Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

6 may 2019

Para Europa.................................. JULIETTE BINOCHE

El mundo moderno tiene catastróficas consecuencias sobre el planeta y seguimos ignorando esa calamidad.

Un niño, durante la manifestación en Berlín del movimiento Pulse of Europe.
Un niño, durante la manifestación en Berlín del movimiento Pulse of Europe. AFP
Frente a la globalización, frente a la distorsión de los poderes y de la posesión, es urgente regresar a dimensiones más humanas. Nuestra insensibilidad ante los más débiles nos indica que estamos como aislados de nosotros mismos.
 Hemos aprendido a desviarnos de nuestros semejantes como lo hemos hecho de la naturaleza y de sus necesidades. 
Nuestro mundo moderno tiene unas catastróficas consecuencias sobre el planeta y seguimos ignorando esa calamidad como si no nos concerniera.
 Hemos perdido el hilo interior, el hilo que nos une, el de la benevolencia y el respeto. 
Nos hemos dejado embarcar en el placer del tener y del saber desatendiendo toda conciencia espiritual y humana.
 La ciencia ha tomado la delantera, dicta lo que la política debe hacer y cómo debemos vivir.
Estamos controlados por cámaras, ordenadores, teléfonos y todo tipo de chips, como si la confianza hubiera perdido su fe, mientras que las actuaciones más egoístas de los grandes grupos financieros imponen su ley sin que nadie pueda detenerles.
 ¿Cómo dejar ese sistema que nos encierra y que oculta a quienes dominan el mundo?
Es preciso un vuelco completo.
 Es preciso perder los miedos.
 Los que nuestra educación, nuestras televisiones, nuestra prensa o la publicidad a veces nos hacen asumir.
 Vivir un vuelco interior, hacer nacer una rebelión individual, creando una nueva manera de percibir, de entender y de ver. Ese vuelco no puede ser sino espiritual.
 Debemos abandonar hábitos como el de producir “mucho”, tener “mucho” o el de guardar para nosotros.
 Dejar el “mucho” para ir hacia un “poco”, un “pequeño”, un “suficiente”. 
Nuestra escala de visión debe cambiar, volver a una dimensión humana, lo que quizá quiere decir vivir en una ciudad pequeña, cultivar tierras menos grandes, tener bancos independientes, comercios pequeños, escuelas que rehabiliten a sus pueblos, a sus habitantes y familias, recurrir a fuentes de energía sostenibles, crear fábricas a escala humana, retomar los pequeños caminos. Descentralizar al hombre le rehabilita en su propio elemento, le responsabiliza y le devuelve su utilidad.
El hombre del mundo occidental ha adquirido la costumbre de apropiarse del mundo, trata a la tierra y a su cuerpo como a una materia sin alma.
 Los agricultores están atrapados en el juego perverso de una máquina infernal del que los Gobiernos son corresponsables. ¿Adónde han ido a parar los setos que mantenían la biodiversidad de los campos y aseguraban la salud de las tierras?Europa es una bella idea, pero lo absurdo de los intercambios entre los países europeos provoca escalofríos. 
Yo no quiero comer manzanas que han crecido en árboles que están a 4.000 kilómetros de mi casa.
 No quiero comer fresas en invierno. Esperaré a que llegue el momento.
 No quiero comprar ensaladas bio envueltas en embalaje plástico.
 No quiero comer huevos de gallinas que viven apretujadas.
Nuestra escala de visión debe volver a una dimensión humana: vivir en una ciudad pequeña y cultivar tierras menos grandes
Los camiones hacen trayectos de miles de kilómetros por carretera y los aviones surcan los cielos para traer lo que podría crecer aquí. ¿Hasta dónde llegará la locura?
 ¿Hasta cuándo vamos a destrozar nuestro planeta?
 El poder de la ciencia y el cebo de la ganancia han llevado a los más astutos a crear máquinas que sustituyen al hombre produciendo una tasa de desempleo que sitúa a miles de personas en la indignidad y la incertidumbre.

