La tonadillera considera su paso por el concurso como un paréntesis en su profesión y desvela que en septiembre comienza una gira por España y Sudamérica.
Isabel Pantoja ha dejado los meses de reclusión en su finca Cantora y vuelve por la puerta grande al podio de los famosos que ocupan portadas y programas especializados en celebridades.La noticia de su participación en Supervivientes ha causado asombro y curiosidad, pero también que la tonadillera vuelva a sonreír a las cámaras y se deje querer.
Visitó a su hijo, Kiko Rivera, la noche de la final de Gran Hermano Dúo; se ha dejado ver mientras acudía a ponerse vacunas y realizarse tratamientos de belleza antes de lanzarse a la aventura en una isla de Honduras y este miércoles ha concedido una entrevista en exclusiva a ¡Hola!, su revista de cabecera, para explicar los motivos que le han empujado a aceptar participar en el reality de Telecinco cuando nadie terminaba de creérselo.
"Ha surgido, simplemente", afirma Isabel Pantoja en la publicación sobre su entrada en Supervivientes. "Ha sido muy gratificante para mí porque siempre me ha encantado el reality. Me ha hecho mucha ilusión y lo he aceptado".
De que le gusta el formato han dado fe sus dos hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, pero también quien será su conductor después de su mes de reposo tras sufrir un ictus, Jorge Javier Vázquez:
El presentador contó este martes que cuando él e Isabel Pantoja tenían una relación más cercana, la tonadillera ya le dijo que le gustaría poder ir a este concurso.
Ocurrió en 2011, precisamente después de la edición en la que participó su hijo Kiko Rivera.
En la entrevista que ha concedido ahora ni habla del dinero que le pagarán por las semanas que permanezca en la isla, ni por las acuciantes razones económicas que pueden haberle empujado a tomar esta decisión tan radicalmente opuesta a su actitud con los medios y su exposición pública de los últimos años.
Un segundo plano elegido en parte después de haber pasado un tiempo en la cárcel por blanqueo de capitales e impuesto, por otra, debido a que su regreso a los escenarios no ha tenido el éxito que podía esperarse.
La relación que mantuvo con Julián Muñoz, el exalcalde de Marbella, le ha pasado factura con los medios y también con su público y parece que ahora está dispuesta a volver a lo grande y a sanear sus finanzas en lo posible.
Respecto al concurso afirma que no le asusta casi nada: "Uno tiene que buscarse la vida y yo me la he buscado siempre, desde los trece años", dice Pantoja.
Pero sí confiesa que le da miedo volar en avión –no tirarse desde el helicóptero– y que echará mucho de menos las gafas de sol que casi siempre le acompañan cuando está en exteriores, un accesorio que está prohibido para los concursantes del reality.
Que sabe pescar, pero que habrá que ver si los peces pican. Que no le importa comer pescado crudo y cocos, aunque sabe que el tema de la comida es duro.
Y se muestra dispuesta a estar lo más activa posible y a participar en todo lo que haya que hacer en la isla para poder sobrevivir a la falta de comodidades que supone esta aventura.
"Intentaré hacerlo lo mejor que sé y lo mejor que pueda. Voy a participar en casi todo lo que pueda mi cuerpo".
Lo que ocurra en el concurso está en manos de la audiencia y del juego que dé la artista en la isla, pero ella tiene claro que se ha dado la libertad de aceptar un reto que le apetecía a pesar de las críticas que pueda suponer:
"Este paréntesis en mi vida me va a parecer como unas vacaciones, solo que conviviendo con gente distinta, ya que, si Dios y la Virgen del Rocío quieren, yo voy a seguir con lo mío, que es cantar.
En septiembre comienzo mi gira tanto en España como en Sudamérica", afirma Isabel Pantoja en la entrevista.
Un aviso a navegantes para quienes la daban por acabada en el mundo de la canción.
Pantoja desembarca en la televisión y los admiradores de su arte pueden estar tranquilos porque esto es solo un preludio de su tercera o cuarta vida. A los supervivientes, Isabel Pantoja, entre ellos, les queda cuerda para rato.