubense. El cantante se refiere a dos circunstancias con las que ha tenido que
fajarse para poder mantener la estabilidad. La primera cuando vivió en
primera persona el lado más perverso de la fama, cuando salió de Operación Triunfo y se vio rodeado de tiburones que sabían
lo que él debía hacer. La segunda es una más personal: su pavor a la
fama, tanto que le atenaza, muchas veces alentado por una timidez
extrema.
El cantante afirma que no quiso involucrar a su familia, que prefirió
pasarlo solo, viviendo en Barcelona (exigencia de la discográfica). Lo
que está contando Carrasco no ha cambiado mucho en la actualidad. Se
hace de forma más sutil, menos brava, pero la manipulación es la
herramienta que se impone a estos artistas neófitos que en algunos casos
no han realizado ni un concierto y se encuentran con una fama colosal. Con el segundo disco, el artista decidió coger las riendas. Se fue a su
casa y compuso hasta el agotamiento. “Hice un montón de canciones: no
eran las mejores, pero eran las mías”, dice. Y ahí despegó todo.
Para conocer la personalidad de Carrasco hay que mirar a Punta de Caimán, el barrio de Isla Cristina (Huelva)
donde creció. Olor a mar, familias humildes numerosas (la suya, de
cinco hermanos), alto nivel de abandono escolar (Manuel es el único de
sus hermanos que llegó a 8º de EGB), vida callejera, profusión de
buscavidas, padres pescadores, madres amas de casa… Un día lluvioso de
invierno, un delgadito crío de ocho años corría por las calles del
barrio. Un coche avanza sin precaución y, ¡zas!, le embiste. El chaval
era Manuel Carrasco. Se le descolocan tres vértebras. Pasa un mes en el
hospital. Cuando sale, lo hace con un aparatoso corsé que le cubre desde
el cuello hasta la cintura. Lo tendrá que llevar tres años. Sufre el
pitorreo de otros niños. Al recordarlo el cantante no dramatiza: “Había
otro chico que llevaba una pierna con un aparato. Éramos los dos robocops.
Ya sabes, los niños… Pero no tengo la sensación de haber sido
excluido”. Hubo juicio y la familia Carrasco acabó con un millón de
pesetas. “Para nosotros eso era una locura”, exclama el cantante. Habla de 2002, cuando participó en la segunda edición de Operación Triunfo
y quedó segundo. Nada más terminar la final empezaron a pasar cosas:
“Llega un momento en el no controlas tu vida. Hay gente que la controla.
Te dicen lo que tienes que hacer: por aquí no vayas, por aquí sí. Cuando yo preguntaba algo ya estaba hecho. ‘¿Pero qué está hecho? ¿El
disco? Es que no estoy de acuerdo con ese disco’. Muchas veces me dije: ‘Mira, esto no me merece la pena, me marcho para casa’. Tuve ataques de
ansiedad… Lo pasé mal, muy mal”.
Dejó de fumar y de beber y casi inmediatamente su voz subió dos
tonos. “Me dije: ‘Tengo una oportunidad en esta vida, que por mí no
quede’. Iba a los botellones y en lugar de irme a las ocho de la mañana,
como siempre hacía, me aburría y me iba a las dos. Todos mis amigos
estaban con el puntito y yo me aburría. Bebía agua o refrescos. Es que sentía que me iba a cambiar la vida con la participación en OT.
Sentía miedo, sentía vértigo por todo lo que me iba a pasar. Pero era
una oportunidad que no iba a dejar pasar. Y mi vida no volvió a ser la
misma”.
Lo primero que hizo cuando empezó a ganar dinero de verdad con la
música fue pagar la hipoteca de la casa a sus padres. A continuación,
les compró una casa nueva. “Todo eso antes de tener yo casa. Sentía esa
necesidad. Me sentía en deuda con ellos. Tengo una sensación de que
estas cosas no suelen pasar en los sitios donde yo me he criado. Las
grandes capitales se ven muy lejos desde donde yo soy”, explica, con los
ojos acuosos de la emoción. Y cuando todo parecía que iba de maravilla… Los demonios. “Estoy en
una profesión que voy contra natura. No soy el tipo que quiera ponerse
ahí en medio, no. Pero lo tengo que hacer. De alguna manera quería ser
artista, pero no me hacía feliz. No disfrutaba haciendo discos ni en el
escenario”. Es cuando entra en escena la psicóloga, Dulce, que estará
con él cuatro años: de 2012 a 2016. “Y cambió mi vida. Me ayudó
muchísimo. Además, leí bastante sobre el autoconocimiento, libros de
autoayuda. Me empecé a conocer, a ubicar las cosas. Al miedo hay que
enfrentarse y mirarlo a los ojos. En esta profesión no te puedes fiar.
Es una profesión donde te regalan el oído, vives en un lugar falso de
brillo, luces. No es un mundo real. Te rodeas de mucha gente que siempre
quiere algo”, explica. Cuando habla de exposición no exagera. Manuel Carrasco está
protagonizando la gira más multitudinaria del momento: 10.000 personas
en Bilbao, 50.000 en Sevilla, 50.000 en el Metropolitano de Madrid. En
ellos presenta su último disco, La cruz del mapa,
y da un repaso a una carrera de 15 años y ocho álbumes. “Después de lo
que te he contado me parece que mi historia es muy a tener en cuenta. No
lo he tenido nada fácil”, Solo espera que la noche antes de los conciertos su hija Chloe no
haga lo mismo que ha hecho el día antes de la entrevista: “A las tres de
la mañana le ha dado por cantar la canción de Dumbo”, dice con una sonrisa.