En el fondo, espero que los humanos sean un día capaces de retomar el poder del buen sentido de sus vidas.
 Comprar menos y mejor.
 Comer menos y mejor.
 Trabajar menos, vivir mejor y devolver a su auténtico lugar al tiempo individual, haciendo del arte una necesidad, una expresión de lo verdadero y de lo bello que hay en cada uno de nosotros.
Mi corazón zozobra cuando veo a los migrantes de los países en guerra dormir a la intemperie en nuestras calles, en los puertos, y ser acosados por las fuerzas del orden
. ¿Ya no existe el derecho de asilo? Es preciso tener una visión y una acción política dignas.
 Vivir más humilde y generosamente no puede sino ser la política del mañana.
La catástrofe climática que está perfilándose es tal vez nuestra auténtica oportunidad de llegar a ser una humanidad responsable y bella.
 Pero hay una urgencia. Debemos tomar las riendas de esta crisis para madurar y abandonar esa actitud adolescente que arropa lo mecánico y aplasta lo femenino.
 La naturaleza ha sido machacada y las mujeres han sido excluidas desde hace siglos: lo que parece débil ha de reponerse en su justo lugar.
 La armonía, sin lo femenino y la naturaleza, no existirá. 
Es una oportunidad de poder mostrar y vivir una fuerza nueva, pero debemos dar ese giro. 
Jóvenes estudiantes están ya a nuestras puertas, golpean ya en el corazón de nuestras conciencias, y algunos no se dejarán manejar. Debemos mutar, y serán nuestros hijos los que lo hagan si no salimos de nuestra jaula, que ha dejado de ser dorada. 
Estamos de paso, así que seamos valientes.

Juliette Binoche es actriz.
Traducción de Juan Ramón Azaola.

 

Así se vivió el incendio del avión de Moscú desde dentro

41 muertos tras un aterrizaje de emergencia del Superjet-100 de la compañía Aeroflot.

Un pasajero pudo grabar unos segundos de cómo un Superjet-100 de la compañía rusa Aeroflot tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Moscú mientras se incendiaba.
 41 de las 78 personas que viajaban a bordo perdieron la vida en el accidente.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia informó de que se tardó un total de 18 minutos en extinguir las llamas del aeronave y de que muchos pasajeros entorpecieron las labores de evacuación por tratar de llevar consigo su equipaje.

 

Iker Casillas, tras recibir el alta hospitalaria: “No sé cómo va a ser mi futuro”

"Es algo que puede suceder en cualquier momento de la vida, a cualquier persona. Me tocó a mí (...) Hay que sacar siempre una sonrisa en estos momentos", ha dicho el portero en declaraciones a la prensa.

Iker Casillas, este lunes en Oporto tras recibir el alta hospitalaria.
Iker Casillas, este lunes en Oporto tras recibir el alta hospitalaria. AP

Iker Casillas, que ha estado desde el pasado miércoles hasta este lunes ingresado en un hospital de Oporto tras sufrir un infarto de miocardio, ha recibido este mediodía el alta hospitalaria y ha abandonado el centro médico.
 En una rueda de prensa en la entrada del hospital, el exportero del Real Madrid ha dicho que aún no sabe cuál va a ser su futuro, si va a estar semanas o meses descansando: "No sé cómo va a ser mi futuro.
 Me encuentro mucho mejor, será un reposo de un par de semanas, incluso de meses. Lo importante es estar aquí", ha dicho el excapitán blanco visiblemente emocionado.
 "No sé lo que será el futuro, pero creo que lo más importante era estar aquí y poder hablar tranquilamente y transmitir este momento",ha añadido.
 "Es algo que puede suceder en cualquier momento de la vida, a cualquier persona. 
Me tocó a mí (...) Hay que sacar siempre una sonrisa en estos momentos".
Por la mañana, antes de recibir el alta, Casillas ha publicado en sus redes sociales un mensaje en el que dice que tiene "el corazón contento", acompañado de una canción del mismo título que compuso el argentino Palito Ortega y que popularizó la española Marisol en 1968. 
"Buenos días!! Yo con el CorazónContento y vosotros?? Seguimos mejorando!",
 reza su publicación, junto a dos emoticonos, uno de una cara sonriente y otro de un brazo en un gesto de fuerza.
Casillas, de 37 años, fue ingresado de urgencia el pasado miércoles después de haber sufrido un infarto agudo de miocardio durante el entrenamiento de su equipo en el Centro de Entrenamiento y Formación Deportiva PortoGaia, en el Olival.
 La sesión de trabajo fue interrumpida y el mostoleño fue ingresado en el Hospital CUF Porto, donde fue sometido a un cateterismo.
Ese mismo día, el exguardameta del Madrid mandó un mensaje de tranquilidad desde el centro hospitalario. 
"Todo controlado por aquí. Un susto grande, pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño", escribió entonces en su cuenta de Twitter, donde ha vuelto a pronunciarse este lunes.

