Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 abr 2019

Cayetano Rivera carga contra un partido político

“Además de ignorantes sois muy irresponsables”.

 

El torero, muy molesto con lo que ha visto en Twitter.

GTRES
Cayetano Rivera Ordóñez.
El torero Cayetano Rivera Ordóñez ha cargado duramente este viernes desde su cuenta de Twitter contra la formación animalista PACMA, a la que ha acusado de ser “ignorantes” y “muy irresponsables”. 
Rivera ha reaccionado así tras ver este tuit del partido animalista, en el que la candidata de esta formación al Congreso, Laura Duarte, aparece alimentando a lo que parece un toro. 
En dicho mensaje, PACMA critica la “valentía torera” de la que hablan los toreros. 
Además, la formación asegura que animales como Marius, el toro al que acaricia Duarte, interactúan “pacíficamente” con las personas. 
Cayetano Rivera ha puesto en duda que se tratase de un toro en su crítica a este partido, en la que invitaba a Duarte a “acariciar a un toro bravo, no castrado”. ”¡Eso es un buey!”, ha añadido.
Un tuit en el que ha calificado de “ignorantes” y “muy irresponsables” a los dirigentes de PACMA por hacer “pensar a la gente que puede acariciar a un toro bravo”. 
 

 

La competencia de Zara se vende en Carrefour




Tex, marca textil del supermercado, superó en número de compradores a firmas especializadas en moda en 2018. Las marcas de ropa de Lidl o Alcampo también se llevan una suculenta porción de esta creciente dinánica de consumo.

La competencia de Zara se vende en Carrefour
En España, hay más gente comprando ropa en Carrefour que en grandes cadenas especializadas como Bershka. Foto: Tex / Carrefour
 
Mientras la prensa especializada señala a Uniqlo como una de las pocas firmas que podría poner en jaque a Zara (en parte porque su fundador, Tadashi Yanai, ha afirmado en más de una ocasión que planea desbancar a la marca española para 2020), su principal rival en nuestro país es bastante más inesperado. 
Tex, marca textil de Carrefour, pisa los talones al gigante de Inditex al registrar solo 700.000 compradores menos en 2018. Según un estudio publicado por Kantar Worldpanel y Modaes.es, en España hay más gente comprando ropa en Carrefour que en grandes cadenas especializadas en moda y tendencias como, por ejemplo, C&A, Stradivarius o Bershka.

El análisis, que mide el número de compradores de cada marca durante el año pasado, concluye que las preferidas por los españoles fueron Primark (más de 10 millones de consumidores), seguida por El Corte Inglés (9,9), Decathlon (9,36) y, en cuarto lugar, Zara (8,2). 
El quinto puesto de la lista es para Carrefour con 7,5 millones de compradores, Lidl se cuela en el top ten por encima de grandes cadenas low cost y Alcampo cierra el ranking en el puesto número 15.
 Estos datos, que contabilizan el número pero no la cantidad de veces que cada uno compra en las distintas marcas, vienen a confirmar lo que ya se había desprendido de estudios anteriores: cada vez son más los que aprovechan la visita al supermercado para renovar el armario.
 Según datos de 2017, casi la mitad de las españolas acuden a este canal para comprar artículos de moda.
 
Mientras la prensa especializada señala a Uniqlo como una de las pocas firmas que podría poner en jaque a Zara (en parte porque su fundador, Tadashi Yanai, ha afirmado en más de una ocasión que planea desbancar a la marca española para 2020), su principal rival en nuestro país es bastante más inesperado. Tex, marca textil de Carrefour, pisa los talones al gigante de Inditex al registrar solo 700.000 compradores menos en 2018. Según un estudio publicado por Kantar Worldpanel y Modaes.es, en España hay más gente comprando ropa en Carrefour que en grandes cadenas especializadas en moda y tendencias como, por ejemplo, C&A, Stradivarius o Bershka.
El análisis, que mide el número de compradores de cada marca durante el año pasado, concluye que las preferidas por los españoles fueron Primark (más de 10 millones de consumidores), seguida por El Corte Inglés (9,9), Decathlon (9,36) y, en cuarto lugar, Zara (8,2). El quinto puesto de la lista es para Carrefour con 7,5 millones de compradores, Lidl se cuela en el top ten por encima de grandes cadenas low cost y Alcampo cierra el ranking en el puesto número 15. Estos datos, que contabilizan el número pero no la cantidad de veces que cada uno compra en las distintas marcas, vienen a confirmar lo que ya se había desprendido de estudios anteriores: cada vez son más los que aprovechan la visita al supermercado para renovar el armario. Según datos de 2017, casi la mitad de las españolas acuden a este canal para comprar artículos de moda.
 
