La actriz,
ganadora del Oscar, de tres 'goyas' y del César de Honor, asistirá al
certamen, que se celebrará del 20 al 28 de septiembre.
La actriz madrileña Penélope Cruz (1974) recibirá el Premio Donostia, galardón honorífico del festival de San Sebastián,
en la próxima edición del certamen de cine, que se celebrará del 20 al
28 de septiembre. Cruz, que en su inmenso currículo alberga el Oscar,
otras dos candidaturas a la estatuilla de Hollywood, el César de Honor,
tres goyas, un Bafta y el premio a mejor interpretación femenina de Cannes —compartido con sus compañeras de reparto en Volver—, se convierte en la segunda española en recibir el Donostia, tras Carmen Maura, desde que empezó a entregarse en 1986.
Esta mañana, José Luis Rebordinos,director del Zinemaldia,ha
anunciado el galardón y desvelado el cartel de la 67ª edición del
festival, protagonizado por la actriz gracias a un retrato realizado por
el fotógrafo Nico Bustos. "Recibo la noticia de este Premio
Donostia llena de emoción y agradecimiento al Festival de San Sebastián
por concederme este inmenso honor", ha comentado Penélope Cruz sobre el
reconocimiento. "San Sebastián no solo es un Festival internacionalmente
respetado, sino que es el más importante de nuestro país y un lugar al
que tengo un cariño muy especial, ya que he tenido el placer de
visitarlo desde muy joven y vivir momentos muy emocionantes allí. Muchísimas gracias, de corazón". Por su parte, Rebordinos ha expresado que están "encantados de que
Penélope Cruz, una maravillosa actriz a la que admiramos y cuyos pasos,
además, hemos seguido desde el principio de su carrera, haya aceptado
ser la imagen del Festival de San Sebastián y recibir el Premio
Donostia". La madrileña ha competido en San Sebastián en tres ocasiones
en la Sección Oficial del Festival con Todo es mentira (1994), Volavérunt (1999) y Venuto al mondo (2012). Penélope Cruz visitó por última vez San Sebastián para presentar Loving Pablo (2017) junto a Javier Bardem, en la clausura de la sección Perlak, en una multitudinaria proyección en el Velódromo. Se trata de la quinta intérprete española que ha recibido el
premio honorífico más importante del Festival, tras Fernando Fernán
Gómez (1999), Paco Rabal (2001), Antonio Banderas (2008) y Carmen Maura
(2013).
La actriz se encuentra en estos momentos en mitad de la producción de Red Avispa, dirigida por Olivier Assayas, con Edgar Ramírez y Gael García Bernal,
basada en la historia real de cinco espías cubanos que se infiltraron
en los noventa en EE UU.
El próximo viernes, 17 de mayo, estará en
Cannes en la proyección en la sección Oficial de Dolor y gloria, la nueva película de Pedro Almodóvar, en la que encarna a la madre del protagonista, alter ego del cineasta.
Científicas,
artistas o escritoras se revelaron contra las barreras de género y se
erigieron figuras imprescindibles de la historia.
Frida Kahlo, Lillian Hellman, Billie Holiday, María Moliner, Ana de
Pombo, Maya Deren… Todas ellas son mujeres que se revelaron contra las
barreras de género que se les imponían en sus diferentes épocas. Fuertes
y valientes se han erigido figuras imprescindibles en las artes, las
ciencias, o las letras, aunque no siempre se les otorga el puesto que
merecen. La colección Mujeres en la historia,
que publica EL PAÍS, ha reunido sus biografías en una colección que
cada domingo llega a los quioscos y también está disponible en la página web de Colecciones del diario. Algunas de las protagonistas son desconocidas, como Harriet Tubman,
analfabeta y negra, salvó a decenas de esclavos estadounidenses; otras,
ya muy populares, como Marie Curie o Cleopatra, todavía tienen mucho por
contar. ¿Cuánto sabes de algunas de estas pioneras? Compruébalo con
este test.
Ali MacGraw vuelve a ser imagen de Chanel 40 años después de
que un anuncio de la fragancia Nº 5 le abriera las puertas de Hollywood.
La actriz Ali MacGraw es mundialmente conocida por su interpretación en la película Love Story pero, ¿sabías que nunca habría encarnado el papel de Jenny Cavalleri de no haber sido una de las musas más históricas de Chanel?
Por tanto, no es de extrañar que haya estado presente en el desfile de la firma francesa en el que se ha presentado la primera colección sin Karl Lagerfeld.
MacGraw ahora es además imagen de lanueva edición de su reloj J12, junto a las modelos Claudia Schiffer y Naomi Campbell, la actriz Vanessa Paradis y su hija Lily-Rose Depp. A los 80 años, la actriz repite lo que ya hizo con gran éxito en los años 70 al ser el rostro del perfume Chanel Nº 5. Algo que, de forma totalmente inesperada, le valió su entrada a Hollywood.
A finales de los años 60, Ali era una estilista de moda novata. Había realizado alguna editorial para la revista Harper's Bazaar
y trabajaba junto al fotógrafo Melvin Sokolosky cuando se pusieron en
contacto con ella desde Chanel.
La invitaban a posar como modelo en una
sesión de fotos en Puerto Rico.
Aquella sesión se convertiría en una campaña de los productos de baño Chanel Nº 5 que empapelaría Nueva York, donde un agente la vio, la contactó y el resto es historia.
La actriz,
marcada por su tormentoso matrimonio con Steve McQueen, vuelve a ser
imagen de una campaña de Chanel, la marca que la lanzó a finales de los
años sesenta.
