Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 abr 2019

La odisea de la pareja que huía del capitalismo

Los activistas se instalaron en una casa flotante en el mar y Tailandia les acusa de intentar fundar un pequeño Estado secesionista.

La plataforma en la que vivían Nadia Summergirl y Chad Elwartowski. A la derecha, la pareja brinda en una imagen de sus redes sociales.
La plataforma en la que vivían Nadia Summergirl y Chad Elwartowski. A la derecha, la pareja brinda en una imagen de sus redes sociales.

 

Hugo Silva: “Empecé a evitar los papeles en los que tenía que quitarme la camiseta”




El actor estrena próximamente 'Brigada Costa del Sol', la nueva serie de Telecinco que promete enganchar a base de tiroteos, drogas y romances.

 "Me he sentido cosificado a lo largo de mi carrera, pero no es comparable con lo que sufren las mujeres", reconoce.


Hugo Silva
Hugo Silva interpreta a Bruno en 'Brigada Costal del Sol'. Foto: Cortesía de Mediaset
 
Para Hugo Silva, haber nacido en San Blas (Madrid) no supone impedimento a la hora de encarnar a un policía malagueño en Brigada Costa del Sol, la nueva serie de Telecinco que llegará próximamente a la parrilla dispuesta a enganchar a base de una fórmula que parece incombustible: drogas, tiros, sexo (blanqueado) y testosterona. 
“Toda mi familia es de Andalucía y voy bastante a Cádiz, así que no me costó volver a familiarizarme con el acento y la forma de entender la vida de mis mayores”, reconoce a S Moda
Ambientada en el Torremolinos de los años 70, la ficción se inspira en la historia real de la primera brigada antidroga de España.
Silva, que ya tiene experiencia en los menesteres de las pistolas y las persecuciones, interpreta a Bruno López, que se autodefine como “el puto jefe” y que, según reconoce el actor, “si no fuese policía probablemente sería un delincuente”. Charlamos con él sobre la locura de la fama que lo envolvió en la época de Los Hombres de Paco, por qué se ha sentido cosificado durante su carrera o su decisión de evitar papeles que incluían quitarse la camiseta sin necesidad narrativa.
Brigada Costa del Sol es la nueva serie de Mediaset con la participación de Netflix. ¿Qué opinas del papel de las nuevas plataformas audiovisuales?
Como actor noto que hay mucho más trabajo gracias a ella y, además, la proyección de lo que haces es mucho más amplia y más rápida.
 Series como El Ministerio del Tiempo o La casa de papel se están viendo en muchísimos países por esta vía.
 Como espectador, además, me parece que es maravilloso poder tener acceso a tantísimo contenido.
¿Tenéis en mente repetir el éxito viral de series como La Casa de Papel?
Puede suceder, pero no pienso demasiado en el alcance que pueda tener. 
Disfruto lo que hago, lo paso bien y me flipo un poco haciéndolo. La repercusión depende de factores algo aleatorios, nunca se sabe, pero si funciona podría hacerlo a nivel mundial, algo que antes no pasaba.
En esta serie vuelves a interpretar a un policía como ya hiciste en Los Hombres de Paco o El Ministerio del Tiempo. ¿Te da miedo que te encasillen?
Puede parecer que el personaje de Brigada Costa del Sol es algo que ya he hecho, pero son matices distintos. 
Vas evolucionando y a un mismo tipo de rol le puedes ir poniendo muchas más capas.
 El personaje de Bruno no tiene nada que ver, por ejemplo, con Pacino (El Ministerio del tiempo).
Bruno tiene la testosterona bastante alta. ¿Crees que gusta este tipo de personajes a la audiencia española?
Todos los personajes de la serie la tienen, creo que va con la época en la que transcurre.
 Lo que me gusta del personaje es que precisamente esa testosterona lo va metiendo en líos, no es algo de lo que pueda presumir sino todo lo contrario, se pone en su contra.

Hugo Silva
“Todos los personajes de la serie tienen la testosterona muy alta”, asegura el actor. Foto: Cortesía de Mediaset


“Todos los personajes de la serie tienen la testosterona muy alta”, asegura el actor. Foto: Cortesía de Mediaset
Se te ha etiquetado como uno de los guapos de la ficción española. ¿Te has sentido cosificado alguna vez?