La web de Carrefour tiene un apartado reservado a la moda en el que pueden encontrarse looks con un punto de tendencia. Foto: Tex / Carrefour
 
La falta de tiempo o el deseo de no invertir demasiado en ropa son dos de los motivos que explican el auge de esta práctica.
 Tex (Carrefour), Esmara (Lidl) o In Extenso (Alcampo) lideran en España el negocio textil de los supermercados y suponen una amenaza para cadenas low cost especializadas en moda. 
Hasta Pablo Iglesias, líder de Podemos, confesó hace unos años que compraba su ropa en el súper.
 Basta con darse un paseo por los pasillos de estas marcas para apreciar cierto cambio respecto a lo que ofrecían hace unos años. 
A pesar de no contar con grandes producciones ni campañas protagonizadas por cotizadas modelos es posible encontrar prendas con un punto de tendencia. Atrás quedaron las marcas textiles de supermercado limitadas a ofrecer pijamas, calcetines o ropa interior.
 Ahora su oferta de básicos se renueva con algunas prendas y accesorios que combinan diseño con precios competitivos.
 Eso sí, tampoco esperen encontrar el último grito de las pasarelas.
Tex, firma de Carrefour, por ejemplo, lanzó en 2016 una tienda online en la que es fácil encontrar vestidos midi, capazos, sandalias tipo Birkenstock o bolsos de red; todo como mandan las tendencias de esta temporada.
 La oferta no es comparable a la de marcas como Zara ni en número de opciones ni en diseño o imagen (aunque incluso cuentan con una guía de tendencias de la temporada), pero sus precios son inferiores. 
 El coste medio de los vestidos es de 15 euros, se pueden comprar sandalias por 10 y bolsos a partir de 7.
 Llama la atención que en muchos de los productos se indica que han sido diseñados en España (de la producción no dicen nada) e incluso tienen un apartado de ropa sostenible siguiendo las demandas de la industria de la moda. 

El catálogo incluye, además, ropa de hombre, de niños y bebés y uniformes escolares.

 Una oferta en la que abastecer a toda la familia con envíos gratis a partir de 50 euros y devolución gratuita en el hipermercado (así sus clientes pueden deshacerse de ese pantalón que no era de tu talla y, de paso, abastecer el frigorífico para los próximos días).


Mientras la prensa especializada señala a Uniqlo como una de las pocas firmas que podría poner en jaque a Zara (en parte porque su fundador, Tadashi Yanai, ha afirmado en más de una ocasión que planea desbancar a la marca española para 2020), su principal rival en nuestro país es bastante más inesperado. Tex, marca textil de Carrefour, pisa los talones al gigante de Inditex al registrar solo 700.000 compradores menos en 2018. Según un estudio publicado por Kantar Worldpanel y Modaes.es, en España hay más gente comprando ropa en Carrefour que en grandes cadenas especializadas en moda y tendencias como, por ejemplo, C&A, Stradivarius o Bershka.
El análisis, que mide el número de compradores de cada marca durante el año pasado, concluye que las preferidas por los españoles fueron Primark (más de 10 millones de consumidores), seguida por El Corte Inglés (9,9), Decathlon (9,36) y, en cuarto lugar, Zara (8,2). El quinto puesto de la lista es para Carrefour con 7,5 millones de compradores, Lidl se cuela en el top ten por encima de grandes cadenas low cost y Alcampo cierra el ranking en el puesto número 15. Estos datos, que contabilizan el número pero no la cantidad de veces que cada uno compra en las distintas marcas, vienen a confirmar lo que ya se había desprendido de estudios anteriores: cada vez son más los que aprovechan la visita al supermercado para renovar el armario. Según datos de 2017, casi la mitad de las españolas acuden a este canal para comprar artículos de moda.
La web de Carrefour tiene un apartado reservado a la moda en el que pueden encontrarse looks con un punto de tendencia. Foto: Tex / Carrefour

 
El caso de Esmara, marca de ropa de Lidl lanzada en 2016, resulta aún más llamativo.
 A pesar de no contar con un comercio electrónico propio (los productos de moda se venden como una categoría más dentro de la web del supermercado) ha logrado marcar tendencia en Instagram realizando colaboraciones con influencers de todo el mundo y fichando a celebrities como la modelo y presentadora alemana Heidi Klum o la actriz española Dafne Fernández como embajadoras de marca. En las navidades de 2017, por ejemplo, lanzaron un abrigo peludo por 25 euros que se convirtió en una plaga en las redes sociales y se agotó rápidamente. Una prenda cuyo diseño no tenía nada que envidiar a los de la competencia low cost que podían encontrarse en el mercado ese invierno.
 Aunque la prenda se convirtió en el protagonista de aquella colaboración con Heidi Klum, la colección incluía piezas festivas –desde los 7 euros– mucho más apetecibles que los básicos de algodón que pueden comprarse a día de hoy en su web. ¿El motivo?
 La marca funciona por colecciones cápsula de edición limitada que se lanzan cada cierto tiempo y desaparecen una vez se agotan. 
Si son capaces de crear colas de horas con su versión del robot de cocina, ¿por qué no iban a generar el mismo deseo con prendas inspiradas en Meghan Markle por menos de 10 euros?
 