A lo largo de la historia existen personas a las que un hecho les
marca para siempre. En el caso de Ali MacGraw su vida cambió cuando
Chanel decidió que su rostro protagonizara la campaña de sus cosméticos
en 1966. Aquello desencadenó una sucesión de circunstancias que hicieron
que la joven que nació en Nueva York en el seno de una familia de
artistas bohemios se convirtiera solo cuatro años después en la protagonista de Love Story, la película en la que tuvo como compañero de reparto a Ryan O'Neal y cuyo éxito la ha perseguido hasta nuestros días.
MacGraw cumplió el pasado 1 de abril 80 años y, en una de esas
carambolas a los que nos tiene acostumbrados el devenir de los años, ha
vuelto a ser noticia por convertirse de nuevo en el rostro de Chanel,
esta vez para una campaña de relojes. Atractiva y serena en la madurez
de su avanzada edad, la actriz ha vuelto a despertar la curiosidad de
aquellos que se reencuentran con quien se convirtió en icono del amor
con mayúscula. Y también ha descubierto a los más jóvenes que
reivindicar una imagen menos sofisticada y más natural no es un invento
de esta época porque ella ya convirtió en bandera, hace varias décadas,
esa forma de presentarse. “En los últimos años de la década de los
sesenta, los códigos de vestimenta ya estaban rotos para fotos, ya
fueras rico o no, famoso o anónimo. Se apreciaba la individualidad y si
te construías un look y te sentías cómodo con él, a tu propio
rollo, a todo el mundo le parecía estupendo”, afirmó en una entrevista
en 2017. “Tener que regirse por una perfección absoluta es asfixiante, y
en los sesenta por primera vez se rompía esa idea. Para las chicas de
internado y uniforme que siempre habíamos querido ser perfectas la
elección era fácil. Aquello era mucho más divertido”, añadió.
Lo fue entonces pero durante los primeros años de su vida Ali MacGraw se
empeñó en ser perfecta para tratar de controlar el caos que existía en
su vida familiar.
Sus padres la criaron, junto a su hermano Richard, en
una reserva natural en Pound Ridge, próximo a Nueva York, donde vivían
en una casa pequeña con una pareja de ancianos.
No había mucho dinero
pero sí esa fuerza creativa que habituó a sus hijos a ser sensibles al
asombro
. La forma de ser de sus padres la empujó a estudiar Historia del
Arte en el Wellesley College de Cambridge (Massachusetts), pero ver a
su padre golpear violentamente a su hermano también generó ese afán suyo
por salir del caos.
En 1960 fue asistente durante seis meses de la famosa columnista y editora de moda Diana Vreeland en la revista Harper’s Baazar. Después llegó la campaña de Chanel y de ahí su salto al cine. Su primera película conocida fue Goodbye Columbus, en 1969, y después llegó Love Story
que tuvo siete nominaciones a los Oscar y por cuya interpretación Ali
MacGraw recibió el Globo de Oro en la categoría de actriz revelación. El melodramático personaje que encarnó en el filme, un amor sublime
hasta su temprana muerte, no se repitió en su vida real. En 1961 McGraw
se había casado con Robin Hoen, un guapo estudiante de Harvard de quien
se divorció solo un año después. En 1971 volvió a pasar por el altar con
Robert Evans, un ejecutivo del estudio Paramount Pictures a quien había
conocido durante el rodaje de Love Story y que fue el padre de
su único hijo, Josh, que en la actualidad tiene 48 años y también
trabaja en el mundo del cine como guionista y actor. Poco después su
marido producía una nueva película en la que contó de nuevo con ella, La huida, y el nombre pareció profético, porque durante el rodaje se enamoró perdidamente de Steve McQueen y con él llegó a su tercer matrimonio en 1973.
El caos volvió a la vida de Ali MacGraw que durante cinco años se
convirtió en la sumisa esposa de un marido infiel, celoso y sumido en
adicciones que en la vida real le alejaban de la imagen de hombre seguro
y triunfador que tenía para los amantes del cine. “Era tremendamente
inseguro y peligroso”, confesó MacGraw en el documental I am Steve McQueen,
producido por Chad, el hijo pequeño del actor. “Cuando era bueno, era
muy bueno. Pero cuando era malo… se volvía horrible”, explicó entonces
la actriz.
Se separaron en 1978, pero esos años fueron su dicha y su trampa.
Ella dejó casi todo para permanecer en un segundo plano y tratar de ser
la mujer perfecta para aquel hombre que hacía furor entre las féminas de
la época y, aunque tras el divorcio volvió al cine, ninguno de sus
siguientes títulos la situaron en el lugar que había alcanzado a
principios de los setenta.
Aun así nadie ha olvidado a la protagonista de Love Story. En 1986 ingresó en la Clínica Betty Ford en California. Se presentó así: “Me llamo Ali, soy alcohólica y dependiente de los hombres”. En 1991 la revista People la proclamó “una de las bellezas más
destacadas del mundo” en su portada. En 1993 se trasladó a vivir a
Santa Fe (Nuevo México) después de que un incendio arrasara su casa de
Malibú, el único bien que poseía. Debutó en Broadway a los 67 años y
participó en la serie Dinastía. Retirada del cine desde hace
años, sigue relacionada con el mundo del arte a través de la moda, con
una marca artesanal que bautizó Ibu y, ahora, con su retorno como imagen
de Chanel. Fiel a su estilo volvió a enamorar a sus fieles el pasado
viernes en el desfile de la colección crucero de la marca, donde volvió a
demostrar con su estilismo que los excesos los dejó atrás y a la hora
de vestir es fiel seguidora del “menos es más”.