Ufff (coge aire). Muchísimas.
 Creo que es la primera vez que me preguntan esto en toda mi vida profesional.
 Sí, sí que me he sentido cosificado, sobre todo, por las revistas que ponen bocadillos en tus fotos alabando o criticando lo bien o mal que tienes el cuerpo ese año o cualquier tontería así.
 Tristemente creo que es algo que forma parte de este negocio y buscas la forma para que te resbale, pero no te voy a negar que me he sentido así.
Ahora que por fin se denuncia la cosificación femenina, ¿crees que también hay que hablar de la masculina?

No se puede comparar.
 Puede que yo me haya sentido así en algún momento, pero el nivel al que se llega con las mujeres, no solo con las que son actrices o famosas, sino lo que la mayoría sufre en su día a día, no puede equipararse a los casos de algunos hombres/celebrities que nos hayamos podido sentir así.
¿Tu físico te ha abierto puertas en tu carrera o en ocasiones te ha perjudicado?
Me las ha abierto y también me las ha cerrado.
 Me han cogido alguna vez por el físico que tengo, pero otras veces me han rechazado por la misma razón. 
El físico es algo que te acompaña no solamente en tu carrera, sino en tu vida y tienes que aprender a gestionarlo y potenciarlo sea cual sea.
Cuando en un guion ves que te tienes que quitar la camiseta, ¿te tira para atrás?


Si estoy comprometido con el trabajo, creo en lo que se está haciendo y veo que no es una cosa gratuita, yo me quito la camiseta y lo que haga falta, no tengo ningún problema.
 Esa fase ya ha pasado, pero antes, cuando veía que era algo fácil sin nada detrás, empecé a evitarlo todo lo que podía.
Has reconocido en entrevistas que “has sido machista”. ¿Qué le dirías a los hombres que no lo admiten y critican al feminismo?
La definición de feminismo está en el diccionario y poco más hay que decir.
 No entiendo por qué muchos hombres se sienten atacados cuando simplemente se trata de tener más conciencia. 
El feminismo no es bueno solamente para las mujeres, el feminismo es bueno para todos.
¿Ahora te consideras feminista?
Tengo mucha más conciencia ahora que hace 10 años e intento actuar acorde a ella, aunque seguramente dentro de otros 10 tendré más.
 Sí que quiero llegar a serlo porque creo que es bueno para mí y para toda la sociedad.
Hugo Silva
Hugo Silva, Jesús Castro, Miki Esparbé y Álvaro Cervantes interpretan a los cuatro policías de la ‘Brigada Costa del Sol’. Foto: Cortesía de Mediaset

El personaje de Bruno tiene una relación sentimental en la serie con el de la Buhíta, que interpreta Sara Sálamo
Tú tienes 41 años y ella 27. Es frecuente ver en la ficción parejas en las que ella es mucho más joven que él.
 ¿Crees que es justo para las actrices? ¿Debería cambiar?
Sí. Por lo menos debería haber distintos tipos de combinación de pareja, no solo de edad sino de muchas más cosas.
¿Has estado en rodajes en los que seas consciente de haber cobrado más que tus compañeras de reparto?
Hay un factor que hay que tener en cuenta en nuestro trabajo: el caché. 
Algunas veces he cobrado más que algunas compañeras y otras he trabajado con actrices que tenían un caché más alto que el mío y he cobrado menos. 
El caché que tú tienes no está solo definido por tu género sino por la cantidad de dinero que generes, pero aparte de eso creo que hombres y mujeres deberían cobrar lo mismo.