.

Demi Moore, adicciones, traumas infantiles y problemas con su imagen corporal

La actriz prepara un libro de memorias en el que desvela con desgarradora sinceridad los detalles más duros y conflictivos de su vida.

Demi Moore
Demi Moore el pasado mes de enero en el Festival de Sundance. Getty Images

 

El brillo de Hollywood nubla cualquier otra percepción sobre sus estrellas.
 Se las ve desfilar en las alfombras rojas, disfrutar de todos los privilegios que les permiten sus fortunas y después, ellas mismas, se encargan a veces de mostrar su lado más vulnerable, de confesar que de puertas adentro de sus mansiones se viven dramas que sus admiradores difícilmente imaginarían.
Demi Moore, de 56 años, está inmersa en la escritura de sus memorias, de las que de momento solo se conoce su título en inglés Inside Out y que saldrá a la venta el próximo 24 de septiembre. Pero personas que han tenido acceso a parte de su contenido afirman que serán desgarradoramente sinceras.
La protagonista de Ghost, Algunos hombres buenos o La letra escarlata ha tenido una vida de altos y bajos que no todo el mundo conoce.
 Entre sus humildes comienzos en Nuevo México y el momento en el que se convirtió en una actriz famosa ha habido una infancia y juventud marcada por la ausencia de un padre al que nunca conoció, la inestabilidad que generó en la familia un padrastro que les hacía moverse continuamente de residencia hasta que se suicidó y una madre con un largo historial de arrestos por conducir ebria. La misma Demi Moore tuvo problemas de salud durante su adolescencia y finalmente abandonó la escuela secundaria para dedicarse al espectáculo.

Todo esto y más creará el contenido de su próximo libro, que según la editora ejecutiva de Harper Magazine, Jennifer Barth, va a sorprender y conmover. 
La carrera de la actriz, sus tres matrimonios con el músico Freddy Moore (de 1980 a 1985), y con los actores Bruce Willis (1987 a 2000) y Ashton Kutcher (2005 a 2013) no se quedarán fuera de esta disección de sus recuerdos.
 Jennifer Barth ha descrito el libro como “la historia de una mujer, una mujer que se convierte en una actriz célebre que solo hace que su viaje de vulnerabilidad, fuerza y autoaceptación tenga más repercusión”.
En la década de los ochenta Demi Moore, que es madre de tres hijas Rumer de 30 años, Scout de 27 y Tallulah, de 25, tuvo que ingresar en un centro para rehabilitarse de su adicción a las drogas y el alcohol. 
La historia se repitió en 2012 tras llegar a colapsarse después de meses de fiestas y trastornos alimentarios que provocaron una preocupante pérdida de peso. 
Tras esta segunda rehabilitación la actriz se abrió a reconocer sus problemas y llegó a desnudarse anímicamente en algún evento público para dar ejemplo de que se puede superar estas etapas negras de la vida: 
“Durante años estuve en espiral, en un camino de verdadera autodestrucción”, dijo. “No importa los éxitos que haya tenido, simplemente nunca me he sentido suficientemente buena, suficientemente bien”, afirmó la actriz.

Moore entró en crisis, un punto del que salió con la ayuda de sus seres queridos y que marcó el momento de su reconstrucción, como ella misma ha reconocido.
 “Me dieron la oportunidad de redirigir el curso de mi vida antes de que destruyera todo. 
 Claramente ellos vieron más de mí que yo misma.
 Y estoy muy agradecida porque sin esa oportunidad, sin su confianza en mí, hoy no estaría aquí”, dijo en un acto público.
Actualmente la actriz ha cambiado sus prioridades. 
La belleza, incluidas operaciones de cirugía estética, ya no es una de ellas. 
Prefiere optar por un estilo de vida centrado en la salud para ella y su familia. 
Y esta es el centro de su vida y la sitúa por encima de su carrera: “Mis relaciones son más importantes y lo que hago ocupa un segundo lugar”, dijo en la última cumbre de Goop Health mientras mantenía una charla con Gwyneth Paltrow y Arianna Huffington.
De todo esto hablará su biografía, que seguro desvelará mucho más de esta actriz que no ha estrenado ninguna película desde 2015.