 

Muere Pitita Ridruejo a los 88 años

Protagonista de una intensa vida social en las últimas décadas del siglo XX, estaba retirada en su casa palacio de Madrid desde que falleció su marido, el exembajador Mike Stilianopoulos.

Pitita Ridruejo, en una imagen de 1988. En vídeo, así era Pitita Ridruejo.

Esperanza Ridruejo, más conocida como Pitita Ridruejo ha fallecido la mañana de este lunes en su domicilio de Madrid a los 88 años de edad según ha informado su familia, que también ha indicado que será enterrada este martes en Soria, donde nació el 17 de diciembre de 1930. 
La aristócrata, que se convirtió en una de las grandes damas de la sociedad española durante décadas, estudió en el colegio de la Asunción de Madrid y posteriormente cursó Literatura inglesa en Belmont, Gran Bretaña, y en la Universidad de Ginebra. 
Contrajo matrimonio con el diplomático filipino de ascendencia griega Mike Stilianopoulos el 24 de junio de 1957, y los padrinos de su boda fueron los condes de Barcelona, padres de Juan Carlos I. El matrimonio, que permaneció unido hasta la muerte de Stilianopoulos en noviembre de 2016, vivió durante varios años en Filipinas y después regresaron a España en 1959. 
 Pitita y Stilianopoulos tuvieron tres hijos Ana que nació en 1964, Carlos, en 1966 y Claudia en 1973. 

Pitita Ridruejo adoptó la nacionalidad de su marido pero siempre ha estado unida a España.
 En 1973 su marido fue nombrado embajador de Filipinas en España y durante esa etapa llegaron a acompañar a los entonces príncipes, Juan Carlos y Sofía, durante su viaje por Filipinas. Enamorada del arte en todas sus facetas, experimentó con muchas de ellas.
 Comenzó a pintar cuando el trabajo de su marido la llevó a Roma en 1967 y durante esa época consiguió que su producción protagonizara varias exposiciones en la capital italiana.
 También hizo sus pinitos en el mundo de la televisión y protagonizó dos películas para la televisión alemana en 1970.
 Llegó a estar en contacto con el director italiano Federico Fellini, quien en 1971 le hizo una pruebas para poder participar en uno de sus proyectos, aunque un nuevo traslado de su marido la obligó a abandonar la idea.
Durante su etapa en Londres desarrolló una intensa actividad social y entró en contacto con el mundo de la moda, al mismo tiempo que comenzaba a interesarse por las filosofías orientales y se metió de lleno a estudiar parapsicología, historia de las religiones y filosofías orientales.  
En 1983 el matrimonio Stilianopoulos decidió abandonar la carrera diplomática e instalarse definitivamente en España. 
Desde entonces vivieron a caballo entre Madrid y Marbella y la pareja, pero especialmente ella, era una de las figuras claves de los miembros de la jet-set de la época, protagonistas de las crónicas sociales y personajes que nunca faltaban en las fiestas más sonadas de aquellos años, cuando la localidad andaluza reunía a lo más granado de la sociedad internacional durante el verano.
 Pitita Ridruejo, era una mujer discreta y elegante, que recibió numerosos premios como el Premio Paride, el del diario Pueblo y varios del periódico ABC, según apunta la agencia EFE. 
Pero también fue muy conocida a finales de los años ochenta cuando habló abiertamente de que tenía apariciones marianas. Precisamente su veneración a la Virgen la llevó a estudiar en profundidad sus apariciones por todo el mundo y presumía de haber visitado "todos los lugares en los que se ha visto a la Virgen. 
Sus conocimientos sobre el tema la llevó a ofrecer conferencias por todo el mundo y ha escribir el libro La Virgen María y sus apariciones
 Toda la actividad que caracterizó su vida quedó totalmente reducida cuando falleció su marido:
 "Para mí lo era absolutamente todo, mi media mitad, mi todo, el hombre más importante de mi vida", dijo después de su muerte.
 Le despidió con mantilla y de riguroso luto y después se refugió en su casa palacio del centro de Madrid donde ha fallecido esta misma mañana.