¿Es algo que te preocupa cuando vas a aceptar un proyecto?
Cuando acepto un trabajo lo hago teniendo en cuenta lo que vaya a aprender haciendo el personaje, lo que me vaya a divertir…
 Pero si te digo la verdad, no hago la negociación a nivel personal, se encarga de todo mi representante.
Una vez dijiste en una entrevista: “Los actores nos servimos del ego. Cualquiera que se suba a un escenario y disfrute, lo tiene, y bien grande.
 El que te lo niegue te está mintiendo”. ¿Es mayor tu ego ahora o en la época de Los Hombres de Paco?
(Ríe). Es el mismo, pero en aquel momento era una cosa más inconsciente y tenía mucho más que aprender.
 Ahora lo tengo muchísimo más controlado. Hay que tener ego, pero aprender a domarlo y tenerlo flexible para poder hacer cualquier cosa.
¿Cómo recuerdas el éxito de la serie?
Fue una época muy divertida y muy bonita, pero también de mucho trabajo
. No recuerdo que disfrutara de mi fama, por decirlo de alguna manera, y tampoco era tan agradable porque había días en los que no tenía energía suficiente para salir a la calle. 
Cuando estás muy de moda no te enfrentas a una fama serena sino eufórica e incómoda y necesitas tener mucha energía para encararla. 
Luego la cosa va cambiando y aprendes a gestionarlo. 
Además, una vez que se pasa el boom se mantiene el cariño, pero puedes andar más tranquilo por la calle.
¿Te llegaste a sentir acosado por los fans?

Más que acosado me sentí bastante incomprendido. 
La gente me veía y se emocionaba, pero al mismo tiempo me exigían que estuviera bien, tan felices por verlos como ellos. 
Había gente que se decepcionaba mucho y me lo echaba en cara diciéndome que era un borde o que no era tan majo como pensaban. Es complicado porque en el fondo tú también piensas: “Estoy siendo un borde”, pero al final es una situación absurda y poco natural. 
Ahora me dan mucho cariño, ya no me gritan. Estoy bastante reconciliado con el público.
Hugo Silva

LIBROS RECOMENDADOS DE Ayanta Barilli Libros que hay que leer al menos una vez en la vida, por Ayanta Barilli

Libros que hay que leer al menos una vez en la vida, por Ayanta Barilli

Ayanta Barilli tiene una amplia experiencia como periodista, en radio y prensa escrita, pero recientemente también ha sido conocida por su obra literaria.
 Un mar violeta oscuro, su primera novela, fue la finalista del Premio Planeta, el mismo que su padre, Frenando Sánchez Dragó, ganó en su día. 
Entre las obras que han marcado su trayectoria encontramos clásicos de la literatura romántica de terror, como Frankenstein y Drácula, a otro nombre indispensable de la literatura juvenil como Mi familia y otros animales, que le descubrió que se puede llorar de risa leyendo.
Stephan Zweig, con su Carta de una desconocida, o Irène Némirovsky con El baile (el libro que le hubiese gustado escribir a Barilli) son otras de sus recomendaciones. 

Las luces y las sombras de la vida de Lou Reed

Drogas, bisexualidad, enfermedad..., el periodista de la revista ‘Rolling Stone’, Anthony DeCurtis, publica la que se considera la biografía definitiva del cantante.

El cantante Lou Reed, en California, en 2003. En vídeo, su canción 'Walk on the Wild Side'. getty images (Lou Reed)

Son muchos los libros y documentales que se han publicado sobre la vida y obra de Lou Reed pero parece que esta última biografía es la definitiva. 
Así lo aseguran expertos musicales que aprecian y valoran el trabajo que el escritor y periodista de la revista Rolling Stone, Anthony DeCurtis, ha plasmado en Lou Reed: Una vida
Aunque esta biografía vio la luz hace ya dos años, ha sido ahora cuando la editorial Libros Cúpula la publica en castellano.
El libro profundiza en la vida del líder de The Velvet Underground y, para entender su obra, el autor aborda asuntos como la controvertida vida sexual del cantante, sus relaciones profesionales y personales o su consumo de drogas. 
"Soy consciente de que le era útil. Escribí bien y elogiosamente de él.
 Lou siempre se consideró un escritor, y que yo tuviera un doctorado en Literatura Estadounidense, escribiera para Rolling Stone y enseñara en un prestigioso colegio significaba mucho para él", reflexiona DeCurtis en la introducción del libro, donde asegura también que esta biografía nunca podría haber sido publicada con Reed vivo, pues “no se describe a Lou todo el tiempo como él quería verse a sí mismo”.