 Arianna Huffington, Gwyneth Paltrow y Demi Moore en el Goop Health Summit, en Nueva York este mes de marzo. Arianna Huffington, Gwyneth Paltrow y Demi Moore en el Goop Health Summit, en Nueva York este mes de marzo. Getty Image

La segunda vida de Melendi.............................

Las rastas y los excesos de antaño han dado paso a una etapa más serena en la vida del cantante. Padre de cuatro hijos, se casa en septiembre con la modelo Julia Nakamatsu.

Melendi, en un concierto en Madrid en octubre de 2018.
Melendi, en un concierto en Madrid en octubre de 2018. CORDON PRESS

 Hacerse un Melendi es una frase que pasará a la posteridad de la sabiduría popular, esa que nunca olvidará cómo un niñato con rastas borracho que se creía el rey del mundo hizo dar la vuelta a un avión repleto de pasajeros con destino México por su mal comportamiento. 

Esto fue en 2007 y, 12 años después, poco queda ya de aquel Melendi. 

Atrás quedaron las rastas, los piercings, las zapatillas anchas y esos temas cuya letra tocarte una teta sin que me veas o subiendo al cielo, bajando al moro —expresión coloquial utilizada para referirse a comprar marihuana— sonaba en todas las radios españolas. 

Ahora Ramón Melendi tiene 40 años, acaba de ser padre de su cuarto hijo y se prepara para pasar por el altar.

El cantante asturiano celebró el pasado febrero la llegada de Abril, su segunda hija en común con su actual pareja, la actriz y modelo argentina Julia Nakamatsu, con quien sale desde hace cinco años. 

Y tiene tres hijos más: Carlota, de 14 años fruto de su relación con Miriam Martínez; Marco, nacido de su noviazgo con la cantante Damaris Abab, La Dama; y Lola, la primera niña que tuvo con Nakamatsu hace tres años.

 Ha puesto a la venta su chalet de Villaviciosa de Odón (Madrid), se ha comprado un gran piso en el centro de la capital y el próximo septiembre se casará en una exclusiva finca de El Escorial. 

Sin embargo, no ha sido ni la paternidad ni su estabilidad emocional lo que han hecho que Melendi decidiera reconducir su vida, tanto personal como profesional, y dejara a un lado los excesos y las polémicas.
 “Los hijos no arreglan nada. Los quieres mucho y, si no eres un buen padre, lo único que hacen es añadir sufrimiento”, reconocía en una entrevista a este diario.

La venda se le cayó hace cinco años y su evolución física y el cambio de registro en sus canciones lo prueban.
 “Empecé a darme cuenta de que todo era mentira.
 Estaba en barrena, al límite de mis fuerzas. […] He tenido una vida de mierda porque he querido, pero igual no hubiera llegado hasta aquí sin llevar esa vida de mierda”, contó en dicha entrevista.
Que tenía adicciones era vox populi
Él nunca lo ha ocultado, e incluso no le ha importado hablar de ellas, pero fue el pasado noviembre en una conferencia ante más de dos mil jóvenes en Oviedo cuando reveló los motivos que le empujaron a decidir internarse en un centro de desintoxicación. 
“Al ver a mi madre y a mi padre sufrir decidí cortar por lo sano e internarme en una clínica de desintoxicación”, contó, y explicó: Con la fama y el dinero llegaron cosas difíciles de explicar si no las vives y que son producto de un profundo desengaño con el concepto de éxito social.
 Él lo sabe bien. Comenzó en la música por una borrachera, cuando a los 18 años con una resaca horrible en las fiestas de su pueblo casualmente pudo mostrar sus creaciones a un experto musical.
 A partir de ahí todo fue rodado. “Las borracheras han ido marcando mi camino”, bromeaba el pasado febrero en El Hormiguero.
 En esta nueva vida incluye su paso como jurado en varios talent shows de televisión, sentando cátedra y mostrando su lado más maduro y profesional en cada una de sus valoraciones, así como haberse estrenado en el doblaje de una película de animación, Cómo entrenar a tu dragón 3, donde además de dar voz al malo de la cinta es el autor de la banda sonora.
 Algunos tatuajes son el único rastro que queda de ese chico malo con rastas hoy reconvertido en poeta que sigue conquistando a los suyos dentro y fuera de España.
Ahora, casi 16 años después de su primer álbum Sin noticias de Holanda (2003), Melendi ha sabido resurgir de sus infiernos, sigue cosechando triunfos.
 Continúa con su fiel guitarra en mano y se mantiene en lo más alto de las listas de éxitos musicales del pop español con temas como Déjala que baile o Lo que nos merecemos.