Entre los testimonios de amigos, familiares y colaboradores acumulados por DeCurtis, se encuentran algunos tan valiosos como los de Andy Warhol, John Cale, David Bowie y algunas de las mujeres de su vida, como su viuda Laurie Anderson o su primera esposa, Bettye Kronstad, quien hace años denunció en otro libro los supuestos maltratos que vivió de manos de Reed.
Portada del libro 'Lou Reed: Una vida'.
Portada del libro 'Lou Reed: Una vida'.
Lou Reed. Una vida comienza con el nacimiento de su protagonista en Brooklyn, Nueva York, en marzo de 1942, bautizado con el nombre de su abuelo materno, Lewis Allan Reed, en el seno de una familia judía.
 Considerado como un artista prodigioso pero valorado casi después de su muerte, Reed se interesó por la poesía y la literatura a una temprana edad, leyendo a Ginsberg, a Gore Vidal, a Williams Burroughs o a John Rechy entre otros.
Creció pensando que el rock and roll podía servir para difundir las letras de los poetas a los que admiraba, además de las suyas, y así quiso plasmarlo en sus canciones.
 Guiado por el poeta Delmore Schwartz, quien intentó convencerle —en vano— para que colgara la guitarra y se dedicara únicamente a la escritura. 
Esta faceta literaria suya le abrió las puertas a los 24 años de la banda The Velvet Underground, cuyo timón compartió con John Cale.
Además de una relación de desavenencias por demostrar cuál de sus egos era más grande, con Cale también compartió una hepatitis C contagiada a través de una aguja mientras se pinchaban heroína. Algo que les unió hasta el final.
 De las sensaciones que les reportaban las drogas y el sexo hablan de manera explícita en canciones como Heroin, I’m Watiting for the Man o Venus in Furs, como nunca antes se había hecho en el rock and roll.
La banda llamó la atención del artista Andy Warhol, que se convirtió en representante del grupo y les ayudó a fusionar rock de vanguardia con arte pop —hasta el punto de que en la icónica portada del primer álbum, The Velvet Underground & Nico, aparecía el famoso plátano warholiano—.
 Lou Reed pasó a ser habitual de la Factory, el estudio de arte fundado por Andy Warhol que se acabó convirtiendo en el centro de encuentros de músicos de la época. 
Su adicción al alcohol y a las drogas y su legendario mal carácter comenzaban a perfilar una idea de en lo que se había convertido Lou Reed.
Lou Reed en un concierto en París, en 1973. 
Lou Reed en un concierto en París, en 1973.
En 1970 el grupo se separó y Reed, que se trasladó a Reino Unido, comenzó una larga y fructuosa carrera en solitario. 
Aquí aparece en escena David Bowie, fan declarado de Reed y quien le produjo su gran obra maestra en 1972: Transformer.
 Con la influencia de Bowie, Reed abrazó el look de la época. Lució el pelo corto y platino, esmalte de uñas negro y maquillaje de ojos del mismo color.
 La ambigüedad sexual y la androginia llegó para quedarse durante unos años en el rockero.
 En esta época Reed ya era casi un habitual de los bares gais cercanos al río Hudson y de todo tipo de reuniones sexuales.
 Aun así, muchos insistían en que el músico no era homosexual —a los 17 años su familia le obligó a recibir una terapia de electroshock y estuvo interno en un psiquiátrico para tratar su bisexualidad—, y aseguraban que siempre le atrajeron las mujeres.


Entre los testimonios de amigos, familiares y colaboradores acumulados por DeCurtis, se encuentran algunos tan valiosos como los de Andy Warhol, John Cale, David Bowie y algunas de las mujeres de su vida, como su viuda Laurie Anderson o su primera esposa, Bettye Kronstad, quien hace años denunció en otro libro los supuestos maltratos que vivió de manos de Reed.

Muchas han sido las que han pasado por su vida, aunque no todas para quedarse. 
Desde la dulce y buena Betty Kronstad que más tarde denunció haber sufrido malos tratos, hasta su viuda y verdadero amor, la cantautora Laurie Anderson, pasando por la transexual Rachel y su manager y primera esposa, Sylvia Reed.

Lou Reed murió el 27 de octubre de 2013 a causa de una enfermedad hepática que pilló por sorpresa al mundo del rock debido a que poco antes el músico había recibido un trasplante de hígado. 
Falleció en la casa de los Hamptons que compartía con la compositora y poeta Laurie Anderson.